[Segunda parte]
Final
•°•°•°•°•°•Quiero volver a ser quien te amaba como un juego de niños... Volver al verde de tu mirada y sacar la pena que hoy nos cala. Quisiera amanecer como antes; desnudo contigo. [...] Te prometo que vamos a volvernos... Eternos. [...] Respirar lo que nos quede, bailaremos nuestro tango en el salón, si te atreves, no me sueltes... Y prometo que no pasará los años, arrancaré del calendario las despedidas grises, los días más felices no han llegado, te prometo olvidar mis cicatrices y devolver lo que he robado a tus dos ojos tristes [...]
Quiero un bosque, un agujero en la noche, una pausa en medio de todo el desorden, quiero un combate de besos sin amarres... Quiero un lienzo para hacer de colores tus lunares, hoy saldremos en las noticias de la tarde por haber sabido amarnos ilesos del desastre cuando no ha sabido nadie...
(Te prometo–Pablo Alborán).
•°•°•°•
Estaba sucediendo, Kacchan me está pidiendo ser su pareja de manera oficial. Él quien nunca pide nada, él quien toma lo que quiere sin pedir permiso... Él, quien allanó mi corazón, volviéndose indeleble. Borré de mi memoria la confusión que creé, aún me avergüenza. No podía responder, me faltaba fuerza, estoy anonadado, me faltan los labios de Katsuki Bakugou. Cierro mis ojos en espera de ello, nunca llegaron. El tiempo pasó rápido, así como los sucesos entre Todoroki y Kacchan, casi como una burla. Segundos después, el fan llamado Kirishima se llevaba a rastras a Bakugou a un auto, dejándome aún mucho más confuso con los acontecimientos; su amigo se había acercado a su oído, susurrando algo que le quitó el color de su piel, una noticia de la cual no sé. "¡Ve a casa, pide un Uber!, ¡ve a casa y no salgas!" Fue lo último que me dijo, su voz salió con un tajo de dolor e incertidumbre, y mucha ira.
Ahí estaba yo, en mi cama, esperando una llamada o mensaje de Kacchan en el que me explicara lo que pasaba. Transcurrieron dos horas, tres, cuatro, cinco y diez, nunca llamó. Me distraje en el trabajo, viendo vídeos y limpiando mi habitación. Pasó un día completo, algo no estaba bien, podía sentirlo; parecía que tenía un gran agujero en mi estómago, una intriga enorme, mi pecho duele, estoy angustiado. Llamo al celular de Bakugou, nadie contesta, ¿qué estará pasando? ¿Por qué no responde su teléfono? ¿Está bien...? ¡Y si pasó algo! El lápiz con el que dibujaba cayó al suelo, tragando saliva por la morbosa y horrible imagen de un Kacchan herido. No puede pasarle nada malo a él, no, no quiero, no lo acepto. Cansado de no saber de mi pareja, mi compañero... No importaba que Katsuki fuese un Delta, yo lo quiero, le amo. Aquella inesperada afirmación fue el empuje perfecto para que me levantara de la silla y me dirigiera a casa de la familia Bakugou, cabía la posibilidad de saber algo de parte de su madre Mitsuki o del señor Masaru.
—¡Mamá, voy a salir! —grité desde mi habitación, sabía que mamá continuaba un poco airada por lo de ayer, yo también, ella no quería creer que Kacchan ha cambiado; que lo hizo por su y el bien de lo demás.
—¡Izuku, voy a ir al mercado! —escuché, dirigiéndome a la salida—. ¿No tienes más ropa sucia? Porque después iré a la lavandería.
—No.
—¡¡Izuku!! —volvió a gritar. Di un suspiro frustrado.
—Dime, mamá —sostuve la puerta.
—Lo lamento... —¿Qué? ¿Cómo...? Vi a mamá sonreír melancólica, no entiendo —. Sé que no fue tu culpa, de nadie en realidad, y lo del bebé —, un nudo espantoso obstruye mi garganta, el recuerdo sigue siendo doloroso.
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El sabor de la piel | Boku no hero academia
Fiksi PenggemarSerenar su mente nunca ha sido una acción sencilla, su temperamento conllevó a separarlo de la persona que más amaba, perder ante un alfa disminuyó su clasificación. Ahora su resguardo es ser el mejor policía de Hosu, y en sus acciones volverá a ver...