El sabor de la piel | Boku no hero academia

Especial 2: Oh no.

ADVERTENCIA: CONTENIDO MADURO.

Versatilidad en ambos protagonistas y lenguaje soez. El presente capítulo tiene DEKUKATSU.

Si te desagrada este tipo de contenido, no leas. Sin más, gracias por leer.

...

—Está bajo arresto, héroe número uno, Dynamite.

     Había un rastro de furor en su voz, grave, e indiscutiblemente, satisfecha. Izuku Midoriya, miembro del SWAT, sostuvo encarnecido al héroe por nombre de civil, Katsuki Bakugou. Un círculo con personas especializadas en armas y sin particularidad, rodearon a Katsuki. Por lo contrario que se pensaba, el héroe imputado por el delito de terrorismo, no realizó ningún movimiento que perjudicara al escuadrón, entrando con la cabeza gacha hacía el automóvil blindado. Antes de introducirse por completo en el vehículo, Katsuki le obsequió una sonrisa ladina a Izuku, la cual provocó una sensación mortificante en él, sin poder hallar explicación precedente a ello. O quizá sí, sí la hay.

     Retrajo la mirada y afianzó el arma en sus manos, dándose así una pizca de valor. Dado su estado de exaltación, trató de controlar su pesada respiración y se subió en el vehículo. Las horas, los meses sin dormir se acabaron, la investigación ha sido recabada.

     Al llegar al ministerio, Izuku volvió a su casa. Por fin capturaron al corrupto héroe Dynamite. Un peligro menos vagando por las calles, ha hecho un bien a los demás, debería estar orgulloso, aunque, de nuevo, un vacío inexplicable se estableció en su retorcido pecho. El regocijo fugaz se diluía al saber que no volvería a ver a Kacchan, ni en las noticias. A partir de ahora, estará en una prisión de máxima seguridad, el juez no será misericordioso. Oh, allí está una vez más, la sensación incómoda. Izuku pensó que se debía a que, en una era, él se consideró amigo de Kacchan, hace muchos, muchos años. Imaginar que fue su amigo de la infancia le supo insulso.

     Posiblemente, el término idóneo para explicar la relación pasada que tuvieron fue abusador-abusado. Él tomando el puesto de abusado, víctima. Tirado en la cama con las luces apagadas, Izuku pensó que era miserable. Por supuesto que, cuando uno empieza a recordar su juventud, y esa juventud está bañada de acoso escolar, no levantaría los ánimos de nadie.

     Razonando, no hubiese servido si se hubiera defendido, porque él era un sin particularidad. Un inútil, ¿por qué tuvo que ser parte del veinte porciento de la población que no tenía poder?

     No podía evitar compararse con Kacchan. Fuerte, atractivo, poderoso, confiado, como su don, ese hombre era completa, destructiva y terrorífica explosión, adrenalina en cada andar.

     Así es, Katsuki Bakugou es asquerosamente perfecto. No sólo era considerado el héroe número uno de Japón, no, no bastaba que los dioses le dieran la particularidad más poderosa del universo, sino que también debían hacerlo un primor de cuidar. Porque, contrario a lo que se pensaba, su actitud arrogante y en exceso altanera acompañada con un cuerpo de Adonis, servía para aumentar el número de fans cada año.

     Empero, si él, Izuku Midoriya, pudiese encontrar una mancha de inmundicia en toda esa perfección, entonces podría estar a la altura de Bakugou, sí... No puede existir alguien tan perfecto. Bakugou, al igual que la humanidad, debe tener secretos. Entonces, y sólo entonces... ¿qué? ¿Qué quería? ¡Ya! Lo hizo, Katsuki Bakugou está detenido por un delito realmente grave, seguro no saldrá nunca de prisión.

     ¿Qué hacía aquí? Sentado en una silla, Bakugou miraba la mesa, su rostro oculto por las sombras del cabello ceniza, le habían quitado el armamento especial de apoyo para héroes. Portaba su camisa pegada al pecho y los pantalones negros, sucios de la rodilla, culpa de Sero al someterlo en el suelo cuando lo arrestaron y le colocaron el collar de acero, ese collar reprimía la particularidad de cualquier individuo que se le colocase. El par de rubíes llameantes se revelaron, naciendo una sonrisa santurrona.