10: Boceto de un corazón. 🕛

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     El aire me era asfixiante, doloroso, mis piernas suplican descanso, no sería afable con el destino, lo enfrentaré, e intentaré cambiar la ruta a la cual quiere llevar mi vida, la única persona capaz de tolerar mi insoportable corazón

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     El aire me era asfixiante, doloroso, mis piernas suplican descanso, no sería afable con el destino, lo enfrentaré, e intentaré cambiar la ruta a la cual quiere llevar mi vida, la única persona capaz de tolerar mi insoportable corazón.

Un automóvil casi logra atropellarme por mi apresurado andar.

—¡Fíjate, imbécil! —grita desde el interior del automóvil azul.

—¡Imbécil será el que está muy ocupado en su celular que no mira que estoy cruzando una calle peatonal! —le respondo.

Continuo apresurado, puedo ver las puertas amplias del aeropuerto. Las paredes color crema son irritantes, busco la bella anatomía de Izuku en cualquiera de las filas donde lo llevaran a su avión hasta llevarlo a otra nación. Veo a la señora Inko, y a su lado a él en una fila larga. Corro, corro porque mi vida se está yendo en sus manos.

Me empujan hacia algún lugar, fui tacleado sin compasión. Sostiene mis hombros evitando que me levante del suelo, está repleto de papeles color marrón. Es el baño, un sucio y apestoso baño, a pesar de ello, aún puedo apreciar el dulce aroma de Midoriya, el cual se había vuelto más suave y deseoso que hace un par de semanas.

—¿¡Qué haces, Bakugou!?

—¡Suéltame, hijo de puta!, ¡o te partiré tu cara...! —Lo golpeé en el mentón hasta quedar derribado. E inmediatamente me incorporé, no puedo dejarlo ir...

—¡Bakugou! —volvió a gritar en voz gutural. Sujetó mi tobillo haciéndome caer.

—¡Suéltame pedazo de mierda!, ¡debo alcanzarlo!

—¿¡Y qué ganarás con ir!?, sólo harás que se sienta culpable, viendo que no podrá quedarse, ¿qué planeas hacer?, ¿¡acaso piensas detener un avión que pesa toneladas solo con tus manos!?

—¡Si es necesario lo haré! —me toma de las pantorrillas.

Harto, enfurecido, lo empujo, pero él no se inmuta. Lo estampo en la pared. Lo sostengo de los hombros al igual que él.

—Bakugou, no estás pensando razonablemente —dice luchando —por favor..., no quiero pelear con alguien quien tiene el mismo sueño que yo.

—¡Quítate bastardo!, tiene que oírme. ¡Oírme claramente, aún no se lo he dicho..., necesito decírselo!

Me proporciona un puñetazo, mi mejilla izquierda quema, pero no más que mi pecho. Todoroki se interpone en la única y estrecha salida que hay. Estático lo observo, quiero despedazarlo.

—Lo lamento. Pero de esta manera evitaré que Izuchan sufra más.

—¡Es Izuku Midoriya para ti! —grito enfurecido.

El sabor de la piel | Boku no hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora