34 💜 Neblina.

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El pasado nos frena

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Osomatsu salió del laboratorio de Dekapan acompañado de su segundo hermano, Karamatsu. Eran las tantas de la madrugada y recién habían logrado hallar con la traducción de la rara frase en el vídeo, tanto Iyami como Chibita habían sido inútiles en la traducción de esa simple frase, aunque por un lado el pequeño con curiosas marcas en sus mejillas intuyó que algo malo estaba pasando y ofreció su ayuda para lo que fuera.

El camino a casa estuvo envuelto por un silencio reflexivo, estaban frustrados, la molesta sensación de tener las manos atadas a la espalda ante la horrible situación en la que se encontraban los estaba sacando de quicio a ambos. Las reglas que imponía la carta no eran de ayuda:

- No llamar a la policía.
- No llegar tarde.
- Solo uno vendrá.
* De no ser respetadas, no las volverán a ver. Mientras mejor se comporten nada malo les volverá a pasar.

Por petición del mayor, se detuvieron en el supuesto puente de encuentro a tomar algo de aire, con la nota en la mano Osomatsu se apoyó en la orilla para mirar la corriente del río.

—Karamatsu, ¿puedo hacerte una pregunta? —preguntó luego de varios minutos de silencio, sacando al menor de su ensoñación.

—Lo que quieras.

—¿Crees que pueda hacerlo? —preguntó sorprendiendo al menor. Karamatsu se apoyó en la orilla del puente al lado de Osomatsu, él se hacía exactamente la misma pregunta, desde que logró reconocer por completo al hombre, lo único que venía a su memoria era malos recuerdos, no se imaginaba como lo podría estar pasando el contrario.

—¿Lo dices por Tougou? —el de rojo asintió ido, sin despegar la mirada del papel—, Claro que puedes, no por nada sigues siendo nuestro líder —intentó animarlo apoyando una mano en su hombro, pero esta vez ni él se sentía confiable.

—No estoy seguro esta vez... —murmuró—, Tengo ganas de destrozarlo con mis propias manos, pero... solo consigo verlo desde abajo —confesó.

Karamatsu quedó helado, las manos de Osomatsu temblaban y no dejaba de mirar un punto muerto. Sin pensarlo le dio una palmada en la espalda dejando que lo primero que se le vino a la mente saliera, tal vez si actuaba como el Karamatsu de siempre este recuperaría un poco de fuerza.

—Hey, no te preocupes. Todo saldrá bien, estamos los seis juntos en esto —señaló con una sonrisa—. Nada les va a pasar, te lo aseguro.

Osomatsu se giró a verlo queriendo replicar pero no pudo contener su risa, bufó divertido ante la dolorosa expresión que mantenía el de azul. Karamatsu lo miró confundido, y sin pillar el chiste, suspiró aliviado de oír al contrario reír.

—Me sorprende como lo haces —susurró apoyando el rostro en el dorso de su mano, le pesaban los hombros de lo preocupado que estaba, el mayor presentó su duda con una corta mirada—. A pesar de toda esta... mierda, hay momentos en los que te llegas a ver tan seguro, es como si no te sintieras atrapado.

—Eso es mentira —interrumpió el mayor—, Claro que también estoy muy preocupado, quién sabe qué cosas hará ese tipo si fue capaz de mandarnos ese regalito —soltó una risilla sin gracia, haciendo añicos la nota que les entregó Dekapan—, Pero creo que eso es algo que hago sin notarlo, el verme seguro ante cualquier situación logra que los pequeños confíen en que todo saldrá bien y eso en parte me ayuda, para eso estoy, creo...

Se quedó un segundo en silencio pensando en la cursilería que acababa de soltar, sintiendo un poco de repugnancia hacia sí mismo se giró para ver la cara de su hermano menor. Karamatsu estaba llorando como solo Karamatsu sabe hacerlo, provocándole risas y dolor a su hermano mayor.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora