48 💜 Existe una diferencia.

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Deseo egoísta

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La sorpresa los tenía mudos, el temor se alojaba con fuerza en las gargantas de los cinco chicos, que estáticos miraban como con una inocente sonrisa Akira leía curiosa el nombre en el CD.

—¿"Reunión"? —habló—, ¿es alguna película?, ¿de qué va? —curioseó intercalando su mirada entre los hermanos, pero ninguno fue capaz de hablar.

—No sabía que teníamos esa película —comentó ___-chan con notable curiosidad, si la habían comprado o rentado tenía ganas de verla.

—E-eso es... —Choromatsu se apresuró a decir algo, conocía el interés de la chiquilla por ver película que se le cruzara en frente y lo que menos quería, lo que en realidad nadie quería, era volver a poner ese CD, menos frente a ella. Mala suerte que no se le ocurriera nada con que mentir.

—Akira-chan, ¡la encontraste! —cuatro agitados pares de ojos se posaron en su figura, de pie, sonriente; caminó hacia la chica de pelo corto—, Ya no sabía dónde más buscarla —añadió arrebatando el delgado objeto de las manos contrarias.

—Como que me da miedo preguntar —señaló Meiko, notando la mirada de los demás—, Pero, ¿qué es?

—Una película porno —anunció sin escrúpulos, dedicándole una mirada a Meiko a medida avanzaba por la habitación—, Es muy buena, trata sobre una hija única que-

—¡Hey, hey! —exclamó al ver lo emocionado que se había puesto el contrario por contar algo que medio universo no quería saber—. ¡Vete de aquí, depravado! No tenemos por qué enterarnos de tus fetiches raros —mandó, acercándose a Akira.

—Pero si tú fuiste la que-

—No, no, ya lárgate. No vuelvas a acercarte a la pequeña e inocente de Akira de nuevo —demandó acariciando de forma protectora el cabello de la chica.

Sonriendo con gracia, Osomatsu salió de la habitación sin mirar atrás.

—Isaya-san ya no me tendrá en la lista negra —festejaba por el pasillo de la casa.

Con el mayor ya lejos, Meiko giro su rostro casi tan rápido como un robot hacia el de verde, quien al verla ya sabía que se metería con él.

—Era tuyo, ¿no? —cuestionó en su dirección.

—¿Qué?

—Fuiste el primero en saltar cuando viste que Akira lo tomó —declaró apuntando a la chica, que en algún momento había escapado de sus brazos y prendía el televisor con angustia—, Deberías tener cuidado con tus cosas, ¿no lo crees, Pajerovski-san? —bromeó.

Choromatsu se quedó boquiabierto, la quijada le temblaba de la vergüenza por la impresión que le daba a la chica; Todomatsu no soportó más y finalmente carcajeó por la situación, aliviando así el ambiente. Choromatsu soltó excusas por doquier ante lo dicho, pero todos la conocían, Meiko no le creería ni aunque el gobernador le pagara; y exhausto se despegó de los papeles para comer.

Con el estómago lleno y varias sonrisas, las visitas se despedían de la familia mientras ___-chan las esperaba en la entrada del hogar, habían disfrutado de una buena cena, Matsuyo siempre estaba dispuesta a pasar tiempo con las chicas, les tenía mucho cariño.

—Hablo muy en serio cuando digo que, en el momento que esas ternuritas crezcan, obligatoriamente me tienes que dar dos —exigió Meiko.

—Quisiera tanto poder tener un gatito —lloriqueo Akira a su lado, juntando sus manos teniendo presente los maullidos de los pequeños.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora