Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」

19 💜 Mi primera sonrisa.

❝A colores pastel❞

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El cálido ambiente que se tiene hace varios días avecinaba la pronta llegada de la primavera a la ciudad. La nieve había dejado de caer hace unas pocas semanas permitiendo que se retomaran esas alegres reuniones que acostumbraban en la noche, junto a su rústica fogata mientras esperaban que la comida estuviera lista y las posibilidades de enfermar eran menores.

Ese día era muy especial para ___, era su primera vez yendo al cine y la emoción que tenía era tanta que no le había negado ninguna foto a Todomatsu. El grupo estaba conformado por los sextillizos y ella en el centro de la ciudad, se encontraban buscando como llegar al cine donde se estrenaría una película de miedo que todos querían ver desde que se anunció.

Choromatsu hacía de guía con un mapa de la ciudad entre sus manos, siendo frecuentemente molestado por su hermano mayor, Karamatsu no había evitado colocarse sus queridos pantalones de lentejuelas, todos, excepto ___ que no conocía bien las reglas de los cines, estaban seguros de que no lo dejarían entrar siquiera a la sala.

Esperando a que el semáforo cambiara de color ___ se aferró al brazo de Ichimatsu, este algo avergonzado se dejó hacer, la falta de reconocimiento de ___ por la importancia de lo que es el "espacio personal" para la gente en Japón es algo a lo que Ichimatsu trata actualmente de acostumbrarse, ya trató de enseñarle sobre la proximidad pero sencillamente no entraba en su cabeza, en ninguna de las dos, resultaba más difícil que hacer que Jyushimatsu guardara un secreto y vaya que eso era complicado.

___ miraba a ambos lados de la calle, hace unas semanas había aprendido diferentes nombres de medios de transporte, lo que no había complicado tanto, el problema estaba en que le costaba un poco diferenciarlos, cosas como camioneta y camión eran un error frecuente.

Mientras hablaban entre ellas identificando cada uno de los medios que pasaban por la calle, algo llamó bastante su atención, a unos metros de ellos había una fila de pequeños niños que se tomaban de las manos, vestidos con la misma cotóna azul con blanco, el mismo gorro amarillo pálido y la misma mochila; eran acompañados por dos mujeres de gentil rostro, la que estaba delante de la fila llevaba un letrero en una mano y en la otra sostenía la mano de un pequeño, la que se encontraba atrás hablaba con una niña de dos coletas bajas mientras caminaban tomadas de la mano.

Detuvo su vista en la última mujer, de la cual su larga cabellera castaña, su cálida sonrisa y amables facciones le dieron un cosquilleo a su memoria.

—No puede ser... —susurró la ___ mayor, quien se encontraba sentada dentro de la mente.

La fila de pequeños se iba acercando a ellos colocando algo ansiosa a la chica que no sabía el por qué las emociones de la mayor se colaban en su ser.

—Esa mujer... me resulta muy familiar —titubeó la ___ menor, creyendo que la extraña sensación que le provocaba era por esa razón.

—Oh, por Kami.

Sin poder evitarlo soltó lentamente el brazo de Ichimatsu, logrando que la atención de este se fijará en ella. Estática en su puesto observó como la fila de niños se detenía a unos pasos de ella, y como la amable mujer se daba cuenta de su presencia y de cómo no le había apartado la mirada de encima. Durante el cruce de miradas ___ dio unos pasos cortos hacia la mujer, insegura de querer complacer el pequeño capricho que le surgió la duda sobre la actitud de la mayor, Ichimatsu alargó el brazo tratando de sostenerla preocupado sobre su comportamiento pero no la alcanzó.

___ se alejó con brusquedad del grupo para quedar de frente a la mujer que le dedicó una mirada de arriba a abajo, un poco sorprendida. Traía puesto el vestido que guardó por años en la caja, de color melón, sin mangas, un cinturón negro que rodeaba su cintura y una falda burbuja que le llegaba a la mitad del muslo; borde que originalmente le llegaba a las rodillas.