¡Y todo por una apuesta! |Niam| (Reescrita)

Capítulo 2:

—¡Espero que sea una broma, Tomlinson! —habló el rubio, casi gritando.

El mayor soltó una risa y Niall se enojó aún más con el castaño.

—No, Niall, no es broma —respondió simple.

—¿Pero por qué yo, eh? ¡Pudiste haber sido tú, idiota!

—No —hizo una mueca—, a mí no me van esas cosas.

—¿¡Qué te pasa!? ¿Y crees que a mí sí, eh?

—Ya es una apuesta. Además, tú te verías lindo... eres más como... no sé, eres bonito, y a ti te quedan esas cosas —aseguró.

—¡Bonito suena como a chica, y no soy una chica! ¡No soy bonito!

—Tranquilo, tú mismo dijiste que el usar eso no era para avergonzarse, ¿no? No te quejes.

—Sí, yo lo dije. Pero no creí llegar a usar una corona de flores. Está bien que un chico al que le gusta usarlas se las ponga, ¿vale? Y se les ve lindo a ellos. Pero a mí no me gusta usarlas, eso... eso no es lo mío.

—Ah, por favor —murmuró el Tomlinson.

—¿Qué?

—Eso es muy tu estilo, amigo, lo tienes que reconocer.

—¿Disculpa? —levantó una ceja—. ¿Yo con una corona de flores? —Louis asintió—. ¿En serio? —Louis volvió a asentir—. ¿Qué? No es verdad. Además, ¿Cómo se supone que voy a hacer esa cosa? —se cruzó de brazos

—Deja de quejarte, tienes dos días para hacerla, comprarla, o lo que sea —dijo de lo más relajado.

—Bien —bufó—. Solo porque es una buena causa, eh.

—¡Pues claro! Es como una protesta. Es algo bueno ¿lo ves? Apoyamos a los homosexuales, no nos gusta que los insulten por ser diferentes o gustarles otras cosas, ¡Y bam! Usas unas cuantas coronas de flores para demostrar que, aunque no seas gay, está bien usarlas, le guste a quien le guste, y eso sería como una pequeña protesta a nuestra manera,y eso igual a una buena causa. Y somos felices —sonrió.

—Bien —rodó los ojos—. ¿Entonces qué pasará con el que pierda?

Louis sonrió, con un destello de picardía en sus ojos. Recargó su hombro derecho contra el casillero mientras se cruzaba de brazos y esperaba la reacción del rubio.

—Oh no —murmuró Niall, negando con la cabeza—. Oh, no. Louis, otra de tus locuras no, por favor —rogó.

Louis soltó una risilla, porque Niall lo conocía demasiado bien.

—Mira, no es nada malo, ¿vale? —se encogió de hombros—, quizá —agachó la mirada, escondiendo esa sonrisilla.

—¿Cómo que quizá? ¿En qué te metiste ahora? —le cuestionó mirándolo fijamente.

—En Styles —susurró.

—¿¡Qué!?

—Que si te digo... —dijo rápidamente, acercándose demasiado a su amigo—. ¿Guardarías el secreto? —levantó una ceja, divertido y cuestionándolo. El rubio asintió—. Bien... lo primero: el que pierda tendrá que vestirse con todo y el equipo de chica por todo un día.

El rubio soltó un bufido.

—Y, um, Styles dijo que si nuestro equipo perdía, el mejor jugador de fútbol pasaría a su equipo —murmuró desinteresado.

—¿Qué? ¡No, eso no! Tú detestas basquetbol.

—Eso no es lo que me preocupa, no voy a perder —dijo orgulloso—. Lo sabes. Además, él estará más preocupado por lo que le espera —sonrió.