¡Y todo por una apuesta! |Niam| (Reescrita)

Capítulo 36:

El rubio no se movió ni un poco cuando sintió la mano posarse en su hombro, pero sí intentó regular su respiración. Sentía las gotas de lluvia caer sobre su cuerpo y sin darse cuenta, más lágrimas salieron de sus ojos azules.

Abrió los ojos lentamente, que ni siquiera supo cuando se habían cerrado, y la mano en su hombro se alejó, de reojo vio la figura de Liam caminar en frente suyo para poder mirarse. Vio la mano de Liam levantando suavemente su mentón y él no quiso verlo a los ojos, pero al mismo tiempo era lo único que quería en ese momento.

Fue entonces que cuando se encontraron ambas miradas que Niall pudo ver la expresión que tenía el mayor en su rostro, y tragó en seco, apretando sus labios.

—Sí me escuchaste, ¿verdad? —susurró.

El Horan volvió a agachar la cabeza y asintió, no sabía qué responder. Miles y miles de preguntas empezaron a rondar por su cabeza. Era obvio que lo que sentía por el castaño era muy fuerte, le tenía un gran cariño. Y era cierto que era la única persona que lo hacía sentir muy bien con solo escuchar su nombre, pero, ¿lo amaba? ¿En verdad lo amaba?

El cariño no era, definitivamente muy fuerte como para decir te amo, pero los sentimientos y cosas que Liam le hacía sentir eran... ¿Cómo explicarlo? ¿Cómo saberlo?

Niall vio a Liam acercarse más a él, y volvió a levantar su mirada como segundos antes lo había hecho. Sus miradas se volvieron a encontrar y Niall de verdad lo veía, en los ojos del chico se podía ver todo lo que sentía por él. Aunque en parte lo asustaba, era demasiado hermoso.

En un movimiento rápido el castaño se acercó a besarle en los labios, no importándole nada más que ese pequeño rubio. Su beso fue correspondido casi al instante, haciéndoles sentir a ambos esa bonita sensación en el estómago.

El rubio ahí lo supo y el castaño también lo notó. Ambos sentían lo mismo el uno por el otro, y ese algo, sin duda era una sensación muy fuerte, que no sólo era cariño.

Era amor.

…

La gente murmuraba sin discreción alguna tras su paso. Todas las personas los miraban fijamente, tal vez no sólo por el hecho de que iban caminando juntos,  quizá el delineado negro en los ojos del rubio era lo que llamaba en parte su atención. Más bien era el hecho de sus manos, esas que estaban firmemente entrelazadas, y esa sonrisa en la cara de ambos que tampoco podría pasar desapercibida por ninguna persona que los volteaba a ver caminando por los pasillos.

La mayoría tenía pura sorpresa en los ojos, algunos parecían más bien emocionados, algunos otros decepcionados o tristes, pero sea lo que fuere que tuvieran pintado en sus ojos, todos hablaban de ello.

Niall Horan y Liam Payne iban agarrados de la mano ¡de la mano! Con los dedos entrelazados, y sonriéndose tiernamente de ves en cuando.

—¿Es lo que esperabas? —murmuró Liam.

—Se acerca bastante —respondió, guiñándole un ojo. Liam soltó una risilla sin apartarle la mirada de encima.

—Demonios —susurró Liam—. ¿Tienes idea de lo condenadamente bien que te luce ese delineado en los ojos?

Niall soltó una risa.

—De hecho no es la primera vez que me lo dicen —dijo sonriendo.

—No me sorprende.

Por supuesto que todo ese show tampoco pasó desapercibido por cierta chica rubia que estaba recargada en el casillero del Payne, al parecer, esperándolo. Niall Horan frunció el ceño al verla, pero sintió a Liam besar la comisura de sus labios, sonriéndole, porque sabía que la chica miraba todos sus movimientos, y seguro que miraría aquel.