Capítulo 30:

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La habitación se encontraba en una profunda y agradable oscuridad, apenas el sonido de la respiración era audible, pero no era molesto. El lugar parecía calmado, y por fuera lo era, aunque no la mente de Niall Horan, que aunque descansaba tranquilamente recostado boca arriba sobre su cómoda y cálida cama, dentro de su cabeza todo era un caos. Sus ojos fijos en el apenas visible decorado sobre la pintura blanca de su, extrañamente repentino, e interesante techo, hacían parecer el ambiente relajante. Pero no era así, ni de cerca.

Hacía como cuatro o cinco horas atrás aproximadamente que todos en su casa se habían ido a dormir y habían caído rendidos sobre sus camas casi al instante en que las tocaron. Todos ellos descansaban plácidamente y bien abrigados bajo sus cobijas. Todos excepto él.

Eran casi las 3:00 am y Niall simplemente no lograba conciliar el sueño, podría haber muchas razones, pues había llegado del baile organizado para el 14 de febrero, y era normal que un adolescente se encontrara sin poder conciliar el sueño después de haber bailado, y pasado toda una tarde con la persona que la tenía tan enamorada, y entusiasmada por celebrar esa fecha... Sí, tal vez. Pero aquel no era el caso de Niall, desafortunadamente.

Se había puesto algunas excusas para explicarse a sí mismo porqué no lograba dormir, como que no podía porque simplemente no se había cansado tanto durante el día. O que las tres tazas de café que había bebido aquella mañana eran las responsables de tenerlo despierto. Pero la verdad era que tal vez la razón de su insomnio se debía a que en su regazo descansaba la bonita corona de flores que Liam Payne le había obsequiado esa misma noche, y en su dedo anular aún se encontraba el anillo de plástico que, no oficialmente, era una prueba de que se había casado con Charlie Evans.

O tal vez ninguno de esos objetos no tenían nada que ver con que aún no pudiera cerrar los ojos para disponerse a dormir. Además, ¿por qué tenía que tener una razón para explicarse a sí mismo la ausencia de sueño?

Durante el transcurso de las últimas cinco horas había estado intentando leer alguno de sus muchos libros, pero desde que había abierto uno sin importarle cual era su titulo sabía que no le prestaría la más mínima atención a esas letras impresas en papel. Y cerró el libro y lo guardo en un cajón de su escritorio que estaba al lado de su cama, sin preguntarse siquiera si lo volvería a leer los siguientes días. Porque en ese cajón donde lo había dejado solo guardaba los libros que continuarían en su lectura hasta terminarlos.

Intentó también distraerse un poco en algunos redes sociales, como Facebook, pero tampoco dio resultado, ya que tomo lo que, apenas miraba, le resultaba aburrido, o no era lo suficientemente interesante para llamar su atención.

Entre más estaba en el profundo silencio más sabía que el anillo y la corona no eran lo que lo tenía tan confundido a altas horas de la madrugada, más bien eran las personas a quienes pertenecían los recuerdos de esos objetos, y lo que significaban para él tenerlos.

No habían pasado más que diez horas desde que Charlie había decidido terminar una relación, sin que siquiera hubiera esta existido. Y su corazón le decía que algo le hacia falta. Su mente le decía que era lo correcto. Y Niall no estaba muy seguro de si todo era verdad o no.

Por otro lado, el haber tenido una agradable platica con el chico que, aparentemente, aún quería, había sido, además de lindo, un poco confuso. No hacía muchas semanas atrás Niall habría asegurado, sin estar del todo seguro, que ya no pensaba en Liam como pareja, que solo lo quería como a un amigo, eso habría dicho también de Charlie Evans. Pero los últimos acontecimientos obviamente le gritaban en la cara lo equivocado que estaba, y que no importaba cuantas veces quisiera disfrazar sus verdaderos sentimientos hacia ambos chicos, la verdad tarde o temprano siempre gana.

Pero había otras cuestiones que irrumpían por la ventana sin su permiso por las noches. La razón, o razones desconocidas por las que Liam se comportaba de manera tan extraña. Era cierto que ambos se habían alejado del otro debido a su rompimiento, era de esperarse, e incluso también por el estado de salud de la señora Horan, pero Niall no conocía la segunda parte de la historia, el punto de vista de Liam durante esos meses eran desconocidos para él. No sabía qué había ocurrido con Liam durante ese tiempo, que precisamente había sido cuando los sentimientos de Charlie habían salido, sin siquiera planearlo, a la luz.

De la boca de Niall salió un suspiro, y se acomodo de costado en su cama, poniendo los dos objetos que descansaban en su regazo sobre el colchón, justo a la altura de su pecho. Sus dedos rozaban los pétalos de rosa que formaban la corona, y sus ojos miraban con detenimiento el sencillo anillo de plástico, con la imagen de las dos personas que actualmente estaban muy presentes en su mente y corazón.

«¿En qué lío te has metido, Niall Horan?» se dijo a sí mismo en su mente.

Acomodó los objetos en su escritorio para disponerse al fin a dormir, y fue ahí cuando recordó apenas que nada más llegar del baile se había dirigido y encerrado en su habitación, y nada más haber entrado a esta se había tirado en la cama sin cambiarse la ropa. Y como la pereza dominaba casi siempre su cuerpo, lo único que hizo fue quitarse los zapatos y la chaqueta negra, se quitó el cinturón, y des abotonó los primeros botones de su camisa. Luego volvió a recostarse sobre la cama, y colocó sobre su cuerpo las cobijas.

Agradeció que fuera un día sábado y que no tuviera ningún plan para hacer más que poder dormir hasta tarde, y que no fuera uno de esos lunes que tanto detestaba por levantarse tan temprano.

Cerró los ojos convenciéndose de que estaba cansado, y que de verdad tenía que dormir sí o sí. Pero una repentina cuestión le hizo retrasar aún más su hora de sueño.

Hacía no más de una semana Payne se había lastimado la pierna por, según él, uno de los amigos de Daniels que había provocado su caída por las escaleras. Y de una manera accidental Niall había descubierto que el chico tomaba anti-depresivos, y estaba seguro que no le habían recetado eso para su pierna, porque además de que era evidente, no tenía nada que ver una cosa con la otra.

Se dijo a sí mismo que debía averiguar la razón de que Liam tomara ese medicamento, porque además de ser un tema muy delicado y preocupante, seguro que tenía mucho que ver con el repentino estado de ánimo del muchacho. Debía ser algo grave si lo que fuese que tuviera le había hecho descuidar demasiado su estado de salud.

Aunque quiso una vez más dejar que su mente descansara de una vez, se encontró de nuevo pensando en un sin fin de cosas, y estaba seguro de que el sueño tardaría mucho en llegar.

Se colocó los auriculares, conectó estos a su celular, y puso alguna canción random con el volumen más bajo que se pudiera poner, y cerró los ojos. En cuestión de minutos se encontraba soñando, y ni siquiera se había dado cuenta de cuando se había quedado dormido.





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AngelPsicopatta
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¡Y todo por una apuesta! |Niam| (Reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora