Capítulo 38:

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Había pasado casi un mes cuando Niall despertó esa mañana, habían pasado 28 días en los que no había vuelto a ver a Liam. Y sólo había recibido un mensaje de texto durante ese tiempo. Niall había estado pensando preocupadamente en todo, y supuso que la hermana de la madre de Liam había fallecido, pero algo más grave estaba ocurriendo.

La noche anterior su mente había intentado imaginar un millón de escenarios posibles ante la grave situación de Liam Payne.

Él le dijo a través de un mensaje que su padre, a quien no consideraba como tal, los había encontrado. Niall supuso que Liam, su madre y hermana se habían ido a algún lugar al enterarse, dado el pasado que compartieron, aunque Niall se cuestionó si era un lugar que habían planeado con anterioridad.

Niall imaginó a la familia Payne haciendo las maletas rápidamente al enterarse de la noticia cuando Liam llegó con ellas, iban saliendo de alguna casa u hotel, entrando en un auto o dirigiéndose a la estación de autobuses, trenes, incluso al aeropuerto, daba igual el transporte porque estarían huyendo. Se los imaginó llegando a un destino desconocido, cambiando de nombres, cambiando de imagen, deshaciéndose de todo lo que los unía al pasado, para así perder un rastro. Imaginó a Liam muy lejos... imaginó, en un estado de desesperación, algo horrible que se obligó a descartar de inmediato antes de obsesionarse con ello y ponerse aún más nervioso y preocupado de lo que ya estaba.

La gente a su alrededor también parecía preocupada, su madre, Maura Horan por ejemplo, le había cuestionado un par de cosas respecto al tema. La gente del instituto lo miraba de manera extraña murmurando entre susurros y especulando cosas sin sentido, habían empezado a correr rumores. Los más cercanos a él, su grupo de amigos, cuestionaban un sin fin de cosas, pues estaban bastante preocupados porque la familia Payne se había ido casi a escondidas. Y Niall, en todas y cada una de las cuestiones nunca supo que responder exactamente.

Había dicho a sus amigos que Liam y su familia tenían problemas familiares, habían perdido a alguien bastante cercano a ellos. Lo cual no era una mentira del todo, sólo había omitido la parte en donde el padre de Liam, un hombre agresivo y adicto a la bebida, estaba obsesionado con su ex-familia y quería verlos muertos por haberlo abandonado... pero sólo eso.

Pensó en todo lo que había imaginado mientras se levantaba de su cama y caminaba hacia la ducha, salía, se vestía, agarraba su mochila, bajaba las escaleras y salía de casa.

Se preparó mentalmente para ignorar todo lo que viera y escuchara a su alrededor, nada de el tipo de comentarios que hacían le servían de algo. Así que respiró profundamente, y entró casi cabizbajo.

Al momento de pasar por las puertas del instituto notó por primera vez desde hacía varios días que los estudiantes lo ignoraban al pasar junto a ellos. La mayoría caminaba por el pasillo principal para dirigirse hacia la oficina del director. Algunos eran discretos, pero varios estaban casi amontonados intentando enterarse de algo.

Todos murmuraban tan bajo entre sí que Niall no lograba entender una sola palabra. Incluso empezaba a sentirse abrumado al estar rodeado de tantas personas actuando así.

Un sentimiento de alerta se despertó dentro suyo de golpe, que no supo interpretar.

Cuando alguien tocó su hombro se sobresaltó, dio un paso hacia atrás para alejar de su hombro el toque de la mano ajena. Al ver quien era frunció el ceño, porque Charlie Evans lo miraba con preocupación y algo más que Niall no pudo descifrar. Empezaba a confundirse que ni siquiera lograba entender esa expresión.

—¿Qué pasó? ¿Por qué todos están así? —murmuró confundido a su amigo.

Charlie volvió a poner una mano sobre su hombro, y se inclino para hablarle en voz baja al oído, mientras bajaba la mano del hombro a su brazo y lo sostuvo firme.

¡Y todo por una apuesta! |Niam| (Reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora