Capítulo 6:

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—¡¡¡Niall, Niall!!! —gritó una chica.

El muchacho se detuvo, apretó los dientes haciendo una mueca. Y cuando volteó fingió una sonrisa ante la pelinegra que lo miraba alegre. «No puede ser ¿ahora por qué?» Se lamentó, mientras daba pequeños pasos hacia atrás.

—Lauren, hola —la saludó, fingiendo sorpresa.

—Hola Niall —su sonrisa se ensanchó. A simple vista se notaba que ella estaba muerta por el grandísimo Niall Horan—. ¿Cómo estás? —se acercó al rubio para besarle, pero este se movió al ver que la chica iba directo a sus labios, aunque sintió que besó la comisura de sus labios, no le dijo nada—. No te he visto en semanas, ¿todo bien? —agarró un mechón de su largo cabello negro y lo enrollo en sus dedos.

—Bueno, sí, todo bien, ¿y tú? —volteó hacia las personas intentando encontrar al castaño con la mirada—. ¿Cómo has estado? —preguntó, sin verla.

La chica se le acercó demasiado y Niall se puso nervioso al verla, dando pasos hacia atrás. No es que aquella chica le molestara o algo parecido, era muy linda, dulce, simpatica y todo eso. Bastante atractiva, a decir verdad, tenía un cuerpo muy curvilineo. No era demasiado delgada, pero tampoco era gorda. De hecho, Niall consideraba que las chicas así eran justo su estilo. Pero por alguna razón a él no le llamaba la atención la chica.

—¡Vaya! ¿Así que los rumores eran ciertos? ¡Traes puesta una corona de flores! Es tan linda... ¿A caso eres...? —pero no terminó su pregunta. Niall al mirarla supo de qué hablaba.

—¿Si soy...? —cuestionó bajito.

—Ya sabes... —murmuró—. ¿Gay?

—Uh... bueno, yo —no supo cómo responder aquello. Y antes de que pudiera pensar en algo, la chica habló de nuevo.

—Está bien, no respondas —sonrió después de algunos segundos, y antes de que le respondieran, volvió a hablar—. ¿Tienes algo que hacer en la tarde?

—Uh... yo, sí... tengo demasiada tarea —mintió, y pudo ver un poco de tristeza en la mirada de la chica. No quería ser malo con ella y decirle que sí podían salir, ilusionarla, y luego decirle que no la quería cómo algo más que amigos. No sería justo para ella.

—Oh, entiendo, ¿podríamos estudiar juntos, tal vez? —se podía ver el brillito en sus ojos y la emoción se le desbordaba porque Niall le dijera que sí.

El rubio se sintió culpable y comenzó a ponerse un poco incómodo.

—Yo no... —volvió a buscar al castaño con la mirada, olvidándose por un momento de que la chica frente suyo esperaba una respuesta.

—Niall —lo llamó, jalándolo suave del brazo.

—Bueno, es que... yo no...

La mirada de la chica se horrorizó, no podía decirle que no. Simplemente no podía.

—Es que yo... —pero no siguió porque sintió que alguien besó dulcemente su mejilla.

La chica se quedó sin habla y solo miraba atenta la escena.

El rubio volteó hacia esa persona y (quizá) sintio un poquito de emoción al ver al castaño. Pero no se esforzó por disimularlo ni un poco. La chica lo notó y de repente se enceló.

—Hola —murmuró bajito y sonrió, casi soltando un suspiro.

—Hola, bebé, ¿Cómo estás? —volvió a acercarse para besarlo cerca de los labios—. Por cierto mi vida, te traje tu suéter —se lo extendió y pasó un brazo por la cintura del muchacho, acercándolo lo más que pudo, y viendo a la chica de reojo.

¡Y todo por una apuesta! |Niam| (Reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora