_ Mansión Malfoy _
Exactamente eran las 2:05 de la tarde cuando Draco atravesó la chimenea de la Mansión de sus padres con aire angustiado. Sinceramente, no estaba seguro de qué era lo que debía hacer, ni siquiera sabía si su madre estaba al tanto de toda esta situación, lo único que tenía claro era que necesitaba hallar el paradero de su esposa, necesitaba explicaciones que solo creería si ella misma, frente a frente se las escupía a la cara, pero no leídas en un pedazo de papel.
— ¡Madre! — Exclamó cuando divisó a Narcissa sentada en el sillón oscuro de fino cuero frente a la chimenea. Algo dentro de él le hizo pensar que estaba esperándole desde hacía unos minutos — Madre, no sabes lo que ha pasado… — En su voz había un deje de sorpresa y ansiedad que ni a él mismo le pasaban desapercibidos. Acortó la distancia existente entre ambos con varias zancadas.
La mujer no se había inmutado ante su presencia, permanecía sentada con las rodillas juntas y las manos posadas sobre ellas, mientras su mirada estaba fija en un punto invisible cerca de la chimenea. No tenía expresión en el rostro, no había felicidad ni tristeza, se veía totalmente neutra, no proyectaba nada. Parecía uno de esos muñecos sin vida que colocan los Muggle detrás de vitrinas para exhibir ropa a la venta... parecía una estatua. Draco sintió más preocupación de la que ya traía consigo antes de pisar la que había sido su casa tiempo atrás.
— ¿Por qué te demoraste tanto? — Reprochó a su hijo con voz indiferente cuando sintió que éste se arrodillaba frente a ella para mirarle mejor. El hombre no comprendió nada, tan solo posó su cabeza en las rodillas de su madre tratando de ocultar el dolor en sus ojos, el mismo que nunca pudo disfrazar frente a ella desde que era tan solo un chiquillo. A ella no le podía ocultar sus verdaderos sentimientos — Si tan solo hubieses aparecido 15 minutos antes... — Murmuró acogiendo a su hijo con amor, mientras deslizaba con suavidad sus dedos por los platinados cabellos del hombre que siempre, ante sus ojos, sería su pequeño e indefenso hijo.
Pasaron unos pocos minutos hasta que Draco descifró la realidad que no había percibido en la ultima intervención de sus madre. Alzó la cabeza con brusquedad y la miró a los ojos de forma penetrante y algo en su interior se removió al mirarlos inundados en lágrimas que se asomaban con intensión de librase, finalmente.
— Pero, ¿¡Qué está pasando?! No entiendo nada, ¿Realmente se fue? — Preguntó con desconsuelo y la mujer frente a él asintió una sola vez a la ultima interrogante que había escapado de los labios de su hijo — ¿¡Dónde está?! ¿¡POR QUÉ NO LA DETUVISTE?! — Le gritó a la cara con impotencia y rabia, sintiendo un escozor en sus ojos escandalosamente doloroso y una molesta humedad que le comenzaba a impedir ver con normalidad.
Sin sopesarlo, sintió en una de sus mejillas un anormal ardor que lo obligó a cerrar los ojos con fuerza. Había escuchado un fuerte sonido, luego tan solo sollozos. Extrañado fijó su mirada sobe su madre y notó como esta cubría su boca con ambas manos mientras una de ellas le temblaba más que la otra, además, percibió que de sus ojos finalmente caían la lágrimas que se habían acumulado en ellos.
Narcissa abofeteó a su hijo por primera vez en su vida y eso la lastimó tanto como si hubiese recibido la cachetada ella misma. Draco, sin embargo, nunca antes le había gritada a su madre de aquella manera tan altanera. Él sabía que había cometido un error, así que volvió a posar la cabeza en sus piernas y no pasó mucho tiempo hasta que sintió que ésta le abrazaba con fuerza. Los sollozos se habían multiplicado.
Se suponía que no debía decir nada, pero se trataba de su hijo. ¡Por Merlín! Él estaba allí, junto a ella, destrozado en magnitudes inimaginables, eso lo podía adivinar cualquiera al mirar sus grisáceos ojos o tal vez, ella lo sabía porque lo conocía mejor que nadie. Tan solo le pedía respuestas con una suplica permanente en la mirada y ella tenía respuesta a todas y cada una de ellas, tan solo si pudiera decirlo... pero no, no podía, lo había jurado.
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Nunca dejamos de sorprendernos de la vida
FanficHola esta historia no es mia pero me gusto mucho y por eso se la quiero compartir "...Existe una hermosa unión entre Hermione y Draco, se aman como a nada en el mundo, pero un día ella recibió una carta que dio comenzo a la peor pesadilla para ambos...