Eres Mío

Lo lamento Peter

Pov.Harry
Regresé a la habitación donde estaba Peter, me partió el alma verlo de forma fetal sangrando por su entrada, y con lágrimas secas en su cara. Era una bestia por haber hecho daño a la persona que amo, no podía pedir perdón tan fácilmente sin que me odiara, soy un tonto sin remedio, ¿pero que podía hacer para que me perdonará?. Suspiré pesadamente, creo que lo mejor era dejarlo libre pero solo pensar que alguien merecía su amor me hacía enojar mucho, yo quería ser la única persona que lo amara.
-Lo lamentó Peter- murmuré, lágrimas salieron mis ojos, yo solo las limpiaba con la palma de la mano tratando de guardar la calma, quería salir a caminar para pensar mejor las cosas pero no quería dejarlo solo en esta cuarto de hotel, además qué tal y quería volver a escapar, yo no soportaría tenerlo lejos de mi, me acerqué a la cama, y acaricie los castaños cabellos, tenía miedo a perderlo que le termino haciendo daño, si quería que el me amara debería cambiar mi conducta por el bien de los dos. ¿Pero cómo hacerlo? Mire hacia la ventana y pude ver el destello de luz del amanecer colándose, di un último suspiro y salí de esa habitación. Lo mejor será dejarlo solo por un rato, volveré para ver cómo se encuentra.

Pov. Peter
Todo estaba oscuro, pero sentí que alguien me estaba acariciando el cabello, yo sabía que era Harry pero tenía miedo abrir los ojos y qué me volviera a torturar, sentí como se estaba alejando de mí, respire más tranquilo al escuchar la puerta abrirse. Abrí los ojos lentamente y ya no había rastro de él por la habitación, trate de moverme pero dolía mucho mi entrada, me senté lentamente tratando de no hacer movimientos bruscos. Una vez que logre sentarme pude observar mi maleta ya lista ¿qué raro yo no la deje así? ¿Lo habrá hecho Harry? ¿Pero porque lo haría? A lo mejor era una trampa para ver si huía y darme otra paliza como la de ayer.
Ignore eso y trate de levantarme para ir al baño y darme una buena ducha, pero con cada movimiento que daba yo sentía como una parte de mi ser moría. Una vez que llegue al baño encendí la regadera, me desvestí y uno vez ya desnudo entre al la ducha, me sentí muy bien al ver mis músculos relajarse, cuando termine agarre la toalla y me la amarre a la cadera, salí del baño y fui hacia mi maleta para poder vestirme, cuando la abrí pude ver una nota, ¿me preguntaba de quién era? La abrí lentamente y pude ver la letra de mi Tía May. No sabía cómo había llegado a mi mochila pero no me importó leí la palabra que decía "te quiero Peter" me sentí muy feliz al saber que ella me quería sin importar el que pasara - yo también- murmuré -pronto estaré contigo, eso es una promesa-.

Hasta la próxima.