Dulce y amargo amor (SuperCorp)

Parte 2

Después de que Lucy me contará acerca de que Lena había comprado CatCo, recibí un golpe de emociones, incluidos el coraje y rabia. En 5 años no había sabido nada de ella y quería mantenerlo así, nunca la busqué, puesto que dejó muy claro que nunca le había importado, supuse que había vuelto a Metrópolis con su madre, ya que nunca más la volví a ver en la ciudad. Todo este tiempo estuve bien, aprendí que odiarla significaba que aún estaba presente en mi vida y no quería eso, deje de lado el odio, pero aun sentía desprecio por ella, aprendí un nuevo estilo de vida y sin volver a amar a otra persona, pero solo saber que ahora era mi jefa, que la volvería a ver, causaron que me doliera el pecho como si una herida hubiese sido abierta. Necesitaba aire fresco, así que salí del apartamento, sentía las piernas entumecidas por lo que apresuré mi paso y me dirigí hacia el parque que está a dos calles de mi edificio, no sabía qué hora sería, pero empezaba a oscurecer. Sentí una persona detrás de mí, e imaginé que se trataba de Lucy, cuando me alcanzó no dijo nada, solo me acompañó en silencio. Hasta que me detuve y hablé.

− ¿La viste? ¿Hablaste con ella?

−No, una persona de LCorp se puso en contacto conmigo por recomendación de la misma Cat, siempre hubo un intermediario con el que me comunicaba, y él le daba toda la información a Luthor, claro que cuando supe de quien se trataba yo acepté el trabajo.

− Entonces, sabe que tú eres la persona que contrató. –afirmé, ella solo asintió, me mantuve callada por unos segundos.

Miré a Lucy, sus ojos verdes brillaban a la tenue luz de Nacional City. Temía preguntarle porque lo hizo, temía que después de tantos años ella aún me considerada como la persona a la que deseaba proteger. Y como si de una telepata se tratara, respondió a la pregunta que no me atreví a hacerle.

−Lo hice por ti −cuando lo dijo, tomó mis manos y me sonrió− Y claro por la paga, no te creas tan importante −soltó una risa, sabía cómo calmar la tensión y el nerviosismo que empezaba a sentir. Reí junto con ella y con mis pulgares di pequeñas caricias al dorso de sus manos.

−No es necesario que me protejas.

−Sabes que haría cualquier cosa por ti, y esta es una forma de volver a estar cerca de ti, de volver a la ciudad.

Vi a Lucy, era una chica que debido a su baja estatura, daba la sensación de ser una persona vulnerable, pero Lucy Lane era todo lo contrario, se trataba de una mujer fuerte y con gran determinación.

−No quiero que te vuelva a lastimar. Kara si tan solo tú me dieras una oportunidad, yo...

−Lucy no, por favor, no soy la indicada para ti −me maldecía mil veces, no merecía tan buenos sentimientos, no me merecía a Lucy. Ella cerró los ojos y supuse que se esforzó por no llorar.

−Solo permíteme estar cerca de ti. Solo quiero asegurarme que Luthor mantiene su distancia.

Ya no quería seguir hablando de esto, así que decidí cambiar el giro de la conversación.

−De acuerdo, pero prométeme que me llevarás de comer esos deliciosos rollos primavera. Claro no te quedan tan bien como a Lois... −Lucy me golpeó en el brazo, antes de que terminara la frase. Ambas reímos, extrañaba estos momentos con ella, Lucy sin duda era grandiosa y la mejor amiga que pudiese tener.

−Hablando de comida, debo hacer de cenar, ¿nos acompañas a mí y a Alex? −ella aceptó y regresamos al apartamento, pero antes le pedí que no mencionará nada acerca de la nueva dueña de CatCo, no quería que Alex se preocupará, se lo contaría después.

No podía dormir, desde la mención de Lena no había dejado de pensar en ella, me preguntaba como reaccionaria al tenerla frente a mí, ¿me recordaría o pasaría por alto que alguna vez tuvimos algo? ¿Qué le diría? ¿Sería capaz de reprocharle lo que hizo? Siempre pensé que merecía alguna explicación, después de todo fuimos novias por tres años, a veces dudaba si me había mentido todo ese tiempo y solo me había usado para divertirse, pero solo recordar todo lo que vivimos se me hacía ilógico que me engañara, también llegué a pensar que la ruptura se debió a su madre, nunca le agradé, pero de haber sido así, aborrecía a Lena por no haber tenido el valor de enfrentarse a su madre.