Parte 16

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Kara

Un fuerte punzón en la cabeza hizo que me llevará las manos a dónde sentía el dolor, un líquido tibio escurría por mi frente. Estaba sangrando. La vista se me nubló y lo único en lo que podía pensar es en la reprimenda que recibiré de mi hermana.

Aún me encontraba aturdida, pero estaba al tanto de que me habían guiado hasta un pequeño salón, una toalla húmeda era presionada sobre mi frente.

—Muy bien, parece que la herida no es profunda.

—Winn, ¿qué pasó?

—Sucedió algo increíble, le diste su merecido a Bellows, y quizás también es algo aterrador para tu carrera, aunque será mejor no hable sobre eso ahora.

—¡Winn! No digas esas cosas, la señorita Lena no permitirá ningún tipo de represalias —dijo Eve, quién llegaba con una bolsa de hielo. Mi amigo me dio una mirada de disculpa, colocó la bolsa de hielo sobre mi mano derecha, que empezaba a tornarse de un color morado.

—Tienes razón Eve, no sé en qué estaba pensando, además la señorita Luthor estaba muy preocupada por ti Kara.

Las escenas volvieron a mi mente, recordé lo que había hecho, como uno de los socios, Anthony Bellows le faltó el respeto a Lena y como yo le plantee un golpe. Eve y Winn seguían hablando, comentando lo sucedido, mi amigo estaba emocionado como habia propinado tremendo puñetazo a ese sujeto, su novia argumentaba que se lo merecía, un hombre que se sentía con el derecho de mirar, hablar, incluso tocar a una mujer sólo porque es rico y tiene ese derecho después de lo que su dinero ha hecho por CatCo. Lo cierto es que no se si hubiera hecho lo mismo si se tratara de alguien más, es decir, lo que hacen los hombres como él es asqueroso, pero que fuera Lena quien sufrió sus miradas y a quien le dijo todo eso, solo hacía que recordarlo mi coraje volviera.

—¿Dónde está ella? —pregunté, intentando ocultar mi cólera.

—Imra fue por un poco de agua —respondió Winn.

No era a ella a quien me refería, fue como si esa botella rompiéndose en mi cabeza actuara como un interruptor, estaba empezando a ver las cosas diferentes. No sé qué expresión habré mostrado, juro que la joven asistente se percató de que no era por ella por quién preguntaba.

—Ella está...

—Ya estoy aquí... —Eve no pudo continuar, fue interrumpida por la llegada de Imra, quien llegó con varias cosas, entre las que reconocí gasas y alcohol, ¿de dónde sacó todo eso? Empezó a revisar mi herida, la limpió, me dijo que la herida no era profunda pero aun así necesitaría asistir a una revisión médica. Le temo a los hospitales, por lo que ignoré lo que dijo y le pedí me pusiera un curita o cualquier cosa que no tuviera que entrar a mi piel. Al final me cubrió con una gasa.

—¿Dónde aprendiste a hacer eso?

—Soy estudiante de enfermería.

—¿Por qué no me lo habías dicho?

—Tu... Tú preferiste que no hablaríamos de nosotras —respondió mientras guardaba todo, vi en su mirada que algo le afectaba—. Quedaste como nueva —finalizó con una sonrisa.

—No lo sabía.

—No importa —respondió con tristeza.

Imra solo era un chica más en mi lista de conquistas, pero el no saber sobre ella de cierto modo me hizo sentir diferente. Quizás me estaba sobrepasando al salir con tantas mujeres solo para tener sexo, empezaba a ver qué está chica no era de ese tipo, ¿por qué había aceptado ser mi amante en turno?

Dulce y amargo amor (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora