Parte 8

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Hace 8 años...

Los días en la Universidad eran llevaderos, Kara había logrado adaptarse, no había hecho amigos pero estaba bien, no era algo que le importas. Durante sus años de secundaria nunca tuvo a nadie más que a Alex, Kara solía ser el centro de atención para recibir bullying, el hecho de que todos en Midvale se enteraran de que era adoptada desencadenó rumores de que era hija de unos asesinos, o que su padre biológico hizo bien en abandonarla, y que ella fue culpable de que los padres de Alex se hubiesen separado. ¿Quién en su sano juicio querría a aquellos compañeros como amigos? Por suerte contaba con su hermana Alex quien siempre le daba su apoyo y levantaba el ánimo, acompañada de un chocolate caliente para mimarla.

Kara estaba en la biblioteca, cuando una persona se sienta frente a ella. No levantó la vista, ya sabía de quién se trataba, era esa chica Lena Luthor, desde su primer día en la universidad es como si la joven estudiante de ingeniería se hubiese convertido en un tipo de acosador, a cada lugar dentro del campus que la rubia visitaba, estaba esa joven, en la cafetería, biblioteca, en el salón de clubs y clases extracurriculares. Kara se llevó las manos a sus gafas y se las acomodó, frunció el ceño al recordar que sus gafas se rompieron y Lena fue muy amable en reparárselos. La pelinegra se había ofrecido en llevarla hasta su casa, pero fue todo lo que sucedió, no cruzaron palabras. Después de eso pensó que ya no la vería, pues sus edificios estaban cada uno al extremo de la universidad. Sin embargo, ahí estaba como cada semana siendo una compañía en silencio. Kara la miró de reojo y notó como Lena simulaba leer un libro, sus verdes ojos estaban dirigidos a ella. De inmediato, bajó la vista y su rostro presentó un leve sonrojo, Lena sonrió ante ese tierno acto. Kara no lo sabía, pero Lena había estado creando un encuentro perfecto para invitarla a salir, por supuesto la Luthor aún no sé atrevía a pedírselo.


Actualidad

Lena

Había quedado con Ray para ir a celebrar mi primer día en CatCo, quedamos de vernos en un restaurante italiano que está a dos calles de la empresa. Ya era tarde, pasarían de las ocho de la noche.

No me apetecía salir, estaba exhausta física y emocionalmente, dirigir una empresa de medios no es cosa fácil, prefería estar cenando en casa, con ropa cómoda y leyendo un libro, pero Ray fue insistente y ya estaba en el lugar. Mientras esperaba a mi amigo, puse atención al restaurante, se trata de un lugar bastante bonito, Ray había hecho reservaciones, había decidido reservar una mesa al fondo del lugar, justo como me gusta, apartada un poco de los demás. Me di el tiempo de pensar acerca de la propuesta de Grant, de ofrecer una fiesta, la verdad es que no era mala idea, de esa forma podría convivir con mis empleados fuera de lo laboral. Un mesero se acercó a mi mesa con una bebida, a pesar de que había mencionado al llegar que esperaba a alguien y que no ordenaría hasta que mi acompañante estuviese presente.

—No he ordenado nada por el momento —dije de forma amable.

—Señorita Luthor esta bebida es cortesía del señor que se encuentra en aquella mesa —respondió dejando la bebida sobre la mesa y señalando con la cabeza a una persona a tres mesas de la mía, no me dio tiempo de ver hacia donde el joven se había referido pues este habló rápido, para después retirarse—. Le desea pasé un excelente velada. Con su permiso.

Dirigí mi vista hacia donde había indicado el joven mesero, no reconocí a nadie, hasta que vi un hombre mirando hacia mi mesa. Se trataba de Morgan Edge, levantaba una copa de su mano en mi dirección en señal de "salud". Al cruzar miradas, se puso de pie y se presentó ante mi. Solo su mera presencia terminó con la poca paz que había conseguido al salir de Metrópolis.

Dulce y amargo amor (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora