Parte 20

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Lena

Mi madre, la mujer que menos deseaba en este lugar había venido en contra de mi voluntad.

—Disculpe señorita Lena, ella entró sin ser anunciada —dijo mi joven asistente.

—Está bien Eve. Por cierto ya puedes retirarte, gracias.

Espere a que la rubia nos dejara a solas.

—¿Qué estás haciendo aquí madre? Se supone que nos veríamos para cenar.

Mi madre caminó hasta a mí y se detuvo a pasos del balcón. De pequeña su porte autoritario me aterraba, con sólo estar en la misma habitación, me obligaba a sentarme bien, corregía mi postura y mi forma de hablar, mi mentón siempre debía estar alzado y debía mirar a todos por debajo de mí. Ella era todo lo que nunca deseé ser.

—Se supone que tú estarías ocupada pero ya no lo estas —respondió.

—En ese caso, bienvenida Madre —la saludé con un beso en la mejilla pero ella solo disimulo dármelo.

—No perdamos el tiempo, sabes bien porque estoy aquí.

—No volveré a Metrópolis, si es lo que esperas —dije con dureza.

—Eres dueña de LCorp, no puedes dejarla en las manos de esos hombres.

—Esos hombres madre, son amigos de la familia y están haciendo un trabajo excelente.

—No son Luthor. Contrata a alguien más, eso no es problema. LCorp te necesita. Tu padre y tu hermano no trabajaron por años sólo para que tú acabes con todo eso por un capricho.

—¿Tendremos esta conversación una vez más? —estaba impaciente y cansada como para soportar sus prejuicios.

—No, claro que no. Discúlpame hija —dijo con total falsedad.

Ella me mostró su típica sonrisa, ella lo sabía, siempre estaba al tanto de todas mis decisiones, aún desconocía como lo sabía. Mi madre no era ninguna tonta, sólo que esta vez no tenía forma de manipularme.

—Quería ver este lugar, no es tan impresionante como lo pintan en las revistas —observó a su alrededor como si estuviera rodeada de un ambiente maloliente—. Y asegurarme de que esa tal Kara Danvers no vuelva acercarse a ti.



Lucy

Volví a la oficina de Lena, había pasado por alto unos documentos que requerían su firma para ser enviados a los abogados de Daxam International, en cuanto antes estuvieran firmados y sellados podrían ser enviados mañana por la mañana. Todos estaban yéndose, los cubículos estaban casi vacíos sino fuera por un par de empleados. La oficina de Lena se encontraba abierta, estaba segura que no se había ido, Luthor sí que se toma el trabajo en serio, desde que trabajo con ella no ha habido día que se fuese temprano. Me aseguré de que los papeles estuvieran en orden, estaba por llamar a Lena, cuando escuché que estaba con alguien en el balcón. No estaba bien que estuviera escuchando conversaciones ajenas, estaba por retirarme cuando el nombre de Kara fue mencionado. Me mantuve en silencio.

—¿Lo sabías? —Lena se escuchaba molesta—. ¿Te atreviste a investigarla?

—La estuve siguiendo por los próximos años, necesitaba asegurarme que esa niña no volviera a tu vida.

—Yo cumplí con lo que me pediste. La dejé e hice lo peor para que ella no volviera a mí. La lastimé frente a todos sus amigos y familia. ¿No te fue suficiente? —la voz de Lena se quebró, pude percibir que estaba a punto de llorar.

—Hubiera cumplido con mis amenazas, y no estaríamos en esta situación. Por Dios Lena, compraste esta estúpida compañía sólo para estar con ella, te conozco, yo no me tragó ese cuento de revelar la verdad con la prensa.

—Si madre, estoy aquí por ella y voy a recuperarla porque la sigo amando. Pudiste alejarme de ella por años, sólo porque no pertenecía a nuestra clase. Puedes volver a amenazarme, pero ahora tengo el poder y fuerza suficiente para protegerla a ella y a su familia.

Lillian Luthor, ¿amenazó a los Danvers? Lena compró CatCo por Kara. Me abracé a los papeles, no podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Volver con ella? Si esa mujer es una zorra.

—Cállate.

Escuché como Lena le había dado una bofetada a su madre. Ahogué un grito.

—Hija —dijo Lillian asustada, se percibía era la primera vez que Lena le ponía un alto.

—Lárgate madre.

—Estas cometiendo el mismo error, yo también aún tengo el poder y dinero para acabar con ella y todos sus seres amados —Lillian la amenazó antes de irse, tenía que salir de ahí.

Caminé tan rápido como pude, salí de la oficina y me escondí en el primer cubículo, me mantuve ahí hasta escuchar el ruido del ascensor. Procesé la información de lo que acaba de oír. Dios, ¿cómo una madre pudo ser tan infeliz para hacerle eso a su propia hija? Lena tuvo que dejar a Kara por sus amenazas. Lena aún ama a Kara. No me puedo imaginar el dolor por el que ella tuvo que pasar, si Kara había sufrido tanto, Lena debió estar destrozada.



Kara

Llegué a mi apartamento más temprano de lo que hubiera deseado. No tenía ganas de nada, ni siquiera quería ver a Imra, y gracias al cielo no me había llamado. Posiblemente, Alex aún estaría molesta conmigo, lo único que quería era llegar a mi cama y no despertar hasta mañana.

—Eit Kara —saludó Alex desde la sala.

Me detuve al ver que estaba acompañada de una chica y...

—¿Ray? ¿Qué haces aquí? —dije acercándome a ellos.

—¿Se conocen? —preguntó mi hermana.

—Sí, nos conocimos hace un par de días —respondió Ray—. Ahora lo entiendo, Alex Danvers y Kara Danvers, imaginé sería sólo una coincidencia, entonces son hermanas.

—Algo así —le dirigí una mirada a Alex y después a la rubia a su lado.

—Ella es Sara Lance —nos presentó mi hermana.

—¿Lance? ¿No es la paciente que siempre pedía ser atendida sólo por ti?

—Esa misma, me alegra ser famosa —la rubia me sonrió.

Me invitaron a pasar la tarde con ellos, me negué la verdad no quería estar en ningún lado que no fuera mi cuarto, tenía cosas que pensar.

.

Cada día me sentía fatal, de pronto había perdido a mi única amiga. Por más que la buscaba en el trabajo ella siempre estaba metida en alguna reunión, más de una vez me atreví a ir a buscarla a su apartamento, pero dudaba en si sería recibida, continuaba sin responder mis mensajes, estaba claro que no quería hablar conmigo, pero yo necesitaba verla, ella suele aclarar mi mente antes de que tomé una decisión. Mi relación con Alex no mejoraba, ahora la pasaba fuera de casa con frecuencia, al parecer se había hecho muy amiga de esa chica Sara. Mis encuentros con Imra fueron disminuyendo, todo se debía a que ella había iniciado a trabajar como enfermera y las prácticas le consumían bastante tiempo. Ni yo misma me creía estar tanto tiempo sin sexo, mi vida empezaba a parecerme aburrida.

Antes de que terminara la semana, interceptaría a Lucy y le pediría una explicación. Nuevamente, recibí otro regaño de mi jefe, esta vez por cancelar una reunión que me había agendado con Lena. Tal parece que ella había estado encantada con mis propuestas de mejorar para el programa y quería hablarlo directamente conmigo. No la quería ver. El hecho de no verla, es como si no hubiera vuelto a mi vida y eso me hacía sentir un poco mejor. Alejaba todo pensamiento de querer involucrarme con ella. Esta vez mi jefe me informó que si volvía a cancelar la cita, me suspendería y reemplazaría con Leslie para manejar mi programa. 

Dulce y amargo amor (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora