Dulce y amargo amor (SuperCorp)

Parte 15

Espero tengan la oportunidad de reproducir la canción cuando se los indique. 

Lena

Recuerdo la mañana en la que mi madre habló conmigo para que te dejara, apenas había llegado a casa después de dejarte en la tuya, habíamos pasado un fin de semana juntas cerca de la playa en Star City, estaba llena de felicidad, pues en ese viaje te pedí casarte conmigo después de que nos graduáramos. No me interesaba lo que las personas dijeran, si dos personas del mismo sexo se unían en matrimonio era una aberración, o si éramos muy jóvenes, o si nos estábamos apresurado. Yo te amaba y lo sigo haciendo, desde entonces estaba claro para mí que quería pasar el resto de mi vida con la persona más noble, dulce y que me ha hecho feliz solo con sonreír.

Después de que me diste ese "Si, Lena acepto compartir mi vida contigo", te besé como muchas veces lo he hecho, pero era diferente, sentía como mis labios, mi cuerpo, mi alma, se sellaban en un contrato previo de que estaríamos juntas. Demasiada felicidad provocaron esas palabras que después de haberte hecho el amor, de sentir tu piel desnuda contra la mía, de demostrarte con caricias que nunca tendría suficiente de ti, tomé la decisión de enfrentarme a mi madre, sería una persona independiente, tú te merecías lo mejor. Ella amenazó con quitarme la herencia que aún no recibía de mi padre, él había estipulado que está se liberaría cuando yo fuese parte de la empresa; pero mi hermano sabía que yo anhelaba algo diferente, tú me impulsabas a seguir mis sueños, quería inventar, diseñar, estar en un laboratorio ensuciándome las manos, no sentada detrás de un escritorio, Lex me prometió que se haría cargo de todo lo administrativo, me quito un gran peso de encima, así que el dinero no me importaba, no quería ninguna herencia. Continúe con mis planes de estar contigo, decidí ocultarte que mi madre aún se oponía, no tenía caso seguir hablando de ella.

No pude ver más allá, Lillian preparó un plan, desconocía desde cuándo lo estuvo planeando. Amenazó con hacerle daño a tu familia si no te dejaba, intenté todo, me esforcé por impedir que interfiera, pero en este mundo el dinero lo puede todo y ese era su gran poder. Mi corazón se desprendió en mil pedazos cuando tuve que tomar la peor decisión de mi vida. Me había enamorado no solo de ti, si no de tu familia, ese calor de hogar qué se sentía solo con su presencia, a pesar de que tus padres adoptivos estaban separados, eran muy buenos amigos y eso hablaba de las excelentes personas que son y fueron al decidir adoptarte, es por ello que educaron a un ser increíblemente bueno. Tú hermana Alex, una mujer apasionada por la medicina, y a la vez, una adolescente aún en su interior, Clark y Louis, la pareja ideal, recuerdo cómo tu madre Eliza, mencionaba que Clark veía a Louis, como tú me veías a mí, yo deseaba ese futuro para nosotras, tu familia me abrió las puertas de su hogar, me hicieron parte de ellos. Me odiarían y así fue, terminaron detestándome, no los culpo. Sabía que serías fuerte, ellos no te permitirían caer, también la tenías a ella... Lucy Lane, a pesar de que nunca nos llevamos bien, sabía que ella te cuidaría, no quería pensar en que estuvieras en sus brazos, pero necesitaba aceptarlo. Tú ya no serias mía.

Lloré por mucho tiempo. Cuando estaba contigo aprovechaba cada momento, ¿cómo es que no te hice algo no tan cruel? ¿Cómo fue que no rompí nuestro compromiso a solas? ¿Por qué esperé a ese día tan especial? La respuesta es muy simple, necesitaba herirte de tal forma que no volvieras a buscarme, si lo hacías mi madre continuaría con su plan y no iba a permitirlo. Llegaste con ese brillo en tu mirada, Dios, ¿por qué me hiciste esto? Es acaso, qué no merecía ser feliz. Me hablaste con ternura de todos los detalles para formalizar nuestro compromiso, Alex y Eliza se encargaron de todo, esas mujeres valían oro, pero tú mi amor, tus valías las estrellas completas. Ese día no quisiste hacer el amor, estabas agotada por todos los exámenes finales, dijiste que tendríamos toda una vida para eso, me dediqué a abrazarte, a aspirar el aroma natural de tu piel, dejarte pequeños besos en el cuello, acariciarte, tú me enseñaste a hacer el amor con solo contemplarte. Notaste que estaba extraña, así que me invitaste a cenar a ese lugar de hamburguesas que tanto te gusta que está cerca del campus, fue como una primera cita. Tú cabello caía sobre tu espada, amaba tus rizos dorados, tus ojos azules brillaban como dos perlas de un tesoro de la ciudad pérdida, tu piel tan suave con las imperfecciones más perfectas, observé una pequeña cicatriz cerca de tu ceño y deje un pequeño beso en él. Observé a detalle tus labios rojos por el carmesí de mi labial. ¿De dónde eras Kara Danvers? ¿Cómo es que una mujer podía ser tan hermosa? Tú belleza no era de este planeta. Me sabía de memoria cada parte de tu cuerpo, solo quería seguir recorriendo tu piel antes de que no pudiera hacerlo más.