Parte 4

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El inicio, hace 8 años...

Corrió tan rápido como pudo, estaba consciente de que no debió haberse desvelado con Alex, pero es que a veces su hermana solía ser muy testaruda y por una parte ella también tenía la culpa. Quería aprovechar cada momento que su hermana tuviese libre, la medicina ocupaba de Alex los 6 días de la semana, dejándole solo el domingo para disfrutar con Kara. La noche anterior, Alex y Kara se desvelaron viendo películas de terror, las favoritas de la pelirroja, claro que a Kara no le quedaba de otra que soportar esas escenas mal actuadas pero llenas de sangre y mutilaciones, que le causaban horror y pesadillas. Alex solo se la pasaba burlándose de los gestos de la pequeña Danvers, mientras que esta, se abrazaba el estómago tratando de no vomitar sobre el sofá. Kara continuo corriendo, si hubiese dormido aunque fuese un poco, no estaría en aquella situación. Pudo haber elegido tener un dormitorio en el campus, pero quería estar cerca de su hermana aunque está a veces no estuviera. Ya no había tiempo para cambiar de opinión. Era su primer día en la Universidad de National City y por culpa de unas malas pero sangrientas películas, llegaría tarde.

Llego al campus y se detuvo, con su mochila colgando de un solo brazo, cruzó caminando los patios del campus hasta el edificio principal. No quería llamar la atención, pero eso fue imposible, ya que varios chicos se giraban al verla pasar. Y no era para menos, Kara Danvers era una chica muy hermosa, con su cabello rubio suelto y unos ojos azules detrás de unas gafas, que tímidamente se acomodaba ante las miradas de los demás.

Después de unos minutos, Kara se encontraba en la oficina de escolares, donde le entregaron sus horarios de clases para la carrera de periodismo. Agradeció a la mujer que le entregó los horarios, Kara se dirigió a la puerta y cuando la abrió chocó contra una mujer, que derramó su taza de café encima de la rubia.

–Eso debió doler, lo siento, lo siento –se disculpó la mujer–. El primer día es un infierno, siempre se cae el sistema y tenía la cabeza en otro lado. Deja ir por unas toallas para limpiarte.

–Descuide, fue mi culpa –respondió la rubia, soportando el ardor que sintió al contacto con el líquido caliente, pero la mujer no la escuchó, está ya había desaparecido.

Kara vio su suéter favorito, ahora tenía una gran mancha que se expandía justo a la altura de sus pechos. La hoja de sus horarios estaba totalmente húmeda y adoptando un color café. No era la forma de iniciar el primer día. La mujer volvió con una toalla, y ayudo a Kara a limpiarse mientras, nuevamente se disculpó, esta le sonrió, no podía molestarse la chica parecía bastante distraída y agradable. Entonces, ambas pusieron atención una en la otra.

–Dime que no eres mi yo del pasado –la mujer con la que había chocado tenia las mismas características físicas que Kara, cabello rubio ondulado, ojos azules, gafas, solo que esta se veía unos años mayor.

–¡Smoak! No distraigas a la chica de nuevo ingreso –la mujer que le entregó los horarios a Kara alzó la voz para que lograran escucharla.

–Genial, nuevo ingreso. Consejo, cuando termines la carrera, por nada del mundo hagas tus prácticas en la universidad, es lo peor del mundo –dijo de manera divertida la chica de apellido Smoak.

–¡Smoak! –la mujer volvió alzar la voz.

–Date prisa o llegaras tarde –exclamó Smoak, señalando el reloj que descansaba sobre la pared. Las manecillas marcaban las 8:10 am.

Kara dio un vistazo rápido, la hoja de horarios indicaba –o a menos lo que podía percibir– su primera clase a las 8:00 am, en el edificio 2, salón B1. Ya iba tarde. Salió de la oficina disculpándose, mientras escuchaba un grito de "suerte" por parte de la señorita Smoak.

Dulce y amargo amor (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora