Capitulo 17.

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Maratón 2/3.

— ¿Me extrañaste? — se veía mal, muy mal. Nunca creí verlo así.

— ¡No, suéltame! — retire mi mano con agresividad y lo fulmine con la mirada, ¿y ahora que le pasa?

— ¡Por favor, regresa. No puedo vivir así! — bajo su cabeza cerrando los ojos — Me dolió que me hayas dejado por haberte ido con TaeHyung.

— ¡Eso no me importa! — grité y él inmediatamente me volteo a ver.  Respire hondo, esto me estaba partiendo en dos.

Nos quedamos en silencio, las personas solo se nos quedaban viendo y Ángeles estaba en shock viendo todo. Era como si solo estuviéramos él y yo. Note mucho dolor en sus ojos, tenía unas horribles ojeras y estaba más pálido de lo normal; su cabello ahora era de un color negro, no era el gran Suga, no era My Daddy. Realmente creía que esto no era cierto, todo miedo se fue y me invadió la tristeza ¡Maldición me sentía culpable!

— Lo siento... — se acerco a mí, y me tomo las manos, con miedo de que las quitará.

— No, ya.... — me interrumpió.

— Aneu, lo siento. Nunca debí haber hecho esto. Jamás me tuve que meter contigo por una estúpida venganza.  Me equivoqué, lo sé. Y ahora me arrepiento, no me di cuenta de lo que había sentido por ti, no quería verlo, ahora estoy pagando las consecuencias. Te pido disculpas, te lo imploro. No puedo vivir estando lejos de ti, eres la única persona que tengo y sé que me odias, lo sé, y lo merezco ¡Perdón! — me dió un abrazo. Yo estaba en shock con los ojos abiertos a más no poder. Él lloraba y no pude más; le correspondí.

Me abrazaba con fuerza, no me dolía el abrazo, en realidad me gustaba. Le daba caricias en su cabello, pero no podía perdonarlo tan fácil, aún no creía del todo en él. Yo muchas veces le suplique que me dejará, mientras lloraba y moría de dolor; él no tenía piedad en hacerlo, pero yo no era como Min, no podía ser como YoonGi, me era imposible.

— ¡Quita tus sucias manos de ella, Suga! — lo tomo con fuerza del hombro haciendo que me soltará.

— TaeHyung...— sostuvo mi mano. Estaba que ardía de celos, mataba con la mirada a Suga, pero él sólo mantenía la cabeza agachada.

— ¿Por qué debería de hacerlo? — me aterraba verlo así, yo solo podía ver lo que pasaba. Pero si decía algo empeoraría las cosas.

— ¡Porque es mi novia! — gritó. La risa cínica de Min YoonGi resonó en mis oídos.

— ¡Pero es mi esposa! Estamos casados, te lo recuerdo. — me tomo de la mano y me jalo a él —Así que yo tengo más derecho que tú. Muchos más.

— Claro que no. — apretó los puños de sus manos — Ella no quiere estar contigo.

Esto me estaba hartando. Me solté de Suga y empecé a correr ignorando los gritos de los demás. Solo corría y corría. Lágrimas caían de mis ojos recorriendo mis frías mejillas. Estaba cansada, ya no podía más, esto no era vida, al menos para mi no lo era.

— ¡¡Aneu!! ¡¡Detente!! — voltee para ver quien me gritaba. Era TaeHyung con una cara de horror — ¡¡¡Aneu!!!

Narrador omnisciente.

El sonido de un claxon alarmó a todos. Aneu volteo su cabeza y sus ojos se cegaron por las luces del carro, el automóvil impacto fuertemente con su cuerpo; TaeHyung, Suga y Ángeles detuvieron su paso viendo la escena de como era atropellada. Su cuerpo cayó con agresividad en el pavimento de la fría calle, haciendo que inmediatamente cerrará sus ojos.

— ¡¡¡Aneu!!! — corrieron hasta con ella, estaban temblando. No podían creer lo que acababa de suceder.

Salía sangre por su boca y nariz. El joven que la arrolló bajo del carro y puso sus manos en la boca. Todos se acercaron a ver lo que había sucedido. Aneu estaba muriéndose. Llamaron a la ambulancia, pero esta no llegaba.

— ¡¡Maldición!! ¡¡Esto es tu culpa!! — aventó a Suga mientras seguía llorando. Tenía tanta rabia y dolor, al mismo tiempo que podría matarlo.

— ¡No es el momento, TaeHyung! — los regaño Ángeles y los paramédicos llegaron.

Levantaron con mucho cuidado el cuerpo; ella seguía sin despertar. La metieron en la ambulancia y junto con ella Ángeles. Suga Y TaeHyung se subieron en el automóvil de Kim. Siguió a la camioneta en la que iba su amada.

— ¡No respira! — anuncio uno de los paramédicos y le coloco oxígeno. — ¡Por favor, resista!

Después de unos minutos llegaron al hospital. La metieron a urgencias. Su estado estaba empeorando, los doctores hacían su trabajo pero cada que pasaban los minutos era más difícil. TaeHyung​ junto con YoonGi llegaron y tuvieron que quedarse en la sala de espera. Media hora paso y el doctor por fin salió.

— ¡Doctor! — todos se levantaron.

— ¿Algún familiar de la chica? — miro a los presentes, su rostro reflejaba tristeza.

— Yo. — hablo Suga con voz entrecortada — Soy su Esposo...,¿cómo se encuentra? — TaeHyung bufo a lo bajo tensando la mandíbula.

— Se encuentra en malas condiciones. El impacto que tuvo fue muy fuerte, lamento decirles que si ella no despierta en estos momentos podrá quedar en coma o si no morir; perdió mucha sangre, y necesita un donador.

— Yo me ofresco — se ofreció Ángeles y el doctor acepto. Pues gracias a Dios ambas amigas eran del mismo tipo de sangre.

— Bueno esto es todo. — miro a la morena — En un momento una enfermera vendrá por usted para que se pueda realizar la donación, por mi parte es todo, con permiso. — se dió la media vuelta y se fue.

El corazón de ambos se destruía por completo. Nunca pensaron que ella terminaría así, de esta manera ¿Qué podían hacer? Con dinero no conseguirían que ella se recuperará, ¿De que les servía ahora? ¿Qué pensarían los padres de Aneu? Estarían muy mal, y eso quería Suga ¿No? Pero ahora era diferente, sentía que su vida se iría a la mierda si ella llegará a morir. Se odiaba por todo el mal que hizo, pero lamentablemente se dió cuenta demasiado tarde, ahora ella estaba entre la vida y la muerte.  Necesitaba su perdón, pero tendría que esperar a que la castaña despertará o tal vez eso nunca pasaría y su única opción de que pueda que consiga su perdón sería ir a su funeral y ver cómo es enterrado el cuerpo de Aneu.









LaKookia.

My Daddy; Min YoonGi. ¡LEMON! (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora