Capitulo 28.

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- ¡Es que maldita sea Suga, deja de ser un bipolar! - le grité entrando a la casa.

- ¡Cállate! - igual grito y avento las llaves a la mesa -¡déjame en paz!

- ¡No, no lo haré! - me volteo a ver levantando las cejas.

- ¿No? - negué cruzandome de brazos - ¡Por favor, solo quiero estar lejos de ti!

- ¿Por qué?, ¿por qué yo tengo que pagar lo que hicieron mis padres? ¡Siendo que yo no hice nada! - comencé a llorar, estoy segura que estaba roja del coraje.

Me ignoro y subió las escaleras, pude escuchar como la puerta de nuestra habitación fue cerrada con fuerza, me senté en el sillón aún sin dejar de llorar, estas vacaciones serían lo peor, pero solo pedía que no empezará con sus odiosos castigos.

[...]

- ¡Hey Aneu, despierta! - susurraron en mi oído haciendo que abriera los ojos.

- ¿Qué quieres? - me senté en el sillón y talle mis ojos.

- Saldremos a cenar. - se sentó aún lado de mi y comenzó a ver sus enormes manos - Así que levántate. - se levanto del sillón y camino hasta la puerta.

Me levanté renegando, coloque mis zapatos en mis pies y acomode un poco mi cabello, él ya estaba en la puerta principal de la enorme mansión esperándome, bueno ahora era mi turno de ser la mala, cambiaría de papeles, solo que el problema era que el no cambiaría su maldita bipolaridad.

- Gracias. - dijo cerrando la puerta, ya nos encontrábamos afuera de la casa, fruncí el ceño por que me agradeció.

- ¿Gracias por qué? - suspiró y sonrió.

- Porque estás callada. ¡Tranquilidad al fin! - se empezó a reír y fue hasta el automóvil, rodé los ojos y lo seguí.

Entramos al coche, ninguno de los dos hablábamos, encendió el motor y hecho a andar el carro, miraba por la ventana, el paisaje era muy bonito.Note que nos detuvimos cercas del mar.Los dos bajamos del vehículo y caminamos hasta llegar a la orilla de la montaña.

- El mar se ve hermoso desde aquí. - hable mirando con maravilla la playa, el sol se estaba ocultando era la vista más hermosa y no podía dejar de sonreír.

- Sabia que te gustaría. - me tomo de la mano y caminamos adentrándonos a un tipo ¿bosque? no sabía cómo describirlo, pero tampoco sabía describir lo que estaba sintiendo ya que su mano tenía sujeta la mía.

Nos detuvimos y logré ver qué enfrente de nosotros estaba una mesa, con unas cuantas velas y platos junto con los cubiertos, un vino tinto acompañaba todo lo que había en la mesa y una tela blanca adornaba la mesa.Frunci mi ceño y apreté un poco la mano de Suga, el sólo siguió caminando junto conmigo y llegamos al lugar, soltó mi mano y se sentó en la silla.

- ¿Piensas quedarte parada toda la noche?

- ¿Estaremos aquí toda la noche? - abrí enorme mis ojos y trague saliva.

- No tonta, solo cenaremos y después iremos a otra parte. - agacho su cabeza y un mesero llegó dejando la comida en los platos, ahí fue cuando tome asiento mirando a Suga.

- Eres un bipolar de mierda. - susurre mirando la comida, estaba apunto de comer cuando su voz me detuvo.

- Lo...- suspiro y levanté mi cabeza para verlo, él seguía mirando la comida - Yo...lo- levanto su cabeza y pude notar demasiado arrepentimiento en sus ojos - Yo lo siento, no sé porque me comportó de esta manera, pero cada vez que peleamos me siento muy mal, incluso cuando te digo cosas me arrepiento en ese momento.

- YoonGi....- no sabía que decir, esa fue otra más de sus fuertes confesiones, tal vez ¿en realidad está enamorado de mi?

- No digas nada ¿okey? sólo disfrutemos de la cena.

Mientras comíamos platicábamos y una que otra risa salía, nunca pensé que Suga fuera tan agradable, y llegaba momentos donde sacaba su lado súper cursi.

- ¿Le temes a la muerte? - me atreví a preguntar y el limpio sus labios.

- Todos le tenemos miedo a la muerte. - sonrió un poco y bebió del vino tinto - ¿Tú le tienes miedo....? - lo interrumpí.

- Yo no le tengo miedo a la muerte. - levanto una ceja y yo seguí hablando - No se por qué le temen, total alguna vez moriremos queramos o no.

- Tienes razón. - se levanto y me tomo con fuerza del brazo haciendo que me levantará bruscamente, caminamos saliendo del bosque y llegamos en donde se encontraba el coche.

- ¿Qué mierda haces? - dije alterada, el suspiró y siguió caminando hasta llegar a la orilla de la montaña, las olas del mar golpeaban con fuerza las rocas gigantes que había en la parte de abajo, un enorme miedo invadió todo mi cuerpo.

- Veremos si es cierto que le temes a la muerte. - gire con rapidez mi cabeza a su dirección asustada, el me empujó y yo solo cerré con fuerza mis ojos, comencé a llorar nunca creí que me mataría de esta forma, pero después de unos segundos sentí como impactaba con el pecho de Suga - Y, ¿en realidad creíste que haría algo como eso? - no conteste nada creí que era mi fin y solo me dediqué a abrazarlo con fuerza.

Nos quedamos así por muchos minutos, me sentía muy bien en sus brazos, eran tan acogedores que comenzó a darme sueño.

- Aneu, todo este tiempo te estaba tomando del brazo, pero por tu miedo no te diste cuenta, solo te empuje un poco nisiquiera caerías incluso si lo hacía con fuerza, tranquila sólo quise mostrarte que lo que dijiste era mentira, no quiero que te molestes solo quería que vieras que en realidad le temes a la muerte y esque no eres la única igual yo, todo ser humano le tiene miedo, el hecho de que te hayas asustado por caer quiere decir que temias a morir.

My Daddy; Min YoonGi. ¡LEMON! (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora