Capitulo 26.

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Maratón 2/3.

— ¿Qué es lo que estás viendo? — preguntó  y se acercó a mí. Me quito la fotografía.

— No sabía que mis padres eran amigos de los tuyos. — sonreí un poco y lo voltee a ver. Él sólo seguía con su semblante serio — ¿Sucede algo?

— No, vamos a nuestra habitación. — dejo la fotografía en su lugar y me volteo a ver con una sonrisa.

Asentí y juntos subimos las escaleras. Al estar arriba, note que había un patio. La curiosidad llegó a mi, estaba apunto de ir a ver qué es lo que había ahí, pero Suga me tomo de la mano y entramos a... Supongo nuestra habitación.

— Aquí dormiremos. — sonrió y fue por mi maleta poniéndola en la cama — ¿Te gusta?

— Si, me gusta mucho. — sonreí y me acerque a mi maleta para sacar mi ropa — Me iré a dar una ducha. — asintió. Sin pensarlo dos veces, entre al baño.

Cuando termine, él hizo lo mismo. Me adentre en las cálidas cobijas de la cama y cerré mis ojos. Después escuche que Suga salió del baño y se acostó a lado de mi. Sentí sus brazos tomarme de la cintura, apegandome más a él.  Su respiración golpeaba con suavidad en mi cabeza. Con una de sus manos empezó a acariciar mi cabello, logrando que me quedara profundamente dormida.

[...]

Los rayos del sol pegaban en mi cara. Traté de levantarme, pero los brazos de YoonGi no me dejaron. Me quedé así por unos minutos más. Realmente me hacía sentir bien que no tuviéramos problemas. Abrió los ojos, sentándose en la cama.

— Buenos días, Aneu. — dijo somnoliento y tallando sus dos ojos — ¿Dormiste bien?

— Si lo hice. ¿Y tú? — igual me senté en el colchón.

— Igual, dormí bien. — sonrió moviendo un poco su cabeza — Te tengo una sorpresa, Aneu . Así que levántate y vístete, saldremos a desayunar.

Asentí y me levanté para buscar mi ropa. Elegí un vestido blanco, dejándome el cabello suelto. Al terminar, baje para esperar a Suga. Volví a mirar hacia aquella fotografía. Tenía mucha curiosidad, pero lo mejor sería preguntarle después. Él bajo y tomo las llaves que estaban en la mesa. Salimos de la casa. No tenía idea de cómo le iba a hacer por si me perdía en este lugar, no sabía el idioma portugués, así que tendría que estar todo el tiempo a lado de Suga. ¿Qué listo, no? Subimos a su automóvil y arranco. Voltee a verlo, tenía un lindo perfil... ¡Ah, que digo! Es un idiota ¡Si, eso es! Además que no puedo traicionar a TaeHyung. Aunque ya no esté en este mundo, se muy bien que me está mirando desde arriba.

— Cuando terminemos el desayuno iremos a caminar a la playa. — sonrió.  Vaya, es muy raro que sonría tanto. —  Mi abuela decía que eso era super romántico, si lo haces con la persona que amas. — se detuvo por el semáforo. Suspiró y me volteo a ver —  Así que quiero ir contigo a la playa y caminar en la arena. Que el agua del mar moje nuestros pies y nosotros tengamos nuestras manos entrelazadas. — sonreía mientras decía eso e igual yo. Frunció el ceño y movió un poco su cabeza. Volvió a arrancar con el semblante serio ¡Vaya, si que es un bipolar!

— Eso sonó demasiado... — no me dejó terminar ya que detuvo el carro. Sin decir algo salió del automóvil.

Bufé rodando los ojos y salí del carro.  Él seguía serio ¡Madre santa! No había conocido a alguien más bipolar que Suga. Caminamos hasta el lugar y nos sentamos en las sillas de la mesa.  Ninguno de los dos hablaba y el incómodo silencio era fastidioso. Terminamos nuestros alimentos y salimos del lugar. Me dirigí al carro, pero el bipolar me detuvo.

— ¡Hey! Te dije que iríamos a caminar a la playa — voltee a verlo con el ceño fruncido — ¡Vamos, ándale!

— Si, si. Ya voy, ya voy. — camine hasta donde él estaba. Maldito Min, Ahg te odio más -pensé-

Llegamos a la playa ¡Nos fuimos a pie! Tenía mucha flojera, quería irme a casa y dormir todo el día. Cuando empezamos a caminar Suga se quitó sus zapatos e hice lo mismo. El agua del mar mojaba nuestros pies, estaba fría, muy fría.

— Se siente bien. — sonrió y tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

Mire nuestras manos y trague duro saliva. Él noto lo que hice y solo se dedicó a reír. Lo fulmine con la mirada soltando un suspiro.

— Si. Pero está muy helada. — apreté los labios — Y hace que tenga mucho frío.

— ¿A si? — se detuvo — Tengo una idea.

— Y ¿Qué e....— me interrumpió cargándome como si fuera un costal de papás — ¿Qué haces? ¡Bájame, bájame!

Comenzó a reírse y se metió al mar conmigo. Abrí los ojos más de los normal y comencé a darle golpesitos en su espalda.

— Una... — decía juguetón.

— ¡No, YoonGi! ¡No lo hagas! — rogué asustada.

— Dos.... — no dejaba de reír y yo moría de miedo.

— ¡Por favor! ¡Suga, no lo hagas!

— Y... ¡Tres! — me lanzo al agua, haciendo que me empapará por completo. Salí con los ojos cerrados y gritando su nombre — JAJAJA. Aquí estoy, aquí estoy. — se acercó, dándome un abrazo.

—¡Te odio! — lo abrace y froté mis ojos. Aún nos encontrábamos dentro de la playa.

— Ya e escuchado eso. — sonrió y me apego más a él.

Bufé con una sonrisa. Tenía un plan. Me separé de él y lo mire a los ojos. Min seguía sonriendo. Agarré su camisa, en la parte de donde se encontraba su pecho y lo acerqué más a mi cara. Cerré mis ojos y él hizo lo mismo, esperando a que lo besará. Los volví a abrir y sonreí con malicia. Lo aventé haciendo que se hundiera en el agua, me empecé a reír a carcajadas y este salió frotando sus ojos. Comenzamos a jugar con el agua, no dejábamos de reí. Cualquiera que nos viera diría que somos una linda pareja feliz.

— ¡Ya, tengo mucho frío! — se quejo y empezó a caminar para salir del agua.

— ¡Que bueno! — grité y también salí del mar. Nos sentamos en la arena mirando el enorme océano.

— Creo que ya es hora de decirte por qué le tengo tanto odio a tus padres.

Fruncí el ceño y lo voltee a ver. Realmente quería saber el porqué tanto odio, y el por qué se desquitaba conmigo.








[YG]

My Daddy; Min YoonGi. ¡LEMON! (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora