C. Diciasette

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Nadie en casa del ojiverde se atrevía acercarse mucho al despacho de este. Ni siquiera Dylan, ell alfa irradiaba cólera, y ya había roto un brazo a un beta que le llevó mal el café. No había dormido nada en casi un día, y tenía los ojos casi negros, le había dicho a Dylan que no lo haría hasta que tuviera a su omega entre sus brazos.

Niall había aceptado contarle a Dickie cuando este le rogó que le dijera, pero Niall puso sus condiciones. Sería en su casa después del ensayo.

Zayn tenía un plan del cuál estaba diciéndole por teléfono al rizado. Que después de un rato de intentar calmarse, iba de camino al aeropuerto, en compañía de Marina Conti, visitarían a la bratva, de la cuál ya habían hablado previamente. Existía un respeto exagerado entre estas, ninguno se metía en territorio ajeno por su propia seguridad, y por la seguridad del mundo en general.

Zayn y Harry colgaron después, habían hablado en claves y romperían ese teléfono desechable después.

Marina se sentía mal por el rizado, su tristeza no disminuía, y creyó que el acompañarle serviría de algo, para ambos.

Ambos arribaron Rusia cerca de las diez de la mañana, Harry lucía cansado, apenas si le había dado tiempo de darse un baño, y seguía queriendo matar a cualquiera que se interpusiera en su camino para encontrar al ojiazul.

Zayn por su parte, esperaba al rubio fuera del teatro, jugaba con sus llaves, y ya habían planeado muy bien que era lo que iban a hacer.

Niall salió con Dickie, y ambos fingían sonreír con DiMintio detrás suyo, Niall le guiño el ojo al pelinegro y el morocho le sonrió muy discretamente. Ni Dickie lo notó.

-Hola Zayn.- El rubio "forzó" una sonrisa, lo que capturó la atención de Marco, que caminó discretamente hacia atrás.- ¿Que haces aquí?

-Tu me pediste que viniera, me enviaste mensaje diciendo que me extrañabas.- El rubio le miró mal. DiMintio sonrió.

-Yo no te envié nada, no te extraño estúpido alfa engreído, quería dejarte desde antes, solo que no quería que cayeras en depresión.- Sonrió un poco elevando los hombros, Zayn quería besarle y reír por su actitud.

-Lamento decírtelo Niall, pero el que lloró cuando rompimos fuiste tu

-¿Entonces que haces aquí? -A Dickie se le ocurrió una idea cuando entendió que ocurría, lo notó por la sonrisa de DiMintio y por que Zayn ya no supo que decir.

-Yo le envié mensaje desde tu teléfono, haz estado más hostil que otros días, supuse que necesitaban hablar.- Niall le miró fingiendo molestia y suspiró.- Lo siento, creí que no era en serio su ruptura, ya pasó una semana

-Buen intento Richard, pero lo mío con Niall ya no tiene arreglo.- Niall suspiró y asintió.

-Te odio tanto.- Miró mal al alfa y tomó la muñeca de su amigo, que se dejó conducir por este hacia el auto del rubio, Niall le mostró el dedo medio al morocho antes de comenzar a conducir. Ya después lo compensaría, Zayn sólo elevó una ceja, Niall casi se moja cuando lo vio hacer eso, pero en cambio solo desvió la mirada y comenzó a conducir.

El alfa pasó sus manos por su cara y respiró profundo, caminó hacia su auto, y justo cuando iba a entrar sintió una mano sobre su hombro y la esencia de omega que le hizo arrugar ligeramente la nariz. El plan les había funcionado.

Dickie no hizo preguntas hasta que llegaron a la casa del rubio, donde el menor le condujo escaleras abajo a un sótano que habían adaptado para reuniones secretas.

Niall llevó dos vasos de agua mineral con él cuando bajó las escaleras. Richard examinaba el lugar. Parecía más una oficina de tiempo de inicios del siglo con detalles de oro y piedras preciosas. Lo único que cambiaba era que en ves de colores claros, esta era de blancos a negros, con pocos colores primarios. Era una oficina preciosa que el más bonito supuso que fue hecha s órdenes exactas del rubio.

Cosa Nostra |𝙻𝚂|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora