C. Tre

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Louis acababa de salir de una de las tiendas para omegas, por que, cabe aclarar, que hay tiendas para las tres razas. Y Louis salía sonriendo como gato porque había conseguido el beanie que llevaba buscando desde hace un mes. Tomó su teléfono y llamó a su amigo teñido, que por supuesto no respondió ya que estaba aún dormido en brazos del morocho. Jugó con el hilo de su playera mientras caminaba sin mirar a ninguna dirección, y dio un respingo colgando la llamada cuando el aroma de alfa familiar, inundó sus fosas nasales.

Olía a una mezcla de tierra húmeda y chocolate caliente. Y su padrastro le observaba de pies a cabeza cuando este notó la mirada. No pudo evitar tensarse y desviar la mirada.

-Louis, no creí encontrarte a esta hora aquí, ¿No deberías estar en ensayos? -Dijo mirando sus ojos. El ojiazul se quedó serio, apretó ligeramente la mandíbula y luchó contra todos sus instintos de no soltar ningún tipo de feromonas, había decidido ir por su beanie tan temprano y tener tiempo de comer algo antes de dirigirse a su casi segunda casa, el teatro. Cuando por fin pudo reaccionar le miró e hizo un gesto parecido a una sonrisa.

-No, aún no, Matthew, mis ensayos comienzan a las doce, y tengo planeado comer algo antes de irme, ¿Y tu? ¿No deberías ya estar en el trabajo?

-Aún no, tengo tiempo para desayunar algo y alcanzar a tu madre en la oficina, pero ya que te encuentro aquí, ¿Quieres ir a desayunar conmigo? Como en los viejos tiempos Lou.- Se distrajo al escuchar un ligerísimo gruñido, y al sentir esa esencia que le mareó hace una semana en el bar. Sintió su estómago revolverse, no por desagradable, sino, más bien como las típicas mariposas en el estómago que el castaño jamás admitiría que sintió. Reaccionó elevando la vista hacia Matthew que le miraba con una ceja alzada.- Entonces Lou, ¿Que dices?

-No puedo Matt, es que i-

-Me estaba esperando señor Tomlinson.- Mencionó con su gruesa voz y algo de recelo en esta, el ojiverde, no tardó en acercarse al omega y colocar su mano delicadamente en su espalda baja.- Siento haber tardado Lou, estaba haciendo algunas cosas.- Le miró alargando ligeramente las comisuras de los labios en un intento de sonrisa y miró al otro alfa presente-.

-No sabía que te veías con un Styles, Louis.- Le miró de reojo algo serio, intentando transmitir la molestia. Como si su aroma no fuera suficiente. Louis no evitó sonrojarse. Vaya que para ser el omega más coqueto que conocían Zayn y Niall, y en realidad, casi todo Nueva York, en este momento, parecía un corderito, un jodido cordero que se maldecía mentalmente. Harry respiró pesado haciendo que la mirada del Alfa con más edad se posara en él.- Entonces, supongo que solo compraré algo para el camino.- Suspiró y miró al ojiazul tensando un poco la mandíbula.- Te veré después Louis, no olvides que Sam cumple años en dos semanas-.

-No es algo que se me olvida Matthew, Sam es importante para mi.- Forzó una sonrisa y el pelinegro miró a ambos chicos antes de darse la vuelta y tomar su teléfono dejando su aroma amargo por el coraje en el camino y a un Louis arrugando ligeramente la nariz. Reaccionó segundos después y abrió los ojos demás al recordar a su acompañante, girando despacio para comprobar que este estaba mirándole. Sonrió un poco haciendo sonreír sin poder evitarlo al alfa.- Buenos días Harry, ¿Me seguías? -Bromeó sonriendo divertido elevando una ceja y mirando con atención los rasgos más delicados y marcados del alfa. La luz ayudaba a distinguir el color de sus ojos, y sus labios, cosa que le costó algo de trabajo en el bar, la luz era poca y sus sentidos estaban algo nublados por el aroma del rizado por primera vez-.

-No, Louis, fue una casualidad encontrarte aquí.- Le sonrió despacio.- Estaba arreglando algo cuando te vi caminar, y no pensaba acercarme, pero tu aroma llegó hasta donde estaba.- Elevó ligeramente los hombros. Se decía que tu alfa podía percibir el olor de tus emociones por más nulas que fueran. Y Louis recordaba no haber soltado feromonas al hablar con su padrastro.- Pero ya que estamos aquí, lo de ir a desayunar lo decía en serio.- Y ahí Louis sonrió arrugando ligeramente sus ojos y mirando al rizado, se cruzó despacio de brazos y aclaró ligeramente la garganta-.

Cosa Nostra |𝙻𝚂|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora