Capítulo 7

5.6K 306 30
                                    

Mariana

No puedo sacarme de la cabeza el beso que nos dimos en su oficina ayer por la tarde, después de ese momento no la vi más. No tenía idea de que fuera perfecta besando, aunque ahora tengo tanta pena de mirarla, sé que comencé todo, sin embargo, me invade una pena enorme, pensará que soy un poco impetuosa con mis sentimientos.

Ya la besé, ¿qué sucederá ahora? ¿Cómo debo comportarme a partir de ahora? ¿Qué es exactamente lo que siento por ella? Estoy cada vez más cerca del instituto y mi corazón está por salirse de su lugar. No tengo cara para mirar a los ojos a esa maestra. Si decide preguntarme algo, no sé qué responderé.

-¡Mariana! -Alzo la vista y la maestra de Historia me hace señas de que me haga a un lado para poder estacionar su auto, le hago caso mirando detrás de mí.

En este momento necesito a Marisol a mi lado, pero al parecer ya está en el salón. Suspiro y me sostengo firmemente a mis libros. Llego a mi salón para darme cuenta que Gabriel está recostado sobre la mesa, parece que está dormido, niego con la cabeza, antes de entrar por completo, escucho el resoplido de alguien detrás de mí.

-¡Gabriel! -Se levanta todo asustado, al igual que yo ya que tenía a la maestra de inglés detrás de mí. Todos los ineptos del salón se burlaron de él.

-¿Qué pasó? -Pregunta Gabriel sin saber quién le ha llamado, miro por encima de mi hombro a la maestra que comienza a caminar hacia él.

-¿Cómo estuvo su sueño? -Le pregunta mirándolo fijamente después qué él la miró de vuelta-. De seguro muy bueno, porque hasta la marca de su libreta tiene en la mejilla -señala la mejilla e instintivamente pasa su mano en un intento fallido de querer quitárselo-. Le digo, si va a ir a fiestas procure dormir bien, descansar y tomar algo para que se le quite la resaca -me tapo la boca para no reírme de él y darle la razón a la maestra.

-¿Sabes? Odio que se meta en los asuntos que no le incumben -dice molesto mientras pasa sus manos por sus ojos, acto seguido se levanta para detenerse y mirar a los demás compañeros algo inquietante.

-Gabriel si no te interesa saber de mi clase, mejor retírate -no supe que decir al respecto, pero me quedé mirando hacia el frente, podía ver el enojo creciendo en el rostro de Gabriel, pero tuvo que calmarse.

-No es necesario, maestra -comenta suspirando para sentarse en silencio en su asiento-. Me comportaré en clases.

-Eso espero porque no tolero esta falta de respeto -dice la maestra colocando el maletín en el escritorio y comienza la clase sin ningún problema. Es por eso que no me gusta salir, para mí es mejor estudiar y luego gozar.

Marisol está en su asiento de siempre y se está burlando de Gabriel, camino hasta mi asiento para tomar nota de la clase. Suspiro al recordar el beso en su oficina, toco mis labios instintivamente. Nunca nadie me había besado, ella es la primera en hacerlo y me gustó. La maestra de inglés termina su clase mandándonos una tarea. Y tengo los nervios de punta. No tengo idea de cómo comportarme con ella.

Gabriel sale de clases porque le toca entrenamiento, es un chico muy guapo, pero es mujeriego y un poco superficial, no le veo interés en las clases y lo peor del caso Gabriel es el tipo de hombre que quiero. Físicamente lo tiene todo, pero en todo lo demás ha fracasado. Miro la hora para saber cuánto tarda en llegar aquí. Estoy ansiosa por verla de nuevo.

Estoy leyendo un libro mientras espero que llegue al salón. Todos andan a la cafetería, no quise ir porque traje mi merienda y otras cosas para no estar gastando dinero, quiero una blusa que me encantó y por lo tanto debo reunir para poder comprarla. Saco la mitad de mi sándwich para aguantar toda la hora hasta llegar a casa, estoy tan aburrida que me dormiré en clases.

En Tu MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora