Mariana
La semana pasó tan lentamente porque no recibí un mensaje ni una llamada de su parte, le he escrito y no he obtenido respuesta alguna, ¿Realmente mis celos la alejaron? ¿El ser intensa con mis deseos de besarla la ahuyentaron? Las miradas que le dan a ella cada día me hacen enfurecer, sin embargo, he intentado alejar mis celos lejos de mí, aparte de eso, cada vez que iba por ella Gabriel se atravesaba en el camino.
Hoy me atreví a escribirle y decirle que quería salir con ella esta noche. Al principio no quería poniéndome muchos obstáculos, pero a la final la convencí. Ya le avisé a mi madre que saldría hoy por la noche con alguna de mis compañeras de clases, mis padres no se negaron teniendo en cuenta que yo casi no salgo, creo que se alegraron al saber que saldría.
No tengo idea a donde iremos, pero espero que sea a un lugar divertido. Pasé toda la tarde eligiendo que ponerme para esta noche, todo lo que me pongo parece que estoy enseñando de más, aunque debería mostrarme tal cual soy. Ya me dijo la hora que pasaría por mí, desde ese momento hasta ahora he mirado el reloj unas 300 veces.
Me llega un mensaje de ella diciéndome que está en la esquina esperándome, me levanto de la cama para mirarme en el espejo arreglo mi cabello para salir corriendo por las escaleras. Me despido de todos porque están en la sala viendo la tv. Suspiro con nerviosismo, toda la semana ignorándome después de la última clase que me dio y ahora la tendré para mí toda la noche. Camino hasta la esquina y la veo ahí de pies frente a su auto.
-No tardaste nada -dice abriendo la puerta del copiloto para mí-. Pensé que tardarías en arreglarte.
-Para la próxima salida tardaré para que hables con ganas -digo entrando al auto con una sonrisa enorme.
-¡Oh, no por favor! -Alza las manos en negación, cierra la puerta y la veo rodear el auto y tengo ganas de besarla-. ¿Qué le dijiste a tu madre sobre esta salida? -Pregunta una vez sentada en el asiento frente al volante
-Iría con unas amigas a ir a la pizzería, quizás iríamos a casa de una de ellas para ver películas o algo así -respondo encogiéndome de hombros, se me queda viendo por unos minutos y solo pienso en querer besarla.
-¡Wow, interesante! -Responde sorprendida. Aunque no sé qué tanto le sorprende-. Es difícil verte como una chica que logra mentirle a su madre.
-En teoría no le mentí -digo sonriendo y acomodándome en el asiento-. En la práctica ando contigo y no con ellas.
-Tienes razón -dice sin mirarme para encender el auto y cerrar su puerta-. Iremos a un bonito lugar, tranquila no es nada costoso y espero profundamente que te guste o sino me voy arrepentir toda mi vida -comenta riéndose. Me sorprende el sonido de su risa.
-No me gustaría que andes llevándome a lugares costosos -respondo con un poco de enfado, aunque sería hermoso que lo hiciera-. No estoy acostumbrada a salir con alguien que no sean mis padres -digo suspirando un poco.
-A lo que no estoy acostumbrada es en salir con mis alumnas a una cita -la miro fijamente y comienzo a reír como loca-. ¿No me crees? -Pregunta, instintivamente niego con la cabeza tapándome la boca, avanza del lugar-. Quita tus manos de ahí -dice tomando mi mano para entrelazarla con la suya para sostener la palanca de velocidades-. Resulta que eres la primera y la única alumna que salgo, créeme -dice sonriendo.
-Usted es la primera y única maestra con la que he salido y he besado -digo sintiendo un poco sonrojada por lo que acabo de confesar.
-Llegamos -dice y tengo que mirar rápidamente porque no me di cuenta cuando llegamos, se estaciona frente a una pizzería-. Sé que mereces algo mejor que esto, pero me tomaste por sorpresa y la verdad no sabía exactamente qué lugar te gusta.
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En Tu Mente
RandomPara muchos el amor no tiene fecha en el calendario, ni raza. El amor, es eso, el amor. Eso es lo que le pasa a Abigail, el amor es lo más complejo que hay en su vida por lo que decide no enamorarse más, tomar las cosas tranquilamente y disfrutar de...