Mariana
Aun no puedo creer que me haya invitado a salir a cenar. No la conozco muy bien, pero lo poco que sé de ella, es totalmente sincera y es demasiado insistente con respecto algunas cosas. También es reservada y calla sus problemas. Entiendo el sentimiento, tengo cosas que ocultar por mi bien, aunque es difícil considerando que con ella quiero todo.
Sé que es muy pronto para decirlo, no hemos puesto título a lo que somos, sin embargo, nace el sentimiento de explicarle mi día a día. Es muy cómodo hablar con ella de cualquier cosa y siempre sabe que decir. Tiene las palabras correctas para ti.
-¡Ahí estás de nuevo! -Exclama Marisol asustándome por estar pensando en Abigail-. Sonriendo como una tonta. ¿Acaso estás enamorada? -Pregunta sentándose a mi lado mientras la maestra de Algebra escribe en la pizarra.
-¿Mariana enamorada? -Pregunta Gabriel deteniéndose un segundo para mirarme como si estuviese buscando algo, sin embargo, entorno mis ojos y le presto atención a la maestra.
-Al parecer a los dos les gusta el chisme -resoplo anotando lo que dejó en la pizarra.
-No es necesario que te pongas a la defensiva, Mariana -dice Marisol-. Andas muy risueñas últimamente -mis ojos resoplando, me acomodo en mi asiento, me da por mirar afuera y veo pasar a Abigail con la maestra de inglés que se ríe de algo que dijo ella y le toma la mano. Frunzo el ceño molesto.
Vuelvo mi mirada hacia la pizarra, suspiro intentando no ponerme celosa, miro la hora en mi reloj justo cuando la maestra de algebra termina la clase. Nos quedamos allí todos esperando a la maestra de inglés.
-Hola, chicos. ¿Cómo están hoy? -saluda con una sonrisa amplia en sus labios, entorno los ojos de nuevo, me acomodo en mi asiento mirando indiferente a la maestra, ella me sonríe, pero no le respondo de la misma manera-. ¿Listos para el examen de hoy?
Nadie responde porque están tan absortos como yo. Ella vuelve a sonreír lo que me causa molestia inimaginable. Saca una carpeta con páginas, las entrega por fila y suspiro nerviosa. No tenía idea de esto, lo bueno es que soy buena en esta materia, pero no sé qué tan difícil esté.
Ruedo mis ojos exasperada por tener unos compañeros tan ineptos, carraspeo un poco para comenzar a responder las preguntas en el papel. Varios de mis compañeros se levantan entregando sus exámenes, me imagino que vacíos, porque no duraron absolutamente nada. Miro por encima de mi hombro, de reojo a Marisol y Gabriel, están pensando en adivinar las respuestas correctas.
Ellos al parecer solo piensan en las fiestas, en tener sexo con alguien y ya, sus estudios no son importantes, niego con la cabeza para concentrarme en lo que debo hacer porque necesito callar muchas lenguas.
***
-¿Puedo sentarme aquí? -Pregunto señalando la silla libre en la única mesa disponible en la cafetería-. Si está ocupado puedo irme a otro lado.
-No te comportes así, Mariana -dice con esa mirada molesta. Hace a un lado la silla para que me siente-. Nadie lo está ocupando.
-Qué sé yo si lo estás apartando para alguien más -comento celosa sin saber exactamente porque.
-¿En alguna parte dice que está reservado para alguien? -Pregunta señalando la parte de atrás de la silla.
-No -respondo sin mirarle a los ojos, me siento estúpida por ese comentario tan tonto que hice-. Solo fue una pregunta -se acerca un poco a mí que me pone nerviosa.
-Amor -dice casi en un susurro, se aparta un poco-. Deja de estar celosa, no tengo nada, ni tendré algo con otra persona. ¿Entiendes?
-¿Quién dice que otras personas no querrán contigo? -Digo destapando mi yogurt para tranquilizar mis nervios-. Se le nota que le gustas a más de una chica.
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En Tu Mente
RandomPara muchos el amor no tiene fecha en el calendario, ni raza. El amor, es eso, el amor. Eso es lo que le pasa a Abigail, el amor es lo más complejo que hay en su vida por lo que decide no enamorarse más, tomar las cosas tranquilamente y disfrutar de...