The same mistake (Harry Styles)

Rai

Narra Harry

Observé con cautela cada uno de los gestos de su cara. Tenía la boca ligeramente abierta mientras seguía con la vista fija en mis manos. Mi sonrisa se borró de pronto cuando vi que una lágrima había escapado y bajaba por su mejilla.

Dejé al gato encima del sofá y me acerqué a ella.

- No llores - murmuré rodeándola con mis brazos y pegándola a mí. Me dolía demasiado verla llorar y sin duda no esperaba esa reacción por ninguna de las dos partes.

Ella lloraba y no sabía si de tristeza o alegría y a mí me mataba verla así. Sollozó un rato contra mi pecho y cuando se separó sus ojos tornaban enrojecidos.

- No llores, por favor - le supliqué quitando las últimas lagrimas que aún quedaban en su piel.

- Yo -enmudeció- no sé qué decir

- No tienes por qué decir nada - dije sonriendo provocando que una adorable sonrisa apareciese en su rostro.

- ¿Por qué? - preguntó más calmada.

- Cuando fuimos al refugio no pude evitar ver como disfrutabas rodeada de animales y cómo tus ojos brillaban de una forma especial -sonrió tímidamente y sus mejillas enrojecieron. Estaba guapísima- Hablé con Simon y me dio permiso para tener una mascota.

- ¿Es del refugio? - preguntó mirando al animal.

- No, la gata de Lou tuvo crías y en cuanto me enteré se me ocurrió la idea

- Muchísimas gracias - rodeó mi cuello con sus brazos y me abrazó.

Le respondí el abrazo a la vez que hundía mi cabeza en el hueco de su cuello. Podría acostumbrarme a esto.

- ¿Cómo le llamarás? - le pregunté mientras nos acomodábamos en el sofá.

- No sé -se quedó pensando un rato mientras el pequeño felino disfrutaba del tacto de la chica- Rai

- ¿Qué? - me había concentrado tanto en observar como pasaba sus manos por la cabeza del gato que no la había escuchado. Rió sorbiendo por la nariz mientras negaba irónica.

- No me estabas haciendo caso

- Perdona -dije arrepentido- Dime cómo se llama

- Rai - dijo ella con una sonrisa.

- Así me gusta - las palabras salieron de mi boca sin poder controlarlas. Giró su cabeza y me miró con el ceño fruncido.

- ¿El que te gusta así? - preguntó sin apartar sus grandes y marrones ojos de mí.

- Qué sonrías

 ¿Qué cojones estaba pasando, Styles? Tú no eres así.

Dijo la voz de mi conciencia y tenía razón. Yo nunca me había comportado así con una chica, tampoco es que las utilizase pero las demás chicas pasaban por mi vida de largo, tal vez con alguna sí que repetía pero no más de dos o tres noches. Era libre y me gustaba pero no sé qué cojones había hecho esa pelirroja que me había removido todos mis esquemas.

- Harry, ¿me estás escuchando?

- Si -mentí- Un nombre muy bonito, me gusta - sonreí de oreja a oreja mostrando mis hoyuelos. Ella seguía con las mejillas ligeramente teñidas de rojo debido al piropo que le había dicho anteriormente.  Nunca lo admitiría pero me encantaba que se sonrojase y más cuando era gracias a mí y mis cumplidos.

- Muchas gracias, de verdad - volvió a repetir.

- Deja de decir eso -refunfuñé- Pero dime, ¿por qué has llorado?