- ¿Dónde vamos? - preguntó Harry por quinta vez mientras seguía mis instrucciones.
Se me había ocurrido la idea perfecta y hacia unos días que había conocido un nuevo local que me venía de perlas.
- No seas impaciente y gira en la próxima intersección a la derecha - dije sonriendo.
Harry sonrió y fijó la mirada en la carretera. No sabía dónde íbamos y eso le descolocaba.
- Aquí es - dije emocionada cuando llegamos al lugar. Por fuera tenía un aspecto bastante normal pero dentro todo cambiaba.
Pasamos abrazados por la puerta y Harry me miró sorprendido al ver el interior.
- ¿Y esto?
- Becky's -dije obvia- Aquí tomaremos nuestro postre. Hay para elegir todo lo que quieras, desde el dulce hasta el salado
- Debo reconocer que me has dejado totalmente impresionado
- Sabía que te gustaría. En cuanto vi el interior pensé en ti
- Es muy parecida a la panadería de Holmes Chapel - murmuró entrando más en la tienda.
- ¿Que desean chicos? - preguntó una señora que ya sobrepasaba los sesenta años.
- Probar un poco de todo - contestó Harry cogiendo mi mano. Me encantaban las muestras de afecto que mi chico me hacía cuando estábamos en público.
- ¿Lo tomarán aquí? - preguntó de nuevo la señora. Harry y yo movimos la cabeza al unísono y la señora sonrió.
Nos sentamos y poco tardamos en devorar los dulces que Becky nos sirvió.
- No puedo más - suspiró Harry acabándose el último plumcake que quedaba en la mesa.
- Yo tampoco. Demasiado chocolate
- Ahora eres más dulce aún - murmuró Harry acariciando mi rodilla y parte de mi muslo.
- Harry -suspiré cuando comenzó a hacer círculos con sus pulgares llegando cada vez más tentadoramente a esa zona- Para
- No quiero - reprochó.
- Harry...
- Vámonos al hotel, pasaremos la noche allí
Nada más escuchar su propuesta me calenté en el momento. Harry sabía cómo provocarme y el efecto que tenía en mí.
Salimos de la tienda no sin antes despedirnos de Becky y prometer que volveríamos.
Durante el trayecto Harry se mostró bastante receptivo y no dejó de demostrarme cuanto me quería mediante besos y caricias.
En cuanto pasamos el umbral y llegamos a nuestra suite, fui yo quien tomó las riendas de la situación.
El vino que tomamos durante la cena me había hecho un efecto totalmente inesperado para los dos y tenía ganas de Harry.
- Cuidado, pequeña - susurró cuando choqué con la cama mientras intentaba deshacerme de su camisa.
Le miré a través de mis largas pestañas y dejé un rastro de besos desde su mandíbula hasta el inicio de su cuello que hizo que mi chico se estremeciese.
Sin duda yo provocaba el mismo efecto que él provocaba en mí.
Cuando estábamos completamente desnudos y en la cama, Harry bajó la intensidad de la luz dando a la habitación una apariencia mucho más íntima.
- Hoy quiero disfrutar de ti, ya habrá ocasiones donde disfrutemos al máximo, donde te saboreé cada rincón pero hoy quiero hacerte mía como he deseado hacerlo desde el primer día que te conocí. Ahora tú serás mi postre - susurró con la voz ronca. Sus pupilas se dilataron instantes después por lo que supuse que las mías lo habían hecho también.
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The same mistake (Harry Styles)
Fiksi Penggemar¿Qué ocurre cuando te quedas sola? ¿Cuando tu única familia está en la otra punta del mundo? ¿Qué ocurre cuando pasas de vivir sola la mayoría del tiempo a estar rodeada de cinco torbellinos? ¿Qué ocurre cuando esos cinco torbellinos son la banda má...