A mí no me engañas

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Llegamos al lugar donde se celebraba la fiesta y la verdad es que el ambiente pintaba bastante bien. Había gente bebiendo y bailando por todos lados, justamente lo que yo necesitaba.

- Voy a por algo de beber - gritó Stell dejándome sola en la pista de baile.

Asentí aunque sabía perfectamente que no podía verme y seguí bailando dejándome envolver por la música que retumbaba por los altavoces.

- ¿Hannah? - una voz conocida se alzó por encima de los gritos y la música. Me giré aturdida y sudorosa pero sonreí cuando le reconocí.

- Ed -grité entusiasmada- ¿Qué haces aquí?

El pelirrojo se acercó a mí depositando dos besos de cortesía y sonriéndome.

- Si no venía a esta fiesta Nick me mataba - rió y me sacó de la pista para que pudiésemos hablar más tranquilos.

- ¿Estás aquí con los chicos? - ahí estaba la pregunta que esperaba desde que le vi aparecer con su camiseta con cuello a pico azul marino. Hice una mueca de disgusto y aproveché para mojarme los labios con mi propia lengua.

- He venido con una amiga - dije sin ninguna expresión en el rostro.

- Eso está bien -dijo arrugando la frente- ¿Y Harry? ¿Cómo está?

Cerré los ojos a la vez que cerraba los puños con fuerza. ¿Por qué todo el mundo estaba empeñado en recordarme a Harry a cada segundo?

- Harry y yo lo hemos dejado

Ed se quedó pálido como si no creyese lo que le estaba diciendo.

- N-No lo sabía - titubeó. Sonreí intentando que no se sintiese tan culpable pero al parecer no funcionó demasiado porque seguía con esa extraña mueca.

- No pasa nada, está más que superado - mentí pero Ed debió de tragárselo porque no volvió a decir nada.

Llevábamos un rato conversando cuando Stell apareció con dos Ron Cola en la mano.

- Toma -dijo tendiéndome mi vaso. Se detuvo unos segundos para mirar a Ed con asco- ¿Quién es?

- Es un amigo -sonreí y Ed asintió con la cabeza- Un viejo amigo podría decirse

- Está bien - masculló mi amiga mientras recorría el lugar con la mirada, parecía algo cabreada y no sabía el por qué.

Tras seguir otro rato hablando con Ed volví al sitio donde minutos antes se había trasladado mi amiga y la encontré sentada bebiendo sola.

- Ya era hora - gruñó.

- ¿Qué te pasa? - pregunté viendo el estado de alteración que tenía mi amiga.

- Se supone que vienes conmigo a este sitio y vas y te tiras más de media noche hablando con un tío

- ¡Oye! Se suponía que veníamos en busca de chicos ¿no? - reproché.

- A mí no me engañas, Hannah. Sé quién era ese tío mucho antes de que me lo presentases

- Estás haciendo una montaña de un grano de arena, Stell - dije sentándome a su lado.

- ¿En serio? ¿Crees que yo estoy haciendo una montaña de un grano de arena por el simple hecho de que quiero que mi mejor amiga deje de pensar en el capullo de su ex?

Stell tenía razón y me sentía la peor chica del mundo por intentar convencerme a mí misma de que ella era la culpable cuando realmente no era así.

- Perdóname - supliqué.

- No tengo nada que perdonarte - dijo mi amiga extendiendo sus brazos y dándome el abrazo que tanto necesitaba en esos momentos.

The same mistake (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora