19. "Olvídalo"

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   - ¿Algo de beber? - Preguntó el mesero tomando los menús.

- Dos botellas de agua y una de vino, por favor - Le respondió mi padre con amabilidad. Este asintió y se fue dándole una mirada de reojo a Kansel sin que ella se diera cuenta.

Disfrutábamos de una noche en un restaurante junto a mi padre, mi hermanastra y mi madrastra. Habíamos acordado en la noche de San Valentin vernos y así poder conocernos mejor, entre Bethany y yo, obviamente.

- ¿Trabajas, Charlotte? - Dijo Bethany entrelazando sus manos sobre la mesa.

Negué con la cabeza. Aún me intimidaba hablar con ella, sabiendo como vivía anteriormente y cosas como esas, pero ella había superado todo eso e intentó cambiar cuando Kansel había nacido.

- Empezaré con el trabajo este año, para mis ahorros de la universidad - Dije, mientras el mesero nos servía las bebidas.

Agradecí en un susurro mientras Bethany me hablaba sobre su adolescencia, cuando quería entrar a la universidad. Comenzó con sus anécdotas, seguidas por nuestras risas y carcajadas que no podíamos contener. Con mi padre solíamos taparnos la boca para que nadie nos oyera reír tan alto, ya que era un restaurante lo demasiado elegante para tener cuatro personas prácticamente gritando.

- Y lo peor de todo es que había terminado fuera de la discoteca - Dijo mi padre.

- Luego de dos patadas en el trasero, más de quince chupitos, de botellas voladoras y zapatos que desaparecían - Le dije aguantando la risa.

- Ese zapato no lo encontré nunca, ahora que lo recuerdo - Saltó Bethany.

Intentábamos no escupir la comida, como Kansel lo hacía, y nos callamos por unos instantes relajando nuestros estómagos. Respiramos tranquilos y volvimos a la conversación.

- En fin, termine interrumpiéndote Charlotte - Hablo mi padre -. Nunca los dijiste que querías estudiar y terminamos yéndonos hacia las ramas.

- No hay problema - Sonreí -. Estoy enamorada por los libros. Mamá tiene cuentos guardados que escribí de niña y yo tengo unas ideas para varias historias.

- Ideas geniales, ya las he leído - Dijo Kansel interesada con el tema de conversación -. Quisiera poder escribir tan bien como ella.

- Que lindo, Charlotte - Respondió Bethany - ¿Deseas ser una autora importante? - Dijo antes de tomar un sorbo de su vino.

- No tanto, no de esa forma - Contesté comiendo un poco del puré de calabaza -. Me gusta la lectura juvenil, con una historia que realmente tenga un significado real que llegue a los corazones de mis lectores.

Mi padre casi se ahoga con el vino al escuchar lo que acababa de decir. Me miro y yo levanté una ceja.

- ¿Qué? - Me reí, sorprendida.

- Pellízquenme, ¿mi hija dijo eso? - Aclaró, dejando la copa en frente de su plato.

- Ya, William, acepta que nuestras hijas están creciendo - Contestó Bethany -. Una esta madurando, pero otra no.

Miro a Kansel con una expresión que decía ¿Para cuándo, hija? mientras ella se encorvaba sobre la mesa para comer su plato de pasta y que ningún fideo salga volnado pra cualquier lado o le manche la ropa con salsa.

Se enteró de que su madre la miraba y desvió sus ojos de la comida.

- Estoy madurando - Dijo mi hermana. Solté una carcajada que provino de mi garganta para llamar la atención de Kansel -. Repito, estoy madurando - Repitió ella, y  volvió con su comida.

Corona De Lágrimas (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora