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El timbre del apartamento sonó, me sentí aliviado de no responder su pregunta.

—Esto no ha terminado, espera aquí.

Claro, como si después de esto fuese a pasar algo realmente.

Me senté sobre el borde de un sillón de forma cuadrada rojo, y continúe mirando todo el lugar, todo se veía limpio y ordenado. Seguro es fanático de la limpieza, en el departamento que comparto con BaekHyun hay botellas de Soju por todos lados e incluso puedo jurar qué hay bolsas vencidas de ramen dentro de unas cajas que guardamos bajo el fregadero.

Mí celular vibró.

Un mensaje de texto de mí hermana menor, no éramos familia de sangre pero así nos queríamos, como si realmente fuésemos hermanos. Lo abrí con una sonrisa.

"Kyung, mañana en la noche es la fiesta de cumpleaños de mamá, ¿Vendrás verdad? Habrá mucha comida, tal como te gusta".

Respondí el mensaje riéndome un poco por lo que le había añadido. Cuando vine a darme cuenta tenía a JongIn enfrente.

—¿Qué te hace tan feliz?

Bloqueé el celular metiendolo a mí bolsillo, ni siquiera respondí. Se acercó a mí y me jaló de la corbata, quedando en silencio mirándome, fruncí el ceño y lo aparté de golpe.

—Existe algo llamado espacio personal, y lo quiero. Gracias.

—Pues hay algo que quiero, y es follar, así que si te apresuraslas cosas serán más fáciles.

Lo supuse, no me sorprendí en lo absoluto pues era algo que ya lo sabía.

—¿Tan fácil para ti es decirlo? Cómo si fueras un experto... —me detuve y lo miré— ¿No es tu primera vez con un hombre? ¿Verdad?

Él se alejó, y empezó a mirar alrededor un poco nervioso. Si me ponía a pensar detenidamente sobre el asunto, era un poco raro todo esto.

¿Cómo es que quiere hacerlo conmigo? Me acaba de conocer, literalmente.

A menos que... lo miré con más atención, parece que lo conozco de algún lado.

—Sigues desperdiciando tiempo, si sigues así definitivamente te voy a despedir y contrataré a alguien más. —agachó la mirada, y ese recuerdo fugaz vino a mi mente. Esa noche había sido mí primera noche dando y no recibiendo.

—No te había reconocido, has crecido, y mucho, estás tan diferente.

Debí imaginarlo, ese chico inocente y pequeño qué me había entregado su virginidad era él, JongIn. Ahora era todo un hombre, nos acostamos un par de veces, pero después de un tiempo no supe nada más de él hasta ahora.

— ¿Sabes lo difícil que fue para mí no verte más? Fuiste el primero con el qué... bueno, tú lo sabes perfectamente, te reconocí en el segundo que te vi. —me límite a escuchar— Pero tú no lo hiciste, así que no quise decir nada al respecto en ese momento, pero ahora que lo sabes también sabes lo que quiero. Y no me rendiré hasta conseguirlo. ¡Fuiste mí primer am...!

—De acuerdo, hagámoslo. —JongIn abrió la boca sorprendido y empezó a tartamudear, me quité el abrigo, la camisa, él se limitó a mirarme con la respiración agitada.

—Está vez yo doy, tú recibes. —quité el cinturón que mantenía mi pantalón ajustado a mi cintura.

JongIn seguía mirándome, ladeé el gesto, claro, como sea, solo acabemos con esto.

—Bien.

— ¿No estás asustado por eso? O acaso tú... ¿Ya has recibido antes? —apretó el puño.

asistente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora