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Cuando quieres demasiado a alguien sientes ese temor de perderlo, sientes lo que yo estoy sintiendo. Me pegué en el pecho intentando aliviar el dolor que sentía mi corazón. Un sollozo se escuchó, acerqué mi vista por el pequeño agujero de la puerta.

— ¿Por qué lloras? —Yang Min, estaba enrollada entre las sábanas, golpeando con suavidad la espalda de su esposo.

—Yo... —miró hacía mi dirección, tragué saliva — No puedo seguir con esto.

Él se levantó de la cama viniendo a dónde yo estaba escondido, la puerta se abrió y de inmediato la mirada de Yang Min se cruzó con la mía.

JongIn había detenido el hecho de tener relaciones con su esposa, tendió su mano hacía mi dirección ayudándome a salir del armario, yo por suerte logré ponerme mi pantalón.

— ¿Quién es él? —ella me miró asustada, cubriéndose aún más entre las sábanas.

—S-soy... —JongIn me interrumpió, rodeandome con su brazo.

—Él es Do KyungSoo. —sonrió, todavía tenía lágrimas en sus ojos al igual que yo— Es el hombre que amo.

Oh mierda lo ha dicho.
Agaché la mirada, no quería escuchar los próximos insultos por parte de ella, no quería ver su cara de decepción, de asco, no quería tampoco saber las posibles amenazas que tenía en mente.

—Ahora entiendo todo. —respondió

Levanté mi cabeza y la miré, tenía una sonrisa de oreja a oreja.
¿Qué la ponía tan feliz?

—Disculpa, ¿podrías explicarme porqué estás así, no piensas decirme algo o a mi padre?

Ella se tiró una carcajada.

— ¿Y eso de que me serviría? ¿Acaso me amarías o dejarías de amarlo si lo hago?

JongIn negó con la cabeza.

— Disculpa —mi voz sonó débil— Me puedes decir, ¿qué quieres d-ddecir?

Mierda, estoy tan nervioso.
Yang Min arreglo las sábanas y sacó ambas manos cubriendo su cuerpo desde la parte del pecho para abajo.

—No creo que sea correcto decir esto señor Do.

—Dime KyungSoo.

Ella sonrió de lado. —Se ve que eres buena persona, y que JongIn te ama. Por eso mismo no diré una sola palabra al respecto, basta y sobra con qué ambos estén seguros de lo que sienten.

Claramente hablaba de su luna de miel, eso lo entiendo perfectamente. Algo había pasado entre ambos y tenía razón, no quería escucharlo.

—Sigo sin entender. ¿No le dirás a mi papá? ¿estás de acuerdo con todo esto?

— ¿Por qué tienes tanto miedo de que lo descubran? Si te vas a detener de algo que te hace feliz solo porque te da miedo lo que puedan decir los demás, entonces nunca lograrás nada.

JongIn suspiró y me soltó. — G-gracias.

— ¿Me podrías hacer un favor? Creo que tendremos que solucionar este problema de nuestro "matrimonio" —Yang Min sonrió— Me estoy divorciando solamente dos semanas y media después.

Los tres reímos.
Dejamos la habitación para que Yang se cambiara, JongIn y yo nos dirigimos a la cocina.

— ¿Estás seguro de lo que estás haciendo JongIn? —él carraspeó la garganta, y frunció el ceño mirándome. 

— ¿Crees que no lo estoy? —agaché la mirada, y relamí mi labio.

—No he dicho eso... Yo...

asistente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora