asistente.

23

La sonrisa de JongIn se borró de inmediato. No terminé lo que estaba por decir, agaché la mirada y empecé a tronar mis dedos.

—Te dije que no hagas eso. –tomó mi mano y la beso— Arruinarás tus manos y mira que son buenísimas para muchas cosas.

No pude evitar soltar una pequeña risa ante su broma. —Eres un pervertido.

El ambiente era perfecto, no estaba tan oscuro ni tan claro, no era frío pero tampoco caliente. Y tenía al hombre perfecto frente a mí, sus ojos se veían cansados pero aún así sonreía para mí.

— ¿Yo? Oye, me refería a que haces una comida deliciosa y no hablemos de los huevos revueltos, magníficos.

Ambos guardamos silencio y nos dedicamos a solamente mirarnos fijamente, pero eso no duró mucho porqué JongIn se empezó a reír lo que causo que me diera risa también.

—Ah sí, claro.

—Sé lo que piensas y tranquilo, no te presionaré sé que no estás listo.

Mis razones no tenían nada que ver conmigo es más, tenían que ver con él.
Su seguridad, su reputación, su felicidad.

—Vamos a dormir, tenemos que descansar lo suficiente para la fiesta de ChanYeol.

¿Fiesta de ChanYeol? Lo había olvidado por completo, tendría que levantarme alrededor de tres horas para ir a comprar el traje y luego regresar a casa para arreglarme y... ¡Soy un desastre!

— ¿Es mañana?

JongIn se rió.— Mañana ya es ahora, la fiesta es más noche.

—Bueno, si hoy.... y yo no he comprado ningún traje de vestir.

— ¿No tienes un solo traje de vestir? ¿Qué hay de los que usas para trabajar?

Fruncí el ceño.

— ¿Qué acaso no puedo preocuparme por verme bien?

JongIn frunció la boca y suspiró, mientras asentía lentamente.

—Te puedes ver bien pero solo para mí, los demás no pueden verte en lo absoluto. De hecho deberías ponerte un letrero que diga "propiedad de Kim JongIn"

Me reí. —Estás loco, ¿qué tal si lo ve tu padre?

—Pues mí padre sería la primera persona a la que le mostraría el cartel.

Su respuesta me dejó mudo, sonrió y alboroto mí pelo.

—Mi pequeño testarudo, ven vamos a dormir.

Ni lento ni perezoso me recosté sobre él dándole un último beso en los labios, cerré los ojos dispuesto a descansar por lo menos unas cuatro horas.

[.....]

JongIn, seguía profundamente dormido, eran las dos la tarde según el reloj de la habitación. No esperaba dormir tanto, pero así había sido y yo sigo sin nada de ropa para ir a la fiesta de Park ChanYeol.

Le marqué un par de veces a BaekHyun, pero no respondía.

— ¡Despierta! —me tiré encima de él, lo golpeé, lo besé, y nada servía— Pareces un enorme oso invernando.

No había respuesta por su parte.

—Tendré que llamar a EunWoo para que me acompañe por un traje.

Me levanté de la cama y me encaminé a la puerta para salir de la habitación, toque la manilla y la giré.

En un abrir y cerrar de ojos, ya tenía la mano estirada de JongIn justo a mí lado deteniendo la puerta, me giré y lo miré fijo.