Tenía media hora esperando que el desgraciado de BaekHyun apareciera tras las puertas del bar.
—Siempre llegando tarde. —suspiré, y tome de la botella fría de cerveza que estaba frente mío. Miré mi reloj, eran apenas las cinco de la tarde.
Saqué mi celular otra vez, y empecé a chequear todas las redes sociales, los mensajes e incluso jugué un rato en Candy Crush.
Baek y yo compartíamos dormitorio desde que estábamos en la universidad —podría decirse que él es mi mejor amigo– pedí una cerveza más, me dolía la cabeza y el cuerpo, al llegar a casa definitivamente me daría una ducha caliente.
Pensé en el baño, un baño caliente, Kim JongIn, diablos. Mi mente me lanzó una imagen de él en la ducha, y desnudo. Sacudí mi cabeza, y gruñí.
—¡Vaya, ya estás gruñendo a estás horas! Eres todo un aguafiestas. —Baekhyun traía un gran abrigo color café, y los típico lentes sin aumento de «me-veo-guapo-y-con-estilo» que usaban los adolescentes.
—Es lo menos que deberías decirme a estas alturas Baek, una hora tarde. Una maldita hora tomando solo ¿Cómo crees que me siento?
BaekHyun ladeó el gesto. —Algo te tiene molesto, y ese algo no soy yo amigo. No es la primera vez que vengo tarde, y lo sabes, el maldito me mandó unos trabajos de edición hasta muy tarde, me tocó que corregirlos todos.
Él tenía razón, siempre venía tarde. Era algo de lo que ya estaba acostumbrado, pero mi día solo parecía empeorar y no sé porqué ese tipo ha causado tanto impacto en mí. Estoy empezando a odiarlo antes de trabajar con él, Baek alzó la mano y con los dedos pidió cuatro cervezas más.
La chica llegó con las cuatro cervezas, BaekHyun sonrió y mordió su labio inferior. Típico de él, todo un casanova, buscando cero compromiso.
—Gracias linda, al rato nos traes otras cuatro ¿Sí?
La chica sonrojada se retiró, hizo una leve reverencia.
—Basta, odio cuando haces esas cosas.
Tomé una de las cervezas y la abrí con la mano, la bebí hasta el fondo.
—¿Celos? —se acercó a mí y me abrazó, yo le respondí con un golpe en las bolas— Está bien te entiendo, pero no me golpees ahí por favor, es mi fuerte con las chicas. Además sé que ese culito que traes ya está ocupado.
Le di otro golpe, esta vez más fuerte.
—Repítelo y la próxima vez, te dejaré con la imposibilidad de tener descendencia.
—Bueno cambiando de tema. Odio a mi jefe, ojalá algún día pueda enseñarle quién manda, así como lo hago con las chicas en la cama. —apuño su mano y dio un pequeño golpe en la mesa
— ¿Pretendes tener en la cama como sumiso a tu jefe Park ChanYeol? —me tiré una carcajada.
— ¡Qué diablos! No. ¿No es posible verdad? —empezó considerar la posibilidad, lo que hizo recordarme a JongIn otra vez. Bufé.— ¿Qué tal estuvo tu entrevista de trabajo? Lograste pasar, ¿A qué sí? Aposté con un amigo que lo lograrías, no me hagas perder esos cinco dólares.
Mordí mi labio mientras suspiraba.
—Algo así, no directamente. Pero es que parece que ahora trabajo para Kim JongIn.
BaekHyun se empezó a atragantar, golpeé levemente su espalda para que recobrará la postura.
— ¿Hablas de Kim JongIn? ¿El JongIn? ¿Hijo del dueño de la empresa con la que todos quieren afiliarse?
— ¿Qué hay otro? —pregunté mientras él se reía
—Estás en grandes problemas.
No era necesario que me lo dijera, era algo que ya tenía en mente desde el momento en que lo vi.
Levanté la mano y pedí esta vez, cinco cervezas más. Las próximas horas se resumieron en las quejas que BaekHyun tenía sobre su jefe Park ChanYeol. Sobre todas las mujeres que deseaban estar con él y sobre cómo debía empezar a salir más con las chicas. Aunque él sabía muy bien sobre mi orientación un tanto 'bisexual' siempre, pero siempre me hablaba sobre lo muy buen padre de familia que sería.
—Oye, creó que ya esssss hora d-d-de irnos. —el lugar empezó a darme vueltas. Creó que una ronda de 24 cervezas entre dos personas, era suficiente por una noche.
—Pff, si claro. —sonrió— ¡Pasa otra ronda! ¡Tú la pelirroja de minifalda! Ven aquí.
Dejé el dinero sobre la pequeña mesa llena de botellas de cerveza, y con esfuerzo logré sacar a Baekhyun del lugar. Estábamos muy ebrios, demasiado para saber en que lugar nos encontrabamos.
— ¿Byun? ¿Byun BaekHyun? —tenía entre mis hombros los brazos de Baek, mientras esa voz se encontraba detrás de nosotros. Al parecer la reconoció al instante, porque con dificultad intentó recobrar su compostura.
— ¿Jefe? —preguntó Baek, entrecerré los ojos porque veía un poco borroso. Odio esto de estar ebrio y miope a la vez, pero luego la visión fue clara, ahí estaban frente a nosotros, el jefe del trabajo de BaekHyun y mí futuro jefe Kim JongIn.
Al parecer mi estado de ebriedad se fue rápidamente, tosí un poco sorprendido y apenado por la situación en la que me veía mí futuro jefe. BaekHyun se tiró una carcajada.
—Incluso arruinas mis horas libres del trabajo. Eres despreciable. —reaccioné a las palabras de BaekHyun, estaba más ebrio que yo. Chanyeol abrió los ojos como platos mientras intentaba agarrar a un Byun salvaje en estado de ebriedad.
—D-disculpen lo que acaba de decir, ya nos vamos a casa. —tome de la mano a Baek y lo jale hacía mí, pero algo me detuvo. Era ChanYeol quién tenía sostenida su mano e impedía que me lo llevase en ese instante.
— ¿Cómo puede ser que un ebrio lleve a otro ebrio a casa? Lo llevaré yo.
Por su tono de voz podía decir que estaba decidido, BaekHyun estaba por caer inconsciente.
—No y-yo puedo, estoy seguro.
Lo jale otra vez a mí lado, pero solo fue otro inútil intento.
—Ya basta. Déjalo ir. — habló JongIn, solté la mano de Baek y fruncí el ceño— Dejemos la reunión para otro día, lleva a tu empleado a su casa, yo me encargaré de llevar al mío.
ChanYeol asintió, llevando a BaekHyun casi cargado en sus brazos.
—Bien puedo irme por mí cuenta. Feliz noche, nos veremos mañana en la oficina jefe.
Me di la vuelta y empecé a caminar un poco rápido.
—Sube al auto, iremos a mí casa.
Me detuve en seco mientras escuchaba como los pasos de Kim JongIn se acercaban a mí.
—Recuerdas tu idea de bañarnos juntos ¿No crees que está es la oportunidad perfecta?— susurró en mí oído derecho, mi corazón empezó a latir rápidamente.
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asistente.
FanfictionEl gran sueño de Do KyungSoo era trabajar para una empresa de edición reconocida. Y por poco lo consigue, pero para su mala o buena suerte se topó con Kim JongIn quién lo convierte en su asistente personal, con la única intención de revivir su pasad...