asistente.

15

Sabía muy bien que JongIn estaría de regreso este día, incluso ensaye de manera rápida como estaría dispuesto a actuar frente a él.

Sin remordimiento y con orgullo, ignorarlo al máximo.

¿Cómo es que terminé haciendo completamente lo opuesto a lo que me propuse?

Me detuve y miré fijamente a JongIn a los ojos. ¿Me extrañó? ¿Así fue? Quería decir un Yo también pero las palabras no lograban salir, él esperaba una respuesta.

¿Por qué es tan difícil decirlo?

— ¿Dije algo malo? —forzó una sonrisa apagada mientras acariciaba mi mano— Lo siento, ahora recuerdo. Tú no sientes lo mismo.

Estaba a punto de pedirme que me levantará y terminaramos todo esto, pero no quiero, lo necesito. Sin decir más lo empujé levemente de nuevo contra el suelo y continúe con mí trabajo.

¡Adiós ropa interior!

El miembro erecto de JongIn estaba frente a mí, lo tomé por abajo con mi mano derecha y lo comencé a masajear. Despacio hacía arriba y para cuándo llegué abajo, con mí lengua lo recorrí.

Ahogó un gemido. Quité mí mano derecha y jugué solamente con mí lengua lentamente, sin prisa, tomé la punta y empecé a chuparla, como si de una paleta se tratara. JongIn me tomó del pelo, dándome unos pequeños tirones al mismo tiempo en que levantaba su cuerpo en reacción a cada pequeña succión.

—Joder...Kyung...ah, mierda. —sus susurros eran excitantes, dejé de jugar con su miembro, JongIn me sonrió y tomándome de la cara me acercó para besarme.

Lo necesito, lo necesito ahora. La posición cambió y ahora me encontraba debajo de él.

—No sabes cuánto tiempo aguanté para hacer esto.

La puerta sonó. — ¿KyungSoo estás bien? ¿Por qué le has puesto llave a la puerta? —esa voz, era Eun Woo.

Miré asustado a JongIn, quién tenía los labios apretados.

—Voy a matar a ese sujeto. —dicho esto, nos paramos rápido y empezamos a juntar nuestra ropa.

La puerta sonó otra vez. — ¿Kyung? Voy a traer la llave si no me abres.

Ya tenía puesto mí pantalón y mí camisa. ¿Dónde están mis zapatos? Busqué como loco, cuando vi a JongIn él ya estaba listo.

Miré debajo del escritorio, nada. Las llaves sonaron y la puerta empezó a abrirse, fui a mí escritorio para sentarme tras de el. JongIn tomó una posición cómoda en la silla de enfrente, cómo si hubiésemos tenido una grata discusión. Si así es discutir con él, por favor que se repita.

—Lo siento. N-no sabía que... —JongIn se paró y lo calló.

—Para la próxima cuando no respondan, debes imaginar que algo sucede. Y no interrumpir, lo dejaré pasar por esta vez solo porqué no quiero ser tan severo, una vez más y estás fuera. —salió de la sala. Él dijo la próxima vez, significaba que se volvería a repetir un encuentro casual, involuntariamente mordí mí labio inferior.

—Qué estúpido. —Eun Woo tomó el lugar en el que había estado JongIn, y puso sus pies sobre mí escritorio— ¿Te pasa algo, te duele el labio o es que estás muy feliz de verme?

Dejé de hacerlo, estaba a punto de responderle pero alguien se asomó por la puerta. Era Sun Hee.

— ¡Chicos! ¿Pero qué hacen aquí? ¡Vayan a seguir sirviendo en la reunión! —Eun Woo se paró, y quise hacerlo también, pero no aún no tenía mis malditos zapatos.