La secta de los dioses.

25.- Prueba.

Todos los encapuchados se inclinaron ante este holograma reflejado por el cristal gigante.
Kroguer solo observaba tal acción, pues hasta harper se inclinó ante el holograma, se le hizo bastante extraño que todos se inclinasen ante una imagen transmitida por un cristal.

-. Veo que no te impresiona verme, Yang.- dijo con una media sonrisa, mirando fijamente a Kroguer.

-. Me impresiona mas el hecho de que seas solo un holograma reflejado por un cristal y no estés aquí, en persona. Dijo sin bajar la mirada ante Dyvine.

-. ¿Como te atreves a hablarle de esa manera al creador de todo?-. Dijo el sujeto que erradicó la bola de energía oscura creada por Kro e izanagui.- Deberías tener mas respeto, mocoso-. Dijo mientras se quitaba la capucha para dejar ver a un joven de no mas de 19 años, de pelo castaño, ojos verdes, con una enorme cicatriz en el párpado derecho, con una altura de no más de 1,69m.

-. Jajaja, relajate, Coatl. El joven Yang no sabe nada de mi, así que toleralo un poco-. Dijo mientras carcajea a un poco.

-. ¿Coatl?-. Preguntó Kroguer algo confuso.

-. Es el dios serpiente, es como tu, Yang.- Dijo para después pararse al lado de coatl.

-.Como yo?-. Preguntó confuso.

-. No es un humano con el poder de un dios, es un dios reencarnado.- dijo Harper para así levantar la mirada.

-. La única diferencia es que, yo no estoy destinado a contribuir en la extinción de todo.-. Dijo coatl enfadado.

-. Yo no contribuiré a nada!-. Respondió.

-.Quizá no vallas a estar consciente, pero lo harás, eres una llave para que el pueda despertar.- Dijo izanagui mientras elevaba su poder.

-. Aun no lo sabemos, izanagui, así que... ¡Sientate! Dijo una vos femenina muy suave pero con mucha firmesa.

-. ¿Izanami?.- dijo sorprendido por la forma en la que le hablo aquella hermosa vos.

-. Deja que Dyvine diga que haremos con el.- dijo, al quitarse la capa, dejo ver a una joven pelirroja rizada, de no mas de 20 años de edad y 1.58 de altura, con unos hermosos ojos color café.

-. ¡Ustedes dos, guarden silencio! Dyvine ya decidió, ¿Cierto?-. Exclamó el joven coatl.

-. Si, haré una prueba con el, si sobrevive, vivirá, lo entrenare personalmente y llevaremos acabo una ultima misión.- Dijo con un semblante serio.

-. ¿Una ultima misión? ¿A-a que se refiere, señor?-. Pregunto harper muy confundido.

-. La misión, Profecía. La misión en la que acabaremos con la secta de Cornos y evitaremos la extinción de todo.- Dijo Dyvine en voz alta.- por ahora, ve a descansar, Yang. Mañana te esperaremos aquí para llevar acabo tu prueba.- dijo mientras el holograma se desvanecía y el alto mando desaparecía.

-. Esta bien, Dyvine.- asintió.- por cierto, mi nombre es Kroguer-. Dijo antes de que el holograma desapareciera por completo.

Esto sorprendió a Dyvine, al escucharlo solo río y dijo.
-. Entonces, nos vemos, Kroguer.- al decir esto, desapareció.

Después harper y Kroguer partieron a sus respectivas habitaciones, pues el día siguiente sería muy largo, y habría muchas cosas por hacer y una de ellas era despedir a su mejor amiga, pues partiría junto con la diosa Izanami hacia el otro lado del mundo.

Las afueras del cuartel general había viento, tal parecía que una tormenta se avecinaba, las hojas de los arboles se movían bruscamente, al horizonte se podía ver el resplandeciente sol sacando unos muy pequeños rayos de luz, tan leves que las estrellas aun se alcanzaban a observar. Una madrugada tan hermosa así como la chica que se encontraba debajo de un manzano refugiándose de las fuertes ráfagas de viento, con 2 maletas por cada lado, la joven Ambar estaba lista para partir a su viaje.

-. Es el día, Am. Hoy, dejaras de ser solo un soporte-. Dijo en voz baja.

-. No eres solo un soporte, Am.- Dijo un joven que se acercaba por detrás de la colina.

-. ¿Kroguer?-. Pregunto aquella joven muy sorprendida.- ¿Que, que haces aquí?-. Preguntó confusa.

-. ¿Que "que hago aqui"? Es obvio, ¿No? No dejaria que te fueras sin despedirte, Am.

-. Estas lista, jovencita?-. Preguntó una joven que descendía lentamente del cielo.

-. Señorita izanami!.- dijo Kroguer mientras observaba a aquella mujer.

-. ¿La conoces?-. Preguntó Ambar, algo sorprendida.

-. La conocí anoche-. Dijo con una sonrisa.- y tu, desde cuando la conoces?-. Preguntó de la misma manera que su amiga.

-. Desde lo sucedido en aquel templo, ella desbloqueo una porción del poder que tenia oculto para poder recuperarme y curar a Itzel.- aseguró.

-. Así que ¡Tienes poder oculto!?.- preguntó sorprendido.

-. Tiene muchísimo potencial oculto, pero solo podrá liberarlo con un muy duro entrenamiento. Me atrevería a decir que una vez termine su entrenamiento... Sera más poderosa que tu-. Dijo mientras abotonaba la camisa de kroguer de una manera muy provocadora.- pero eso llevara tiempo así que... ¿Partimos ya?-. Preguntó mientras se alejaba de kroguer y caminaba hacia otra dirección.

-. Si-. Asintió.- nos vemos, Kro. Dijo ámbar para así compensar a caminar hacia un portal creado por izanami.

-. Adiós, Am.y... ¡Suerte! Dijo mientras se despedía de su amiga con una sonrisa.

Al cerrarse el portal comenzaron a sonar las campanas, se podía ver a una joven corriendo en dirección a kroguer, al parecer tenia algo importante que decirle.

-.¡Kroguer!-. Grito.- los altos mandos le esperan-. Dijo al llegar, una joven de complexión delgada, de 1.62 de altura, pelo castaño y rizado con unos ojos color café, vestida con un pantalón algo pegado y un suéter a rayas rojas y grises.

-. Oho, cierto, la prueba, la olvide.- dio mientras soltaba una risilla.

-. Bien, pues no perdamos tiempo, vamos señor Kroguer.- dijo mientras abría un portal color rojo frente a ella.

-. Te dije que dejaras las formalidades, Dulce.- dijo mientras entraba al portal.

-. Tratare, Kro.- dijo para cerrar el portal y abrir otro que dirigía hacia el comedor.

Una vez dentro de la oficina de los altos mandos, Kroguer espera a que designen la prueba que decidirá su futuro y también el de toda la humanidad.

El cristal comenzó a brillar y así se hizo presente el holograma de dyvine.

-. En donde están todos, Dybine? Preguntó algo confuso.

-. Listos para tu prueba.- Respondió.

-. ¿Y bien?, dime ¿Que tengo que hacer?-. Preguntó impaciente

-. Pelear. Dijo Divyne. Al decir esto el cristal ilumino todo el lugar con una muy potente luz azul que segaba la vista. Y al darse cuenta, kroguer, Dyvine y los demás del alto mando se encontraban en una zona color blanco y una muy grande pista, la cual tenia alrededor una barrera color verde, dentro esta se encontraba Coatl, listo para el combate.

-. Esta... Es tu prueba, Kroguer.