✶ SILENCIO ✶
La calle principal estaba bajo nuestros pies. Lo supe por la libertad que Ashton se había tomado para transportarnos a ambos aun estando tan cerca del suelo. Pronto, los cables de electricidad a nuestros costados llamaron mi atención. Comenzaron a balancearse de un lado a otro. El viento lo estaba causando.
Chispas saltaron de los postes y detrás, las luces se encendieron y apagaron con insistencia. La ola de apagones nos rebasó en un instante y nosotros comenzamos a pisarle los talones.
—¿Estás provocándolo? —cuestioné con inquietud.
—Nos sigue —advirtió. Y no quise volver la mirada para comprobar.
Giramos una esquina, luego otra y otra más. Conocía el camino, íbamos hacia el colegio. Pero la dirección que Ashton de pronto tomó me sorprendió con la guardia baja.
—No hay salida en esta calle —le avisé.
—Tampoco las estoy siguiendo. ¿Me creerías si te digo que el medallón nos lleva en este sentido?
Observé el objeto con recelo. Pues le creía, seguía encendiéndose como una lámpara averiada.
«¿Ahora resulta que tienes mente propia?, o siempre fue así.»
Miré con ansiedad la avenida de restaurantes y al final, después del parque, ahí estaba, la iglesia.
—Creo que sé a dónde nos lleva —comenté.
—Yo también —secundó.
Pasamos por un lado, a la altura de los grandes ventanales y luego el terreno se amplió. La vieja estación apareció con sus tan reconocidos tonos metálicos.
—Debemos volver para buscar a Thomas.
—Aunque regresemos, presiento que él no estará ahí. Tal vez no tenga nada que ver, pero ¿recuerdas a tus hermanos? Asumo que ese circo llegó aquí con la intención de conseguir los medallones. Me parece que ellos van un paso delante de nosotros. La trampa les salió demasiado bien, pero no contaron con que el medallón fuera a protegerte. En un principio... ¿De dónde nació la idea para asistir a esa feria?
Me confundió por un lado, aunque constaba de razón por el otro. En sí, ya se me había hecho bastante extraño el que mi padre de pronto quisiera llevarnos a un circo, dado a que ninguno nos había llamado la atención realmente. Se las ingeniaron para atraernos de alguna forma.
—Insinúas que ya estuvieron aquí desde antes, ¿vigilándonos?
—Mucho antes de conocernos seguramente. Y sonará mal, pero creo que usaron a tu amigo después de que el medallón cayera en tus manos. Su familia tiene historia con nuestro circo. Su abuelo, el sheriff, era muy amigo de mi padre. No me extraña que los buscaran a ellos primero. Dieron con su padre y luego con él.
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El circo de Ashton #1 ✓
ParanormalEl circo de la muerte, así lo nombran en leyendas. Mencionan que aproximadamente medio siglo atrás llegó a Port Fallen, lugar donde ocurrió el desconocido incidente que terminó por incinerar la carpa de indumentaria con el dueño en su interior. Zara...