"Mi Chico Ideal" ©.

Capítulo 1

—Señorita Evans, Señorita Evans ¡Despierte! 

Me asusté por el ruido de la larga regla del maestro Griffin chocar contra el pizarrón.

— ¿Sí? —respondí elevando la cabeza del pupitre.

—La próxima vez que se duerma en el salón será sancionada —dijo con su mano puesta sobre el hombro de un nuevo chico, uno al que no había visto antes.

—Les presento a su nuevo compañero, terminará el año en nuestra institución, su nombre es Michael Bennett, espero que lo traten como es debido y lo ayuden a adaptarse —dijo el maestro.

Todas las miradas se dirigieron hacia el chico nuevo, la verdad es que era muy sexy, casi necesito babero porque me quedé con la boca abierta. «Mackenzie tienes novio ¡Por Dios! Deja de fantasear por otros.»

Él se sentó en el centro del salón, rodeado por las golfas, quienes no dudaron ni un minuto en ponerse a su servicio si saben a lo que me refiero. Pronto, los rumores sobre el nuevo se esparcían como pan caliente, al parecer hizo algo muy grave en su escuela en Canadá y por eso lo expulsaron, logró entrar al instituto por el dinero de sus padres.

Nunca había conocido a un bad boy antes, lo que hacía esto más llamativo e interesante. ¿Mi nueva tarea? Descubrir que sucedió en su escuela anterior.

Al salir de la clase del maestro Griffin me encontré a Daniel, sí, mi novio, a quién no quería ver, últimamente se ha comportado como un idiota conmigo, anda creando en su cabeza escenas de celos con cualquier humano con palo entre las piernas que se cruce en mi camino, nunca le he dado razones para celarme, pero sí eso quiere, pronto tendrá muchas.

Le dediqué una sonrisa forzada y antes de que pudiera acercarse a mí, me retiré a mi siguiente clase, la que más odiaba, Arte. Nos ordenaron a pintar un desnudo ¡Por fin algo interesante pasa en esta clase! Pero no se emocionen, nos guiamos de una estatua, no había nadie enseñando las pelotas allí.

El día pasó volando, había sonado la campana y era hora de irnos, me despido de mi mejor amiga y al subirme al bus noto que el nuevo está dentro, lo que significa que vive en mi ruta, ya me sentía Sherlock Holmes, toda una detective. Mis pensamientos se esfumaron cuando para mí mala suerte el bus frenó de golpe y caí sobre una chica que se encontraba en uno de los asientos delanteros justo llegando a casa,¡Menuda vergüenza! me disculpé y me bajé.

Llegué y busqué las llaves donde mi madre siempre las deja, bajo el tapete, porque soy tan despistada que si me las llevo, las pierdo. Entré y me encontré con la sorpresa de que mi madre había llegado temprano del hospital.

—Hola mamá ¿ha pasado algo en el hospital? ¿Por qué tan temprano? —dije despojándome de mi mochila.

—Hola querida, yo también estoy feliz de verte— bufó —Estoy acá para recoger unas cosas y descansar un poco, porque tengo turno en la noche, María se volvió a descontrolar.

María es una de las pacientes del hospital donde trabaja mamá, la tienen interna porque es esquizofrénica y su familia no quiere hacerse cargo de ella, pero le tomó mucho cariño a mí madre y solo se tranquiliza con ella.

— ¿Y papá? ¿Por qué no ha llegado?—Pregunté.

—Se fué temprano y no he recibido llamadas de él —dijo mamá.

«Genial, al parecer pasaría la noche sola, últimamente papá nunca estaba en casa y a mamá no se la veía del todo bien, pero han de ser problemas de pareja supongo.»

Me dió flojera hacer algo de cenar ¿A quién engaño? No sé ni hacer café. Así que para olvidarme del hambre, subí a mi habitación y quedé dormida más profundo que un oso hibernando, sin saber que a partir de mañana mi vida comenzaría a cambiar...