Narra Mackenzie
Era Kendall, Kendall entró de repente y vio todo, vi mi vida pasar frente a mis ojos y un nudo se formó en mi garganta.
—Yo te puedo explicar todo —dijo Jake levantándose inmediatamente del sofá —es mi culpa, no de ella.— ¡Jake mi hermano! Te extrañé, aquí están mis dos personas favoritas en el mundo —dijo Kendall mientras nos abrazaba a ambos.
Jake y yo nos mirábamos confundidos porque Kendall no lucia nada enfadado y mientras lo escuchábamos hablar nos dimos cuenta de qué Kendall venía borracho hasta el tope, de seguro no recordará nada en la mañana, eso esperaba.
—Mackenzie sube a tú habitación, yo me encargo de llevar a Kendall a la cama.
Asentí sin protestar y subí a mi habitación, me acurruque en las mantas pensando en todo lo ocurrido, el beso de Jake fue intenso, me encantó, nunca había pensado en el de esta manera pero joder, Jake es caliente, daría lo que fuera por volver a repetir lo de hoy, pero ya conocemos el obstáculo principal, Kendall.
*Toc toc* el sonido de la puerta interrumpió mis pensamientos —pasa —vi como Jake entraba y se sentaba en mi cama.
—Pequeña ¿estás bien?
—Sí, solo que estoy un poco confundida.
—No te preocupes, si es por Kendall yo me encargaré.
—Gracias, eso me pone más tranquila, pero no es sólo eso lo que me preocupa, lo que desearía saber es si significo algo para ti.
Los ojos de Jake se abrieron como dos platos —te quiero pequeña —dijo mientras sus fuertes y tonificados brazos me rodeaban —Mí pequeña, te protegeré, no te preocupes de nada por ahora.
Una perfecta sonrisa se formó en mis labios — ¿Puedes dormir conmigo está noche? Por favoooor.
—Kendall nos podría descubrir, es muy peligroso.
—Sólo hasta que me quede dormida, por favor, luego vuelves a tú cama —dije con carita de perrito.
—Sabes que no puedo negarme ante tus encantos, está bien, me quedo.Narra Jake
Kenzie se fue a lavar los dientes mientras yo me quedé recostado en su cama esperándola, minutos después salió con su pijama corto que revelaba su ombligo y ese short que me dejaba ver claramente las curvas de su apetecible trasero, tenía el cabello alborotado y aun así se veía hermosa.— ¿Qué me ves? —bufó
—Lo sexy que te ves con ese pijama, me estás provocando hermosa.
—Río —Vamos ya dormir tonto —dijo mientras se subía en la cama, se recostó sobre mi pecho y yo acariciaba su cabello, era el momento perfecto.
— ¿Jake?
—Sí, pequeña.
— ¿Pase lo que pase estarás conmigo?
—Sí bebé, dije mientras la veía cerrar sus ojitos hasta quedarse dormida sobre mí, no podía dejar de mirarla, parecía un ángel, pero lo más difícil era mantener a mi gran amigo quieto con semejantes curvas sobre mí y con esos perfectos senos, debía aguantar.
Narra Mackenzie
Cuando desperté Jake ya no estaba, al recordar lo sucedido una pequeña sonrisa se formó en mis labios, cepillé mis dientes y bajé a desayunar.—Hola —dije tratando de que no sé notara lo feliz que estaba.
—Hola hermanita.
—Hola Kenzie —dijo Jake mientras me guiñó el ojo.
—Ya que ambos están aquí, debemos hablar sobre algunas cosas —dijo Kendall mientras ponía la mesa, Jake y yo abrimos los ojos como dos faroles he intercambiamos miradas, no puede ser, no, no, no, Kendall había recordado todo, Dios, estaba frita.
—Yo me hago responsable de todo —dijo Jake rápidamente sin dejar que Kendall emitiera palabra alguna.
—Me alegra escuchar eso ¿Cómo sabías de lo que te iba a hablar?
— ¿Te alegras? ¿Eh? —dijo Jake confundido mientras yo permanecía callada.
—Sí, me alegra, porque así puedo irme a mi viaje tranquilo sabiendo que tú cuidarás muy bien de Mackenzie y de la casa hasta que lleguen mis padres, supongo que ya lo sabías porque viste mis boletos de avión.
— ¡Ahhh! —Suspiró Jake —Sí, sí, así me di cuenta, no te preocupes, yo me encargo.
Jake debe aprender a esperar que las otras personas hablen, por poco y nos delata, que suerte que Kendall no recuerda nada y era de esperarse con la peda de ayer.
Con las cosas resueltas en mi casa, me dirigí hacia el instituto porque a pesar de que teníamos vacaciones, hoy darían las becas, estaba con los pelos de punta, en cuanto vi a Stephanie me abalancé sobre ella lo que hizo que nos tumbaremos en el piso — ¡Pendeja! —gritamos al unísono y nos pusimos de pie, todos alrededor nos miraban raro, pero nos daba igual.
— ¿Ya revisaste si aparecemos en la lista?
—No, me comían los nervios, así que esperé a qué llegaras.
—Bueno, vamos— nos acercamos al pizarrón y comenzamos a leer los nombres.
— ¡Si! lo logramos —dijo Steph saltando de emoción.
—Nos vamos a España ¿puedes creerlo pendeja?
Nos abrazamos, no lo podíamos creer, estaríamos solas en otro país, aunque seríamos las más pequeñas en la universidad pues los demás ya tendrían 18 años y nosotras 16, ésta noticia es perfecta —Esto hay que celebrar —dijo Steph con una gran sonrisa.
—Oh sí, sí que lo haremos —dije —pero antes debemos ponernos al día, tenemos un tiempo sin hablar. Yo primero, es una larga historia pero, el mejor amigo de mi hermano se está quedando en casa y... me besó.
— ¡AMIGA ESTOY TAN FELIZ POR TI! —Yo también debo contarte algo —dijo Steph con voz baja.
—Escúpelo.
— ¡Franklin y yo tuvimos sexo!
Luego de media hora hablando babosadas, nos fuimos a nuestras casas.
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"Mi Chico Ideal" ©.
Teen Fiction¡Él es un inútil! piensa que con esos ojos azules, cabello negro sedoso, abdomen marcado, riquísimos bes... ups me distraje ¿por donde iba? ¡Ah claro! cree que puede jugar conmigo, pero lo que no sabe es que yo no se lo pondré nada fácil. Mackenzie...