"Mi Chico Ideal" ©.

Capítulo 8

Había tomado mi decisión, ya no soportaba a Daniel, le diría hoy que terminaríamos, que ya no sentía nada por él.

Llamada telefónica:

Daniel: Hey princesa, que bueno que respondes mis llamadas ¿eso quiere decir que me perdonas?

—No, precisamente quiero hablar de nuestra relación

Daniel: Sí amor yo también quiero hablar sobre, eso, sé que podemos mejorar, yo voy a mejorar por ti, por nosotros.

—Eso no es lo que quiero, Daniel t-termin...

Daniel: sí te escucho amor ¿Qué decías?

—Olvídalo, solo iba a decir que terminé de ver una peli muy buena, adiós.

Fin de la llamada telefónica.

«Que tonta eres Mack, que tonta, quería decírselo pero voz se quebró al escuchar lo ilusionado que él estaba y sabía que me iba a arrepentir muy pronto de no decirle la verdad.»

No podía creer lo cobarde que había sido en no decirle a Daniel que ya no sentía nada por él. Es sábado así que decidí salir a caminar, iba a invitar a Stephanie pero estaba dormida y no quería despertarla, me puse unos shorts, un abrigo con capucha muy grande y recogí  mi pelo, odiaba que se vieran demasiado mis piernas, son muy pálidas, pero ya no me importaba nada.

Bajé las escaleras de puntillas pues todos en casa estaban dormidos, abrí la puerta con cuidado y salí a caminar, solo quería despejar mi mente.« ¿Cuándo le diría la verdad a Daniel? ¿Será que tendré el valor de contarle lo de Logan? » En medio de mis pensamientos llegué al parque y me senté en una banca, unas suaves manos taparon mis ojos, mi amigo Edward solía hacerme eso así qué pronuncié su nombre en señal de qué bajara sus manos, pero no era él, se me acercó al oído y me dijo:

—Te ves jodidamente hermosa con esos shorts —dijo destapando mis ojos y mirándome fijamente.

—¿Qué me miras tanto? ¿Se te perdió una como yo?

—No, solo que estuve pensando que ese cuerpecito se debe mover muy bien, ¿te animas a venir a una fiesta? claro si no te pega tu novio.

—No tengo novio y estaré lista a las 8.

—Te pasaré a buscar hermosa, no me dejes esperando, nos vemos en la noche.

— ¡No lo haré! — se despidió de mi con un abrazo y luego vi como su sombra se desvanecía en lo que se alejaba.

Corrí a casa solo para contarle a Stephanie y a mamá lo que había pasado, salí de casa no con un muy buen humor pero regresé muy feliz.

Subí las escaleras corriendo, entré a mi habitación, di un suspiro al entrar y me recargué en la puerta. —¿Dónde estabas? —dijeron Stephanie y mi madre al unísono.

— ¡Escucheeeeen!— salí a caminar y me encontré a Michael, es tan lindo, me invitó a una fiesta mañana y debo verme perfecta, todas comenzamos a gritar de alegría.

—Pero, ¿Quién es Michael y qué pasó con Daniel? —preguntó mi madre confundida.

Y aquí vamos otra vez, la pregunta que me arruinó la felicidad, había olvidado que mi madre no lo sabía sobre mi situación con Daniel...