"Mi Chico Ideal" ©.

Capítulo 11

Le mandé un mensaje de texto a Michael diciéndole que me recogiera en casa de Stephanie y así fue, escuché las bocinas de su auto sonar, mi amiga me dio un abrazo y me abrió la puerta principal de su casa, inmediatamente salí lo vi, era hermoso, se bajó de su convertible blanco y me tomó de la mano, era un sueño, me abrió la puerta del auto y entré, el camino no fue muy largo, así que no hablamos mucho.

—Te ves jodidamente hermosa, no me canso de verte, estás muy sexy —dijo colocando una de sus manos en mi pierna parcialmente descubierta por el corto vestido y con su otra mano al volante.

—Gracias, pero no más que tú, luces espectacular —dije admirando su belleza.

Llegamos, pero no se escuchaba música, Michael me abrió la puerta del auto.

—Bienvenida a mi casa, preciosa.

—Gracias, pero... ¿Y la fiesta? ¿Dónde están todos? —pregunté muy confundida.

—Te traje antes para que me ayudes a terminar los preparativos.

—Oh, pues manos a la obra —dije con una sonrisa.

Mientras preparábamos las botanas, poníamos los preservativos en las habitaciones y servíamos las bebidas algunas personas empezaban a llegar.

— ¡Michael! —Grité.

— ¿Si? hermosa.

— ¿Dónde están los Cd's? Es lo único que falta para iniciar, ya comenzaron a llegar personas.

—Están en mi habitación, sube las escaleras, segunda puerta a la derecha, te alcanzo en un momento —dijo desde lejos.

Subí las escaleras con cuidado pues tenía tacones y era tan torpe que podía caerme en cualquier momento, vi la puerta que él me había indicado y entré, oí algunos pasos, Michael entró a la habitación y se quedó mirándome fijamente mientras yo buscaba sin lograr encontrar nada, en eso sentí la mano de Michael recorrer mi pierna y volver a subir hasta mi vientre, me elevó por el estómago y me subió en su cama, estábamos frente a frente, podía sentir su respiración, cerré los ojos porque sabía lo que venía después, nuestros rostros estaban muy cerca y su respiración cada vez estaba más agitada. Michael agarró mi rostro entre sus manos y me besó con desesperación, como si sus labios necesitaran de los míos, sus labios eran lo más suaves que había probado, de un momento a otro nuestras lenguas comenzaron a juguetear al mismo ritmo, esto se estaba acelerando, debía parar esto porque no estaba lista para el siguiente paso, comencé a gritar pero Michael no me quería soltar... ¿por qué no le hice caso a Steph?