Al entrar a casa me encontré con una escena espantosa y no porque me encontré a alguien muerto ni porque se hayan acabado las oreos, algo peor, la mamá de Stephanie estaba sentada en la sala de estar y seguido de ella estaba mi madre, franklin y steph llorando como si no hubiera un mañana. Al entrar todas las miradas se dirigieron hacia mí y lo único que salió de mi boca fue — ¿Qué pasó aquí? —la verdad no sé porque lo pregunté si era más que obvio.
— ¿Cómo preguntas que coño pasó? lo sabes, mi hija está e-m-b-a-r-a-z-a-d-a —dijo Jackeline furiosa haciendo énfasis en la última palabra.
—Vamos a calmarnos, no podemos devolver el tiempo, solo nos queda buscar una solución —dijo mi madre tan comprensiva como siempre, mientras Franklin, Steph y yo permanecimos mudos.
— ¿Como quieres que me calme? si ustedes la llevaron al hospital, ya sabían todo esto, me ocultaron todo y lo correcto era decírmelo, yo soy su madre.
—Queríamos estar seguros para evitarnos situaciones como estas —dijo mamá.
—No quiero volver a saber nada de ustedes dos, te vas despidiendo de Stephanie porque no la vuelves a ver, son una mala influencia y a ti muchachito, prepárate porque te vas a casar con mi hija lo más pronto posible —dijo Jackeline tomando a Steph por el brazo y cerrando la puerta de un portazo, Franklin salió corriendo detrás de ellas.
Me abalancé a los brazos de mi madre y hundí mi cabeza en su pecho, no lograba entender como una de mis mejores noches se había arruinado tan rápido.
—Mamá, necesito saber cómo todos fueron a parar aquí y cómo se destapó la bomba.
—Es una larga historia, se remonta al año 2001, ahí estaba yo, en un taxi, con una piedra sobre mi estómago y dirigiéndome hacia el hospital porque mi pequeña hija ya quería salir —bufó mi madre.
— ¡Mami hablo enserio! —dije haciendo un puchero.
—No ya, bueno, Jackeline y yo nos encontramos en la graduación, la invité a casa para ponernos al día y preparar la cena, lo que nunca imaginé fue que Stephanie vendría con Franklin a ver los resultados de la prueba justo hoy, su madre la escuchó y no me quedó de otra que aclarar este asunto y fue cuando llegaste tú.
—Sí que tenía razón el que dijo que tarde o temprano la verdad sale a la luz, pobre Steph, se casará y tendrá un hijo tan pequeña, se atrasará en sus estudios y lo peor, ya nunca más podré volver a verla.
—No te preocupes por eso, a Jackeline se le pasará el enojo y te dejará volver a verla pronto.
—No mamá, olvidas algo, mi beca, me voy a España y con lo del embarazo su mamá no dejará que Steph vaya conmigo.
—Alto ahí jovencita, si Steph no va, tampoco irás tú, no puedo dejar que mi hijita vaya a un país casi al otro lado del mundo sola.
— ¿Queeee? ¡Mamá no es justo! yo me sé cuidar sola, además a kendall si lo dejaste.
— ¿Cuidarte sola? si no sabes preparar ni pan tostado y mucho menos sabes el nombre de la calle donde vivimos, te vas a morir si vas sola, además Kendall era dos años mayor que tú cuando decidió irse, pero ¿se te hace que llamo a Jake o a alguien para que te acompañe? me dijeron que se llevaban muy bien, por cierto ¿dónde está ese muchacho?
«Genial, el tema de Jake no podía estar fuera de mi vida ni un segundo» —emm, él dijo que estaría cuidando a su abuela enferma y por eso ya no podía estar aquí por mucho tiempo.
—Lamento quitarte tus ilusiones, pero sola no vas a España y es mi última palabra.
—Pero...
— ¡Sin peros Mackenzie!
—Ashhhhhhhhh —Grité y subí corriendo a encerrarme a mi habitación. Tomé mi teléfono y empecé a cruzar los dedos para que me contestaran.
Llamada telefónica
Yo: Sálvame, las cosas no andan muy bien por aquí, necesito que me rescates y traigas tu moto, te juro que te explicaré todo, por favor, por favor, di que sí...
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"Mi Chico Ideal" ©.
Roman pour Adolescents¡Él es un inútil! piensa que con esos ojos azules, cabello negro sedoso, abdomen marcado, riquísimos bes... ups me distraje ¿por donde iba? ¡Ah claro! cree que puede jugar conmigo, pero lo que no sabe es que yo no se lo pondré nada fácil. Mackenzie...