"Mi Chico Ideal" ©.

Capítulo 16

Al llegar moría por darme una ducha, así que me subí a mi habitación, puse Keke do you love en mi laptop y comencé a bailar como loca mientras me desvestía, entré a la ducha y seguía cantando a todo pulmón y moviéndome como si me estuvieran haciendo un exorcismo. Luego de jugar a hacerme barbas con el jabón me paré frente al closet buscando algún atuendo cómodo y ropa interior, deje caer la toalla, a lo que escucho el chirrido de la puerta y me espanto.

—Perdón Kenzie no sabía que estarías desnuda —Dijo Jake tapándose los ojos con las manos.

— ¿Jake qué haces aquí? Kendall podría venir y no creo que quiera ver a su mejor amigo con su hermanita desnuda.

—Tendrá que acostumbrarse —Dijo Jake en un susurro que apenas se escuchó.

— ¿Qué dijiste?

—Emm, nada, nada, solo vine a preguntarte si querías ir a al parque de atracciones conmigo esta noche —dijo entreabriendo sus dedos para verme.

—Me encantaría ir, pero ¿crees que Kendall se moleste?

—No, está muy ocupado con lo de su viaje.

Jake se retiró y yo volví al closet a elegir algo más que ponerme porque ahora saldría con Jake y quería verme bonita, me maquillé muy natural y toqué la puerta de Jake, que era la habitación junto a la mía, por eso era más fácil escaparme algunas noches para estar con él.

—Hey tarado, ya estoy lista.

— ¿A quién llamas tarado minion? —Dijo abriendo la puerta y tomándome de la cintura.

— ¿Qué pretendes hacer?

—Lo que debí haber hecho desde el día en que te conocí, el primer beso que te di fue por un reto, pero este no lo será. Nuestros cuerpos estaban lo más cerca que podían estarlo y nuestros labios unidos por un salvaje beso, sentía como Jake succionaba mis labios y repartía pequeñas mordidas sobre ellos, pero cuando quise intensificar el beso, Jake se despegó de mí con una gran sonrisa, típico de él, siempre quiere darse a desear — ¿nos vamos? —dijo tomando su chaqueta y las llaves de auto de mis padres, que ni idea de cómo la obtuvo

Asentí y bajamos las escaleras, subimos al auto, el camino iba tranquilo hasta que comenzó a sonar changes de xxx tentacion y Jake cambió la radio, lo odié por eso.

— ¿Por qué lo cambias estúpido?

—Porque es basura musical.

—Regrésalo o te muerdo el brazo —dije haciendo un puchero.

—Está bien gatita, jaja, ahí está.

Por fin habíamos llegado al parque de diversiones, ya moría por llegar, estaba más emocionada que los niños pequeños que corrían por él lugar.

— ¿Que haremos primero? 

—Nos subiremos a la rueda de la fortuna.

—Oh no, eso sí que no, le tengo miedo a las alturas Jake.

—Entonces no tiene caso estar aquí, porque la mayoría de los juegos son en las alturas.

—Bueno, vamos, pero si te vomito encima no te quejes —dije riendo.

Caminamos agarrados de manos hacia la larga cola para subir a la rueda, luego de 20 minutos ya era nuestro turno, nos sentamos y nos colocaron los seguros. 3 vueltas después arriba de esa cosa y gritando como loca, comencé a notar que algo estaba mal y efectivamente la rueda se había estancado y quedamos varados arriba, entré en pánico, por una parte estaba enojada con Jake por hacerme subir a esto y por otro estaba tan asustada que no podía no podía ni abrir los ojos.

—Jake, si no logramos salir de esta quiero decirte que eres el chico más maravilloso que he conocido y te quiero.

—Saldremos de esta Kenzie y confieso que también te quiero. Suerte que la tortura paró pocos minutos después los cuales sentí como horas y nos lograron bajar.

—Perdón por esto pequeña, nunca creí que pasaría —dijo Jake abrazándome muy fuerte

Hundí mi cabeza en su pecho y su camiseta quedó mojada con mis lágrimas —Sé de algo que te pondrá feliz Kenzie —dijo tomando del brazo.

Jake me llevó a un puesto de juegos, jugó y jugó a dispararles a unos patos hasta que lo logró y ganó un hermoso peluche de mono para mí. 

—Gracias, me encanta —dije dándole un corto beso en los labios.

Esta noche había sido maravillosa, a pesar de que me llevé el susto más grande de mi vida, Jake era increíble y me hizo sentir muy bien, siempre los hace. Al final de la noche volvimos a casa y fuimos de puntillas a nuestras habitaciones.