Capítulo 28

165 26 2
                                    

Luego de empacar bajé las escaleras — ¿A dónde va señorita? —dijo mi madre con una cuchara de madera con un poco de chocolate en la punta.

—Ya sabes, debo despedirme de algunos aquí.

—Cuidate y no llegues tarde, estoy haciendo galletas de chocolate para que pasemos juntas tú última noche aquí.

Abrí la puerta y comencé a caminar con el frío de la noche, muchas ideas rondaban por mi cabeza, mi pulso se comenzó a acelerar cuando llegué al fondo de la calle y me encontraba frente a esa gran casa azul. No estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, mientras debatía en mi mente si tocar o no, lo hice y luego corrí tras unos arbustos.

En eso veo a Franklin asomándose por la puerta, con cara de confusión, así que  salté de entre los arbustos justo cuando él iba a cerrar —Hey Mack ¿Qué hacías ahí?

—S-solo vine a despedirme de Steph, mañana me voy a España, me escondí porque si su mamá hubiera sido quien abrió la puerta y me vé, me corre de acá.

—Hoy es tu día de suerte, mi suegrita no está.

—¿Está Steph?

—Sí, pasa, está en su cuarto.

Seguí por el pasillo hasta la habitación de mi amiga, estaba más nerviosa que en mi primera cita y no entendía por qué. Stephanie y yo pasamos toda la vida juntas, estar separadas estos días era extraño y más lo será ahora que me iré.

— ¿Puedo pasar? —dije dando pequeños golpecitos en su puerta.

— ¡Por supuesto! —Gritó desde dentro.

—¡Cuánto te extrañé pendeja! —Dije abalanzandome en su cama.

—Cuidado, cuidado, el bebé —Dijo mi amiga con cara dramática.

—Cierto ¿como vas con mi pequeño sobrinito?

—Quiero que sea una niña, para que sea mejor amiga de tu hija, sería tan tierno.

—Yo quiero que sea niño ¿te imaginas nuestros genes unidos? serían perfectos novios.

—Hablemos de eso luego, supongo que esa no es la razón por la cual viniste.

—Así es Tephie, mañana a primera hora estoy partiendo al aeropuerto.

—No creo que pueda vivir sin tí Mackie —Dijo mi amiga imitando una escena de alguna pelicula romantica.

—Sin bromas, estoy que me como los mocos del miedo, sabes que nunca he sido buena para hacer amigos, eso te lo dijo a ti, nunca necesité a nadie más que a tí, te voy a extrañar con no tienes una idea —Dije recostandome en las piernas de Steph.

—No te preocupes, el tiempo pasará volando y te tendré de vuelta aquí, promete que me llamarás todos los días.

—Lo prometo —Dije dándole un abrazo, pero unos pasos en la escalera nos alarmaron.

—¡Stephanie! ¿por qué te encierras? Ya llegué hija, abreme.

 —Steph y yo cruzamos miradas, estábamos entrando en pánico, hasta que escuchamos algo de vidrio cayendo en la cocina. Entendimos rápidamente que fue Franklin para ganar tiempo, así que de inmediato bajé las escaleras por la puerta de atrás, lamento que la última vez que la vi, fuera de esa forma.

En un momento me encontraba en casa con Mamá, comiendo chucherías y viendo mis fotos de bebé y al otro ya me encuentro sentada en el aeropuerto esperando a Ethan, no sé que le pasa a ese chico, dura más en la ducha que cualquier mujer. Mis pensamientos se esfumaron cuando vi a un Hindú con un lagarto gigante, Señora kippling ¿eres tú? Detrás logré divisar a un Ethan corriendo apresuradamente porque casi perdíamos el vuelo.

Al entrar al avión, me senté en mi lugar, me había tocado al lado de una dulce abuelita que olía  a galletas, mientras que a Et le tocó sentarse al lado de un niño malcriado que le pegaba los mocos, fue muy gracioso. Como era un largo viaje, me coloqué mis audífonos, comencé a escuchar un video de relajantes sonidos de ballenas que según youtube me ayudarían a dormir mejor, en eso veo a la abuelita gritandole a Ethan.

—Señora podríamos cambiar de lugar, es que vine con la chica que está sentada a su lado.

—¿Qué? No tengo porno niño, como crees.

—Señora yo nunca le pregunté eso, solo quiero cambiar de asiento.

—Niño cochino —Dijo la dulce abuelita golpeando a Ethan con su bolso mientras los demás pasajeros los miraban.

—Mildred mi amigo quiere saber si le podrías ceder el asiento porque le da miedo estar sin mí para consolarlo cuando se asuste.

—Está bien cariño. La abuelita y Ethan cambiaron de asiento —No era tan sorda después de todo —Dijo Ethan avergonzado. El resto del viaje Ethan se la pasó buscando excusas para abrazarme, el niño mocoso pateando su asiento y yo, pues mirando por la ventilla, cada vez me alejaba más de todo lo que había vivido por 16 años y me acercaba a mi nueva vida.

Miles de preguntas surgían por mi mente: ¿Tendré nuevos amigos? ¿Steph me olvidará? ¿Podré olvidarme de Jake? 

N/autora

Chicos perdónenme por dejarlos tanto tiempo sin capítulo, no tenía inspiración, de hecho este cap fue horrible, pero les prometo que los siguientes serán mejores, los amo, casi llegamos a los 10k.








"Mi Chico Ideal" ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora