Capítulo 17

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Narra Mackenzie
*Los pasajeros del vuelo 210 hacia Francia por favor dirigirse al avión, ya estamos por despegar*

Abracé fuertemente a Kendall porque aunque era un dolor de cabeza, lo amaba, luego él se despidió de Jake y vimos como su silueta se desaparecía entre la multitud.

Jake y yo decidimos ir a casa y preparar algo rico, ya que estábamos solos — ¿Que almorzaremos bebé? —dijo Jake mientras me tomaba de la cintura.

—No sé cocinar, el experto aquí eres tú, sorpréndeme —añadí.

—Estar contigo a solas puede ser peligroso.

—Ya tonto, ponte a cocinar que muero de hambre —dije descubriendo mi pancita y tocándola.

Jake terminó de preparar​ la pasta y nos sentamos a comer.

—Cielo, debo decirte algo —dije interrumpiendo la comida.

—Te escucho preciosa.

—E-este bueno, me dieron la beca y en muy poco tiempo me iré con Stephanie a vivir en España, no quiero alejarme de ti.

—Amor, no te preocupes, a donde vayas yo estaré, te prometí seguir pase lo que pase, soy capaz de seguirte a todas partes y buscarme otra universidad.

—Me haces la mujer más feliz del mundo —me paré de la silla y fui hacia él, lo besé, necesitaba esos carnosos labios unirse con los míos, me acerqué con suavidad, sentía como su corazón martillaba en su pecho, mis dedos agarraron su cabello con fuerza, tiré de él hasta que se notó como un gruñido salía de su garganta, nuestros labios se tocaron una y otra vez y nuestras lenguas jugueteando en un ritual ardiente. Parecía como si ambos compitiéramos por quién era más rápido, más profundo y más placentero. Solté un leve gemido y me separé para tomar aire notando como la mano de Jake se introducía dentro de mi camisa desabrochando cada botón.

Jake me tomó de la cintura y me llevó a la habitación, me colocó suavemente sobre la cama sin dejar de besarme, me besó con un hambre que no había sentido antes, fue bajando poco a poco, no podía creer que por fin ya no sería virgen. Comenzó a dar pequeños besos en mi cuello lo que provocó que jadeara y arqueara mi espalda, fue bajando hasta llegar a mis pantalones los cuales sacó rápidamente, el calor de la situación aumentaba, lo volqué para quedar arriba de él y comencé a hacer círculos sobre su miembro con mis caderas y en eso.. puff.

— ¡Pendeja! —Dijo Stephanie mientras entraba sin previo aviso a la habitación y se llevó una gran sorpresa —Perdón por interrumpir la cabalgata, pero recuerda que saldríamos a celebrar, Franklin está abajo —bufó.

No sabía si reírme o morir de vergüenza — ¡Todo lo arruinas pendeja!—

Jake se quedó en shock —Amor lo siento, no lo recordaba —dije haciendo un puchero, debemos arreglarnos.

— ¿Estás loca? No me puedes dejar así, lo tengo duro, debemos terminar.

—Lo siento —dije levantándome de la cama —tendremos toda la semana para hacerlo, ahora solo vamos.

—Me debes una, pequeña. 

"Mi Chico Ideal" ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora