Viernescito... Cada vez estoy más cerca de mi viaje, el viaje que cambiará mi vida, dándole un vuelco de 360° . Tengo miedo...
Salí rumbo a la escuela, pero por el camino me encontré con una gran sorpresa... Alex caminaba hacia el mismo lugar que yo.
Iba por la vereda de enfrente con su mochila roja y su sonrisa espléndida. Llevaba su celular con una carcasa en combinación con su mochila y su pelo un tanto revuelto.
No quería llamar su atención así que caminé silenciosamente para no tener que ser vista.
En mi cabeza se ocurrieron millones de cosas como la de la oportunidad perfecta para hablar con él, la de secuestrarlo y llevarlo conmigo a la otra ciudad, no se solo eran ideas...
Ahora debía calmar mis ansias y respirar.
Lo miré, íbamos caminando, nos quedaban unas tres cuadras más o menos para llegar a la escuela e hice lo que jamás pensé haber hecho, cruzar la calle.
Siento un escalofrío por mi cuerpo, respiro ondo, estaba a unos metros de él. Aceleré mi paso y cuando estaba más cerca de él dije:
- ¿Alex? -
Sí, llame a Alex.
Él se dio vuelta y posteriormente me examinó de arriba abajo.
- ¿Qué pasa? - dijo.
Yo me quedé paralizada en su mirada, le sonreí y dije:
- Yo tengo que hablar de algo contigo, no ahora -
Me miró y frunció el ceño.
- ¿Qué es? ¿Por qué ahora no? - preguntó.
Yo comencé con lo que no debía haber comenzado...
- Emm... - l-lo que pasa es que - tartamudé.
- Te ves nerviosa - dijo él dejando salir una sonrisita.
- Si, mejor olvídalo - dije bajando la vista.
- No, ¿Qué te parece si lo piensas y cuando estés lista para decirme eso que te pone tan nerviosa me lo dices? - dijo él con una sonrisa.
- Si, claro - y comenzamos a caminar.
Él seguía delante mío y yo iba detrás.
¿Qué fue lo que hiciste Windy? Eran los reproches que me hacía.
Llegué al colegio y subí por las escaleras de siempre. Al entrar al curso, todos mis compañeros estaban dispersos, más bobos que nunca.
-Windy, ¿Qué te sucede? - me interrogó Sam.
Les conté exactamente lo que había pasado en el camino. Se quedaron sorprendidos.
Suspiré y baje la vista.
- Lo sé, pero no era el momento. Sentí que debía ser otro el sitio, otra la circunstancia - dije.
Alex vivía muy cerca de mi casa y eso era una ventaja.
- Escúchame, debes ir y decirle - dijo Emily.
- No, en la escuela no - dijo Sam
- Claro que no - dije - lo dejaré a decision del destino -
Después de todo es el más sabio.
Por el recreo me lo crucé a Alex y él me sonrió. Me había dicho que me preparase para decirle eso que tan nerviosa me ponía, ¿Será que sabe?
************
Estaba caminando por las vacías calles de mi ciudad natal, iba con lágrimas en los ojos. Me los resfregaba para quitarlas de vez en cuando y éstos me ardían como si por ellos saliera fuego.
Me senté en la orilla de la calle, veo que una persona se acerca a mí en aquella solitaria ciudad. Estábamos la luna, ese chico que venía en mi dirección y yo.
No lo veía con claridad. Cruza la calle y se detiene frente a mí.
- ¿Windy? ¿Eres tú? - me dijo una voz que se me hacía familiar.
Sequé un poco mis lágrimas y levanté mi rostro.
Era Alexander.
- Si, Alex. Soy yo - dije.
Andaba con una campera negra y una capucha
- ¿Por qué lloras tanto? - dijo.
- Me iré, me mudaré - dije dejando caer las lágrimas.
- Nunca has escuchado la frase que dice - me levanta la cabeza - Ni bajes la cabeza que se te cae la corona Princesa - dijo, y soltó una hermosa sonrisa.
Me saca cada lágrima que había en mi rostro.
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Lo más inesperado
RandomEl camino es una sorpresa, el destino nos depara una nueva aventura a diario y jamás sabremos que es lo que el futuro nos prepara pero por eso hay que estar preparado para cualquier sorpresa...