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-Joel... que es esto...?

-El que?- preguntó acercándose para poder ver el papel.

-Esto! Dice que tienes dos meses de atraso en la renta y que vas a ser desalojado.

-Ah, eso. No es nada, ya pagué. No te preocupes.

-Joel, me mientes. Este papel tiene fecha del jueves. El viernes dudo que hayas pagado, ayer estuve todo el día contigo, y hoy... Hoy ni si quiera hemos salido! Dime la verdad...

Joel caminó hasta el sofá y se sentó. Erick hizo lo mismo.

-Está bien. Te voy a decir la verdad.- dijo tomando un suspiro. -Últimamente el dinero no me alcanza. Cuando recibo pago, no se, no sé a dónde va todo. Un día lo tengo, y al otro no. Esta no es la primera vez que me llega esa notificación. Llevo dos meses de atraso, y creo que este mes tampoco podré pagar. Pero no te preocupes, yo lo solucionaré.

-No seas así- respondió el ojiverde tomando su mano- Si quieres, yo le puedo decir a mi mamá y-y

-No, Erick. No lo hagas. Estos son mis problemas y no tienes porqué estar involucrado

-Joel, no. Yo estoy aquí para apoyarte, y si eso significa ayudarte económicamente, también lo haré.

-Gracias, Erick.

Joel iba a decir algo pero fue interrumpido por un olor desagradable.

Ambos fueron a la cocina y vieron la estufa cubierta por humo.

-Joel, los panqueques!!

-Se quemaron- Joel miró a Erick una sonrisa. -Perdón

-No sabes cocinar- respondió Erick riéndose.

-Yo si se cocinar. Solo es que tú me distraiste.

-Así que te distraigo...

-No empieces- respondió el rizado -mejor vamos a cambiarnos y salimos a desayunar.

Ambos salieron mas tarde cambiados de ropa. Erick llevaba puesta una camisa de Joel que le quedaba ridículamente grande. 

-Porque tienes una camisa mía? Te queda grande.- preguntó Joel mientras se acercaba a Erick.

-Quiero oler a tí. Me la llevaré y la traeré cuando necesite lavarla. Siempre quiero tener tu olor cerca.- Erick abrió los ojos al realizar lo que había dicho. La había cagado. -No me refería a eso, yo...

-No te preocupes, bonito. Sé perfectamente a lo que te refieres.

Salieron del edificio y subieron al auto de Joel. Minutos después llegaron a un restaurante de comida rápida. Entraron, ordenaron, y tomaron asiento. 

Mientras comían, recibían miradas de todos debido a que Joel era un fotógrafo muy conocido en aquella pequeña cuidad. Algunos los miraban con cara de confusión ya que Joel nunca había expresado abiertamente su sexualidad, y otros los miraban con cariño ya que podían ver la felicidad de Joel.

Después de finalizar su comida, los dos jóvenes se levantaron y salieron del establecimiento. Estaban parados en una luz cuando Erick decidió romper el silencio.

-Podemos pasar por la tienda?- preguntó mirando al mayor fijamente. -Es que quiero galletas.

-Claro, bonito. Lo que quieras.- respondió mientras hacía un viraje entrando al estacionamiento de la tienda. -Ve, que yo te espero en el auto.

Erick se bajó y entró a la tienda. No le tomó mucho encontrar el pasillo que contenía las galletas. Se paró frente a ellas analizando cual quería escoger.

-Tu cuello ha aclarado- dijo una voz familiar.

-Que dices?- Erick buscaba el dueño de semejante voz. Para su sorpresa, era el mismo chico del estudio. Christopher era que se llamaba?

-Tu cuello. Veo que tú noviecito Joel aprendió a no dejarte marcas- respondió Christopher aún sin mirarlo.

-Jo...Joel y yo no somos nada...- esas palabras le dolieron más de lo que se esperaba.

-No, bonito?

-No me digas así. Solo Joel me puede decir bonito.

-Pero si no son nada...

-Si pero...

-Estoy seguro que no le va a molestar que haga esto.- respondió el castaño mientras unía sus labios en un beso.

Erick no sabía cómo reaccionar, pero de algo estaba seguro, no le respondería el beso. Además, no besaba tan bien como Joel. Los besos de Joel eran cálidos y suaves, sin embargo este era salvaje y desagradable.

-Hmm.. bonito, no es divertido si soy el único que besa.

Erick se sentía acosado y tenía ganas de llorar. No podía creer que el frentón no entendiera que el solo tenía interés en Joel, mucho menos quería besarlo.

Erick se alejó y salió corriendo de la tienda hasta llegar al auto de Joel.

-Y las galletas, bonito?- preguntó Joel confundido.

-No me llames bonito, por favor.- a este punto Erick ya había empezado a llorar.

-Erick, que pasó? Porque lloras? Algo está mal?- Joel se sentó en el asiento del pasajero junto a Erick.

-Chri...Christopher. Lo ví en la tienda. Me llamaba bonito y...y me besó. Yo no le respondí! Solo me importan tus besos.- Erick se percató que la había vuelto a cagar pero ya ni le importaba.

-Ese idiota! Nunca va a entender? Que se supere a el mismo!

-Que fue lo que pasó entre tú y el?

Joel se asombró ante tales palabras y abrazó a Erick.

-Pues, fue hace como dos años atrás. El tenía interés en un chico y yo también, pero yo no sabía. Caso es, yo termino saliendo con mencionado chico, era lindo así como tú. Cuando Christopher se enteró que el chico y yo estábamos en una relación, se molestó mucho y dejó de hablarme. Yo no sabía que a Christopher le gustaba, de lo contrario me hubiese alejado.

Erick solo lo miró e hizo un leve puchero. Se acercó y besó a Joel.

-Esto se siente mejor.- dijo el menor mientras se alejaba. Joel solo se sonrió

-Bueno, ya me has sacado dos secretos en el día de hoy. Algo más que quieras saber?- dijo Joel riéndose.

爱 | photographie ;; joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora