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Narrado por Erick

Todo pasó muy rápido. En un momento Joel me decía que todo saldrá bien, y en otro nos pegó un camión.

-Joel! Joel! Joel!- repetía con desesperación. -Joel, mi amor. Abre los ojos. Mira, allá vienen los paramédicos. Nos van a llevar a un hospital, vamos a estar bien, pero abre los ojos. Quiero saber si estás bien.

Joel no abría sus ojos, no respondía a ningún estímulo. No importaba lo que yo tratara de hacer, Joel no respondía. Parecía estar... No. Joel no puede haber muerto. No. Lo necesito en mi vida, lo necesitamos en nuestras vidas.

-Mi amor, necesitas abrir los ojos. No puedes estar muerto. Mi amor...- decía repetidas veces llorando. Estaba perdiendo el control.

Un par de paramédicos se nos acercaron. Nos sacaron del carro con cuidado, yo estaba bien para caminar, pero a Joel lo tuvieron que cambiar a una camilla. Caminé hacia mi novio hasta que nos metimos a la camioneta de la ambulancia.

-Joel, tienes que despertar- miré a los paramédicos. -Como está? Porque no abre los ojos? Estará bien? - estaba preocupado por Joel. Honestamente lo necesitaba, y ahora más que nunca.

-Señor, por favor mantente calmado- dijo una paramédica. -Llegaremos al hospital pronto, trate de no preocuparse.

Que me mantenga calmado? Joel no estaba bien, no me pude calmar. Le agarré la mano, no me importó si estaba llena de sangre.

-Joel, tienes que estar bien, mi amor- dije, batallando las lágrimas. -Ya casi llegamos al hospital, aguanta, Joey, por favor.

Los paramédicos hacían su trabajo en lo que llegábamos al hospital. Cuando llegamos, bajaron a Joel con rapidez y yo me bajé con ellos. Ya habían personas esperándonos en la entrada; ellos rápidamente nos atendieron.

-Tú, lleva al menor a la clínica y desinfecta sus heridas- dijo una señora. La muchacha asintió y me sonrió.

-Que? No, no. Yo me quiero quedar con Joel- sacudí la cabeza.

-Señor, haremos todo lo posible- habló el paramédico. La muchacha me dijo que la sigue pero yo solo miraba a los doctores que se llevaban a mi novio. Ya no pude controlar las lágrimas, dejé que se cayeran sobre mis mejillas mientras me llevaban a la clínica dentro del hospital.

Ahí, me limpiaron las cortadas mínimas que tenía y me revisaron y todo. Normalmente me hubiera dolido, pero estaba más preocupado por Joel. La muchacha trataba de hacer platica conmigo, pero yo mantenía la conversación corta. No sabía que curando cortadas se iba a tardar tanto, yo quiero ver a Joel.

-Ya me puedo ir?- pregunté, sentándome. La muchacha me acostó otra vez.

-Señor, usted tiene que descansar. Estoy segura que su amigo estará bien- respondió. Yo sacudí la cabeza y me paré.

-Es mi novio, y lo tengo que ver- empecé a caminar hacia la salida.

-Señor Colón!- ella gritaba mi nombre pero yo seguí mi camino. No sabía a dónde iba, pero pasó un rato y ya estaba en un lugar familiar. Veía a mi alrededor para ver si reconocía a alguien pero no. Se me estaban saliendo unas lágrimas porque estaba frustrado.

Preguntaba por Joel pero nadie sabía de quién estaba hablando, hasta que reconocí a un señor mayor. El era el último que vi antes de que me llevaran a la clínica. Caminé hacia el y le toqué el hombro.

-Donde está Joel?- pregunté. El me puso una cara confundida. -El que se llevaron hace un rato, tuvimos un accidente y necesito verlo- sentía calor en mi cuerpo.

爱 | photographie ;; joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora