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Erick se metió a la ducha para empezar a alistarse para salir en la cita que tenía con Joel, estaba muy emocionado. 

Al salir de la ducha, Erick caminó a su habitación en busca de que ponerse. No quería ser muy formal, pero no quería parecer un cualquiera. 

Optó por una camisa de mangas largas negra y unos jeans negros. Parecía viudo pero no se veía mal. 

Justo cuando iba a agarrar su teléfono para pasar el tiempo, la puerta de su casa sonó. 

Abriendo la puerta, se encontró con Joel. Andaba vistiendo jeans negros con una camisa de flores.

-Nos vamos?- preguntó Joel.

-Si.

Erick salió y le echó llave a la puerta. Luego dejó un largo beso en los labios de Joel.

-Mi amor, tu mamá...

-No está, no te preocupes.

Después de unos segundos, Joel cortó el beso. Si el beso hubiese tomado un poco más, hubiesen tenido que entrar y buscar una cama. 

Ambos se subieron al auto y el mayor manejó hasta su destino.

Cuando entraron, el olor a pizza llenó sus narices.

-No lo puedo creer, de todos los lugares a donde me pudiste traer a comer a cualquier lugar, y me traes a una pizzería?- decía Erick riéndose

-Idiota, por lo menos te traje a un lugar- respondió Joel riéndose aún más. -De que la ordenamos?

-Pepperoni?

Joel solo asintió y le dijo al cajero y fueron guiados a una mesa. Al rato, vino un mesero con su pizza.

-Joel? Eres tú?

-Jeff? No, no puede ser. Jeff?!

-Si! Soy yo! Qué gusto verte, Joel!

-No lo creo. En serio eres tú?

-Si, idiota. No me ves?

-Ya veo que no has cambiado.

-Y que hay? Llegaste a ser fotógrafo como tanto deseabas?

-Pues si, ahora soy fotógrafo y hasta tengo mi propio estudio.

Erick interrumpió la conversación cuando tosió indiscretamente. Ya se sentía incómodo.

-Ah, veo que no andas solo Joel.

-Si, ando con mi...

-Su novio. Anda con su novio. Me llamo Erick.

-Ah hola, yo soy Jeff, fuí a la secundaria con tu novio.- dijo para luego decir a Joel- Me voy, tengo otras mesas que atender. Me gustó volverte a ver.

El chico y Joel se abrazaron despidiéndose. Erick solo miraba al chico con desprecio, no soportaba ver qué otro tocara a su hombre.

-Bonito, porque dijiste que éramos novios?- le preguntó Joel al llegar a la mesa.

-Vi que no tenías que decirle y pues eso fue lo primero que se me ocurrió. Espero que no te enojes

-Claro que no, pero recuerda que no somos nada... Todavía

-Que dijiste?

-No, nada

Los dos comieron la pizza y se contaban acerca de sus vidas, y ocasionalmente se tocaban las manos.

Ambos se miraban y sabían que sentían algo por el otro, pero sabían que no era el tiempo para confesar.

A Erick le gustaba cuando Joel se enojaba y sus ojos cambiaban a un café más oscuro. Le gustaba la manera como la nariz de Joel se arrugaba cuando se reía.

A Joel le gustaban las caras raras que hacía Erick cuando no entendía algo. Le gustaba como sus ojos cambiaban de tono marcando su humor.

Definitivamente se amaban, pero no podían decirlo. Todavía no.

Joel le pagó al cajero y se marcharon. De camino a casa de Erick, recibió un mensaje. Era de Johann.

Hey, Joel! Perdóname pero no voy a poder llegar el lunes al estudio. Ocurrió una emergencia. Gracias.

Bien, eso significaba que tendría que recoger a Erick por las mañanas, al menos que...

-Erick!- exclamó Joel, sonando más como un grito.

-Si?

-Quieres pasar el fin de semana conmigo? Tu y yo, a solas, en mi departamento...

-Me encantaría pero mi mamá no me dejaría.

-No te preocupes, de esa me encargo yo.

[...]

-Señora, usted me permitiría robarle a su hijo por el fin de semana? Es que podría enseñarle cómo balancear la luz negativa con la positiva al aire libre.

-Si, claro mijo. Yo no veo el porque no.- respondió la señora con una sonrisa.

Al rato bajó Erick con una mochila llena de ropa suficiente para tres días.

Se despidió de su mamá y se montó al auto con Joel.

-Estás preparado para un fin de semana que nunca olvidarás, bebé?

-Si lo estoy, daddy



爱 | photographie ;; joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora